GLORIA LOCAL
Hugo Rodríguez, un zurdo exquisito que brilló en Sarmiento y dejó su sello en Juventud con un golazo histórico
Fue uno de los jugadores más destacado del fútbol departamental y, además, desató uno de los festejos más alocado en el Estadio Municipal. El recuerdo de un lirico con la pelota, hoy ya alejado del más popular de los deportes.
Los que tuvieron el placer de verlo jugar, ya sea favor de su equipo o en contra, lo definen como un “jugadorazo” o un “crack”. Se trata de Hugo Alfredo Rodríguez, más conocido como el “Zurdo”, un volante exquisito y elegante, con una gambeta distintiva, una pegada ilustre y con mucho poder de gol.
El “Zurdo” fue un baluarte en la época dorada de Sarmiento, uno de los clubes más populares de la Liga de Gualeguaychú. Con esos colores, brilló como futbolista y, además de destacarse individualmente por su fútbol de alto vuelo, se ganó la idolatría por haber ganado tres títulos oficiales.
Pero no sólo dejó su estampa en la institución que lo vio nacer, también dejó una huella imborrable en su paso con la camiseta de Juventud Unida. Integró el plantel que disputó la primera temporada en el Torneo Argentino B en 2004. Y fue el responsable de convertir el gol, con el cual el Decano le ganó -en el Estadio Municipal- a Boca Unidos de Corrientes 4 a 3 y logró su primera victoria en torneos nacionales; hecho histórico del que hace tres días se cumplieron 20 años.
Por ese motivo y la notable carrera como jugador de Sarmiento, Ahora ElDía decidió reconocer y recordar su paso por el fútbol. El protagonista, al recibir la convocatoria, se mostró súper agradecido y sorprendido por el contacto porque se encuentra alejado del deporte que amó practicar durante mucho tiempo de su vida. Hasta dudó, en un momento, en aceptar la nota o “patearla” para más adelante, pero su simpleza y respeto por los códigos de este universo futbolero, accedió y a repasar su historia en Sarmiento, sus chances de convertirse en futbolista profesional y sus momentos en Juventud Unida en el final de su carrera.
Como todo gurí, sobre todo en la década del ’70, el “Zurdo” Rodríguez se inició en el club de su barrio. “En Sarmiento estoy desde los 8 años, porque vivía a dos cuadras. Jugaba al fútbol todos los días ahí y debuté en Primera a fines de 1987, con 17 años”, definió en primera persona.
“Ese año salimos campeones y clasificamos al Torneo Provincial, aunque no pude jugar ese certamen porque no me había llegado el DNI. Pero en 1988 ya me asenté en Primera, en una época donde Sarmiento peleaba los campeonatos con Deportivo Urdinarrain. En el ‘88 nos ganan un torneo por uno o dos puntos, al año siguiente tuvimos una temporada irregular y en 1990 salimos campeones y conseguí mi primer título con esa camiseta al ganar el Torneo Apertura y la final anual contra Central Entrerriano, que nos había ganado en la definición del Clausura”.
La trayectoria futbolística del “Zurdo” continuó en Sarmiento por varios años más, aunque en el medio jugó una temporada en La Vencedora, convencido por el “Luli” Ríos, y en un equipo de Enrique Carbó de la Liga de Gualeguay, en un pase que le dejó unos pesos a las arcas de la entidad auriverde y también al jugador.
También dejó de jugar por un tiempo por cuestiones laborales hasta que Javier Leiva, su compañero en Sarmiento, lo convenció para que vuelva a calzarse la camiseta de La Tromba. La zurda mágica volvió a deleitar a una parte de la zona oeste de la ciudad y festejar un nuevo título, el Clausura 2001. “Salimos campeones e invitos, teníamos un equipo espectacular y fue uno de los mejores planteles que integré”, indicó.
Fue un jugador distinto desde su paso de inferiores hasta su irrupción y consolidación en Primera División y tuvo la posibilidad de irse a jugar a Buenos Aires, pero siempre hubo un denominador común que se lo impidió: la parte económica.
