EN LA PREVIA DE BOCA - ESTUDIANTES
La Bombonera explotó contra Cristian Medina: "El que no salta, es un traidor"
El mediocampista se fue del club que lo formó en conflicto con la dirigencia, pero dejó en las arcas 15 millones de dólares, jugó más de 150 partidos y le marcó un gol a River en el Monumental. En el precalentamiento, cuando tocaba la pelota, se escucharon algunas silbatinas.
Fue uno de los prodigios de Boca Predio, un mimado de la gente, que ahora tendrá una vuelta a la Bombonera con otra camiseta plagada de incertidumbre. Desde su debut en 2020 a su tumultuosa salida a finales de 2024, Cristian Medina vivió un lustro con un vaivén de emociones. Este sábado, salió a la cancha con los colores de Estudiantes para enfrentarse a Boca por primera vez en su carrera. Y en su regreso, fue recibido con silbidos durante el precalentamiento.
Más adelante, la gente explotó contra el joven de la categoría 2002: "El que no salta, es un traidor", fue uno de los cánticos en la picante bienvenida que le dio La Bombonera.
Con más de 160 partidos en poco más de cuatro años, cinco títulos y un gol a River en el Monumental para el Medinazo de 2024 (marcó el 1-1 a 20' del final del partido) como parte de sus nueve anotaciones en el club, el mediocampista de 22 años tenía todo para convertirse en un referente, a pesar de su juventud. Sin embargo, algo se rompió a fines del año pasado.
Cuando durante el segundo semestre de 2024 llegó una oferta de Fenerbahce, de Turquía, desde la dirigencia xeneize comandada por Juan Román Riquelme hicieron algunas demandas que no fueron satisfechas. La negociación se empantanó y Medina sentó una postura clara que terminó por sellar su destino.
El exintegrante de la famosa MVA (Medina-Varela-Almendra, un mediocampo puro Boca Predio) presionó para que el pase se concretara, a punto tal de que se negó a jugar ante Gimnasia por Copa Argentina con Fernando Gago como entrenador, y desde entonces su situación fue irreversible.
El DT lo colgó, lo dejó entrenándose separado del resto del plantel y, a pesar de algunos acercamientos,dejó en claro que ya no iba a tenerlo en cuenta. Así fue que su salida se precipitó y, afortunadamente para Boca, apareció Foster Gillett, quien aceptó pagar los 15 millones de dólares de su cláusula de rescisión para llevarlo a Estudiantes.
Las idas y vueltas con Riquelme y el Consejo de Fútbol, la decisión de no jugar hasta que no se aceptase su transferencia y su salida en medio de un clima enrarecido enturbiaron los más de cuatro años de buen nivel que tuvo en Boca. Si bien nunca fue figura, sí supo ser un valor muy importante durante su tiempo en el club.
Hubo entre la gente sensaciones encontradas, ya que era un pibe del club que se había brindado al máximo hasta convertirse en titular indiscutible para todos los entrenadores de turno. Sin embargo, cuando Medina decidió que no quería seguir en el Xeneize y forzó su salida, algo se rompió. El balance de esta relación lo determinarán los hinchas, cuando aparezca en la Bombonera con la camiseta de Estudiantes este sábado a partir de las 20.30.
(TyC Sports Web)