LA EDUCACIÓN, EL ÚNICO CAMINO PARA CRECER EN LIBERTAD
Infancias Trans: “A quien le es coartada la expresión de su identidad tiene un sufrimiento psíquico altísimo”
María Elisa Benetti es psicóloga especializada en niños, niñas y adolescentes. Se refirió a la necesidad de habar sobre las infancias trans y de la importancia que tiene el rol de la familia. “La transexualidad no es una patología, lo que debemos hacer es acompañar a esa infancia para que, justamente, no se generen patologías”, expresó.
Luciano Peralta
¿Qué son las infancias trans?
“Son infancias posibles, en primer lugar. Porque, entre la diversidad de las infancias, puede suceder que alguna persona no se sienta identificada con el género que se le atribuye al nacer, que es el que corresponde con su sexualidad, con lo genital”, explica la licenciada en psicología y especialista en niños, niñas y adolescentes, María Elisa Benetti.
“Para que se entienda: cuando en el momento del nacimiento se determina que la persona es un varón o una mujer y en el desarrollo subjetivo no hay una identificación que coincida con eso, hablamos de una infancia transgénero”, desarrolla, con tono pedagógico, y marca la diferencia con las personas transexuales: “Se trata de una persona transgénero que recibió una modificación en sus genitales para que coincida su autopercepción con su cuerpo, o que está pasando por un proceso de hormonización”.
Benetti es parte de un equipo de profesionales -conformado íntegramente por mujeres- que son parte del Colegio de Psicólogos de Entre Ríos Regional Sur y, desde allí, y entre otras tareas pedagógicas, sostienen un espacio en Radio Nacional que pretende echar luz sobre este y otros tantos temas que tiene que ver con la diversidad sexual. Temáticas sobre las que, la mayoría de las veces, pesan muchos prejuicios. “La educación es el camino”, repite en diálogo con Ahora ElDía. Y reconoce que “los profesionales también debemos ir aprendiendo todo el tiempo”.
“La transexualidad no es una patología, lo que debemos hacer es acompañar a esa infancia para que, justamente, no se generen patologías. El sufrimiento viene de la exclusión, de la discriminación, del no acompañamiento; los y las niñas son eso, manifiestan muy cándidamente lo que van sintiendo, el tema es qué encuentran en la mirada de los demás”, reflexiona.
“Lo que tiene que ver con la identidad no es sólo el deseo de la persona, es una necesidad. A esto no se puede renunciar de la misma forma a la que se puede renunciar a un deseo y no tiene las mismas consecuencias. A quien le es coartada la expresión de su identidad tiene un sufrimiento psíquico altísimo”, puntualiza Benetti, quien, actualmente, está trabajando sobre una tesis titulada "Infancias Trans, su implicación en la subjetividad. Hacer lugar".
“El psiquismo infantil recién se está estructurando -continúa-, es un psiquismo abierto. Por un lado, es muy dependiente del contexto, porque se va construyendo en ese contexto, y, por otro lado, es muy permeable a las modificaciones y a los cambios. El niño es el niño y su contexto, por eso es importante el acompañamiento familiar. Y que esa familia también esté acompañada por personas formadas y especializadas”.
“Si tenemos una niña que se manifiesta trans o empieza a plantearlo de alguna manera, lo más probable es que si eso es acompañado, esa tendencia continúe, como sucede con cualquier cuestión que tiene que ver con la identidad. Si un niño ama bailar folclore, por ejemplo, y es acompañado por su familia, probablemente eso también se continúe”, dice la profesional. Y vuelve a apuntar a la importancia de atacar prejuicios y creencias sin ningún tipo de sustento más que los miedos a salirse del binarismo -a esta altura ridículo- entre varón y mujer y sus consecuencias respecto a lo que pueden y deben hacer unos y otras para “encajar” en lo que de él o ella se espera.
El ejemplo que trae a la charla la profesional es demás ilustrativo sobre la falta de educación sexual integral que padecemos los adultos de hoy. “En una charla que di para personas que están cerca de recibirse de docentes, algunas mujeres no sabían que tenían clítoris. Estamos hablando de personas que recibieron educación formal y no saben algo tan elemental. En estas otras cuestiones -las infancias trans- estamos a años luz”, reconoce. Aunque “muchas cosas están cambiando, afortunadamente”.
“Hay muchísimo miedo en las familias respecto a cómo va a ser la vida de ese niño o niña, si va a poder tener amigos, si va a ser aceptada. Aparecen muchos miedos y el modelo de familia tradicional estalla por el aire. Por eso es tan importante que esa familia sea acompañada también”, sintetizó.