“Cuando tenía 14 a 15 años, Estudiantes me llevó a sus inferiores. Estuve un tiempo allá y de hecho viví dos años en la casa para jóvenes universitarios de Gualeguaychú en La Plata (Ceregu). Estuve de agregado allá. Pero no tuve que volver porque me tenía que mantener sólo y en esa época mis padres no me podían bancar económicamente”, contó.
También, Rodríguez cautivó la atención de Defensa y Justicia, que en los 80’ estaba en la B Nacional y parte del cuerpo técnico vino a Gualeguaychú a observar futbolistas. “Nos seleccionaron a Andrés Leiva, el 2 del equipo, y a mí. Fuimos a probarnos a Buenos Aires e hicimos un par de prácticas, pero nos pasó lo mismo que me había sucedido a mí en Estudiantes: nos teníamos que bancar solitos, dejar nuestro trabajo en la ciudad y, por ese motivo, nos volvimos”, recordó.
Y la última posibilidad que tuvo Rodríguez de irse a jugar a un club profesional fue Independiente por el “Luli” Ríos. El “Zurdo”, con 21 años, ya se había consolidado en la Primera de Sarmiento y gracias a un contacto del exdefensor gualeguaychuense, quien en ese momento jugaba en el elenco de Avellaneda, le consiguió una prueba, aunque más allá de que fue elogiado por el recordado “Pato” Pastoriza, entrenador en aquella época, debía hacerle contrato para poder sumarlo a las filas y su arribo al “Rojo” fue una apuesta. “Me quedó la cuenta pendiente de haber sido futbolista profesional. No sé si no insistí demasiado o no se dio porque en aquella época era muy difícil mantenerse en Buenos Aires”, reconoció.
“Me quedó la cuenta pendiente de haber sido futbolista profesional. No sé si no insistí demasiado o no se dio porque en aquella época era muy difícil mantenerse en Buenos Aires”.
Pero en el final de su carrera tuvo el premio de jugar un torneo semiprofesional con un equipo de la ciudad, cuando Juventud Unida, a través del doctor Carlos Melo, lo fue a buscar para jugar la Liga Departamental en 2004 y él aceptó por la buena relación que tiene con el profesional de la salud.
“En el transcurso del campeonato local, a Juventud le llega una invitación para jugar en el Argentino B. El club empieza a armar el plantel y trae a Alberto Ríos de Paraná como entrenador.
“Fue él me hizo la invitación para sumarme al equipo del Argentino. Pero no estaba del todo convencido por estaba grande, tenía 34 años y tenía mí trabajo. Había que entrenar de mañana, de tarde y sentía que el físico no me iba a dar. Alberto me convenció y me dio libertad. Empecé y participé aquella temporada Argentino B”, destacó.
Hugo Rodríguez jugó un total de siete partidos con Juventud Unida en el Argentino B e hizo un golazo de tiro libre el 24 de octubre de 2004, que quedó en la memora de los hinchas y, según cuentan quienes fueron testigos, lo definen como el gol más gritado en toda la historia de los partidos jugados en el Estadio Municipal.
“Ellos tenían un arquero que con la cabeza tocaba el travesaño y la única forma era pasar la barrera y pegarle fuerte para sorprenderlo. Tomé bastante carrera y le pegué fuerte, cuando pasó la barrera sabía que iba a ser gol
Y no es para menos, porque con ese gol, en tiempo adicionado, el Decano le ganó a Boca Unidos 4 a 3 y logró su primer triunfo por torneos nacionales de AFA. “En la semana, Ríos me dijo que me iba a precisar para el partido y que arreglara los horarios con el laburo para entrenar. Lo hice y fui al banco de suplentes. Entré a los 15 minutos del segundo tiempo y antes del gol había tenido un par de intervenciones que fueron positivas y el gol llegó en una de las últimas jugadas del partido, cuando nos habían empatado 3-3. Me quedó un tiro libre a seis o siete metros del área. Ellos tenían un arquero que con la cabeza tocaba el travesaño y la única forma era pasar la barrera y pegarle fuerte para sorprenderlo. Tomé bastante carrera y le pegué fuerte, cuando pasó la barrera sabía que iba a ser gol”, recordó sobre ese momento.
“Ese día, la Liga estaba desbordada de público y el festejo fue alocado porque sacaron del medio y terminó el partido. Fue un gol inolvidable”.