Mapa de las necesidades: las problemáticas que se destacan en cada uno de los barrios de la ciudad

La Mesa de Trabajo de Integración Socio Comunitaria fue creada con el objetivo de que los habitantes de Gualeguaychú expongan de primera mano cuáles son las necesidades de su zona y exigir de esta manera a las autoridades soluciones al respecto. Esta herramienta de diagnóstico social surgió a fines de junio y, desde ese momento, se puso en práctica en sucesivas reuniones con vecinos de distintos barrios.

Tras un diálogo con Marcos Henchoz, director de Desarrollo Social, Ahora ElDía armó un mapa sobre las situaciones concretas que viven a diario cada uno de los barrios que integran la ciudad, sin contar las grandes problemáticas transversales a toda la población. Algunas de las situaciones que se presentarán a continuación y que estarán discriminadas en norte, sur, este y oeste, ya fueron solucionadas, mientras que otras continúan trabajándose. 

Zona norte y sus diferencias según la ubicación

Hay sectores del ejido urbano que presentan marcadas distinciones, como es el caso de la zona norte de la ciudad, en donde las necesidades que aparecen en el noreste son diametralmente diferentes a las del noroeste. Lo que respecta a esta última, a través de las Mesas de Integración Socio Comunitarias, se pudo conocer que las principales faltas reveladas por los vecinos tienen que ver con la poca vinculación deportiva y cultural que tiene el barrio. Esto incluye al 200 viviendas, Peter, Cacique y San Isidro. 

“Las comisiones vecinales de los barrios Cacique y San Isidro pidieron la ampliación del CAPS de la zona. Ya se armó un pliego de condiciones para que participen las cooperativas en esas obras y para evitar contrataciones directas. Esa ampliación va a cumplir la función de SUM, a finales del mes próximo pondremos los primeros ladrillos que consiguió la comisión y nosotros aportaremos la mano de obra”, mencionó Henchoz.

Por otro lado, el noreste supone otra complejidad, ya que prevalecen las necesidades de tipo social: “En esa parte de la ciudad estamos haciendo un trabajo fuerte en materia social, ya que de las Mesas surgieron cuestiones vinculadas a la niñez, al consumo problemático y las necesidades alimenticias. En esta zona hay varios merenderos, al igual que en Trinidad, Villa María y el Zabalet. Algunos de estos espacios, brindan dos veces por semana la cena y dos veces la copa de leche”, apuntó.

A partir de este relevamiento, gestionaron talleres de crianza, charlas sobre violencia de género y adicciones a cargo de instituciones especializadas. Incluso, se extendió el horario de vacunación del CAPS y se reforzó el rol de los Espacios Municipales de Primeras Infancias (EMPI).  

Otra de las particularidades que tiene esta parte de la ciudad es la existencia de un gran asentamiento como es “Los Espinillos”. Henchoz marcó que “estamos trabajando en el mejoramiento de las calles Misiones y Juan B. Justo para generar condiciones de accesibilidad. A su vez, se está instalando luminarias y realizando una extensión de caños de agua. Además, hay un importante trabajo con los clubes, con los merenderos, con Conin y con el Hogar de Cristo”. 

Zona sur y la falta de agua en las casas

En el otro extremo cardinal, las principales problemáticas de los vecinos pasan por la infraestructura: “Cuando pensamos en la zona sur tenemos que pensar en el sector donde está el Polideportivo, los barrios Zabalet, Villa María, Molinari, Guevara, nuestro sur es grande, tiene más habitantes que otras ciudades del departamento, eso te indica la variedad de problemáticas que existen y cómo el vecino interpreta sus necesidades”, advirtió Henchoz.

No obstante, el reclamo más significativo es el agua. Es por esto que se inició la obra de ampliación del servicio que posibilitará que los vecinos y vecinas tengan presión durante todo el año, y en especial durante el verano. Al mismo tiempo, se comenzó con la recuperación de los pozos de agua de la zona. 

Otro tema recurrente es el de la accesibilidad de las calles y que involucró desde la necesidad de cambiar el sentido de algunas vías, así como también mejorar su estado. 

Zona este: las veredas, los perros y la inseguridad

En el área céntrica prevalecieron los reclamos sobre la poda de los árboles y como algunos provocan roturas de veredas. El tema de las propiedades abandonadas también se expuso ante las autoridades de Desarrollo Social, ya que sirven a los delincuentes para pasar de una casa a otra y cometer ilícitos.

Cerca del puerto, la problemática de la inseguridad volvió a emerger y se extendió hacia el Camino de la Costa. A la vez, apareció el aumento de la cantidad de perros callejeros que se concentran en este sector. 

Zona oeste: más actividades deportivas y para los adultos mayores

En los barrios del oeste surgieron necesidades relacionadas a la interrelación con las instituciones deportivas, espacios de esparcimiento y mayor oferta de actividades para las personas de la tercera edad. Sin embargo, al igual que en la zona noreste, apareció la preocupación en torno al consumo problemático. Además, los directivos de establecimientos educativos manifestaron su preocupación sobre la ludopatía en menores de edad.   

“Estamos colaborando con elementos deportivos y en una de las plazas de la Médanos se colocaron juegos para niños que se habían obtenido con un Presupuesto Participativo. También estuvimos reunidos con Obras Públicas por la Plaza de la calle Quijano. Además, una persona tenía una merendero en su casa y ahora eso se brinda en el Club Defensores del Oeste, entonces se vincula a los chicos con el deporte. A su vez, nos pidieron mayor presencia con actividades culturales para personas adultas mayores, más allá de que hay actividades en los CAPS, y vimos que lo que falta es una mayor comunicación para que cada vecino sepa que propuestas hay”, afirmó Henchoz.

Cada una de las demandas revela la complejidad y particularidad del entramado social de la ciudad y permite entender cuáles son las necesidades que prevalecen en cada punto de Gualeguaychú. Aunque algunas ya están siendo atendidas y solucionadas, hay otras cuya resolución es más compleja, como la violencia de género y el consumo problemático de drogas, para las cuales desarrollan talleres y charlas con profesionales, pero que responden en mayor medida a situaciones estructurales.