Jóvenes alemanas realizan trabajo solidario en la ciudad
Es una política del Estado alemán, la estadía en Argentina es de un año. Mara (19) y Ángela (20), terminaron la secundaria y hace seis meses que viven en Gualeguaychú.Luciano PeraltaUna vez que los jóvenes terminan la secundaria, el Estado alemán desarrolla un régimen desconocido para quienes vivimos de éste lado del mundo. Los jóvenes tienen la posibilidad de elegir: comenzar los estudios universitarios o realizar trabajo voluntario en el país o fuera de él, también pueden elegir no hacerlo.Son cientas y están en todo el mundo, las organizaciones religiosas y laicas que realizan trabajo social y reciben a voluntarios. La Iglesia Evangélica del Río de La Plata- Congregación San Antonio (Colombo y Corrientes), desarrolla trabajo solidario en la guardería "Madres Cuidadoras" hace más de cuatro años y hace tres que llegan voluntarios desde el país europeo para desarrollar diferentes tareas solidarias."En Madres Cuidadoras trabajamos a la mañana con los chicos y por la tarde ayudamos con los talleres", es la rutina que eligieron por todo un año. Llegan a las ocho y hasta pasado el medio día no se van; vuelven por la tarde a colaborar con los "talleres de plástica deportes, música, apoyo escolar y un taller para nenas, donde cocinamos, jugamos, pero solo nenas", explica Ángela en un español un poco raro.-Más allá de la iglesia, ¿existen otras organizaciones que hacen éste trabajo?Ángela: hay apoyo de la Iglesia del Río de la Plata, hay un límite de voluntarios que reciben ese apoyo. Hay también otras organizaciones privadas, pero se tiene que pagar mucha plata. Nosotros tenemos mucho apoyo del Estado y de la Iglesia.La iglesia evangélica recibe jóvenes de todo tipo y creencia, la práctica religiosa no es una condición excluyente ni mucho menos. "La iglesia es abierta en ese sentido, nosotros discutimos temas como el aborto y las mujeres en la iglesia", comenta Norma Herman, presidente de la Comisión Directiva de la Congregación.- ¿Qué las movilizó a hacer un año de voluntariado? Mara: Una quiere ver no solamente mi ciudad, quiero conocer otra gente, otra cultura. También siempre se dice de la pobreza en otros países, pero nunca vi como es en verdad. Quiero participar, ayudar un poquito, así que terminé la secundaria y decidí hacerlo. Es un año con mucho aprendizaje, aprender más de éste mundo y también del mío.Ángela: En la secundaria es muy difícil elegir lo que se quiere hacer. Yo todavía no sabía que iba a hacer... Hace muchos años que dije quiero ir un año a un país donde pueda aprender español. Hice muchos trabajos sociales antes, ahora tengo la posibilidad de hacer un año de servicio acá.Las jóvenes, que llegaron hace poco más de seis meses, no dejan de sorprenderse con las diferencias culturales que encuentran en el país. "Para mí es muy duro que la gente acá trabaja mucho y no tienen mucho sueldo. Es injusto. Nosotros trabajamos y tenemos un buen sueldo. Acá tienen más que un trabajo a la vez. Acá yo trabajo en esta escuela, en esta oficina, en esta otra casa...". En un español dificultoso pero perfectamente entendible, Ángela expone en pocas palabras una realidad tan nuestra, realidad común en los países de economías tan dependientes como la Argentina.Mara: Cada vez que digo que soy alemana, me preguntan ¿Cómo es? ¿Qué es diferente? La gente de acá quiere saber mucho de otras culturas también, son muy abiertos. También me llama la atención los horarios de acá. A las once de la noche hay muchos niños en la calle. En Alemania se come a las siete de la tarde, acá hasta las 11 no hay nadie en un restauran.
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