ENTREVISTA EXCLUSIVA
Héctor Maya y una vida surcada por la represa de Salto Grande
Su padre fue uno de los ideólogos del proyecto. Estuvo presente cuando lo convencieron a Perón que había que construirla. Como Senador, creó una ley para repartir los excedentes. A dos meses de haber renunciado a la Comisión Técnica Mixta, Nación aún no nombró un reemplazante. En una charla con Ahora ElDía comparte la historia del complejo y cómo marcó su vida.
La vida de Héctor Maya estuvo signada por la Central Hidroeléctrica Binacional Salto Grande, inclusive, generaciones pasadas tuvieron inferencia o alta relevancia en la represa que trata de sacarle el mayor aprovechamiento energético al río Uruguay.
Su carrera política pasó por tratar de que Entre Ríos se beneficie al máximo de este recurso, el cual considera que es entrerriano por derecho y naturaleza. A dos meses de haber presentado su renuncia a ser representante de la Comisión Técnica Mixta (CTM), el ex Senador nacional recibió a Ahora ElDía en su oficina, donde no sólo compartió la historia de la represa, sino lo que debería hacer la Provincia para aprovechar al máximo las ganancias.
¿Cómo es tu vínculo con Salto Grande?
La represa tiene una historia muy tremenda. La piedra fundacional de Salta Grande la pone mi padre, Héctor Domingo Maya, en 1946. El problema es que no se pone de acuerdo con el -por entonces- presidente Juan Domingo Perón. Mi padre fue gobernador de Entre Ríos entre 1946 y 1950, y no acordaron en el porcentaje que tenía que llevarse la Provincia, entonces no se hace. Pasa el tiempo, Perón vuelve a la Argentina tras el exilio con una obsesión: arreglar el límite del Río de la Plata, que lo tenía distanciado con el Uruguay por este dilema histórico. Entonces Perón lo quería arreglar a toda costa para tener una buena relación con el Uruguay y con Latinoamérica. Entonces lo llama a Enrique Tomás Cresto (gobernador de la provincia de Entre Ríos entre 1973 y 1976). Yo estaba a cargo de la cartera de Justicia. Cresto me pide que lo acompañe porque no tenía idea por qué lo llamaba, pero él sospechaba que era por el tema de las Islas de las Lechiguanas (un conflicto limítrofe entre Entre Ríos y Buenos Aires) porque Cresto las había expropiado. Yo tenía 25 o 26 años, y vamos allá. Cuando entramos al despacho, el viejo Cresto delante, Perón sin dejarlo ni respirar le dice: ‘Gobernador, cómo le agradezco que me hayas arreglado el quilombo con las Lechiguanas’. No le dijo nada ni le planteó cómo ni cuándo, Cresto tenía que arreglar el quilombo. Entonces Perón le cuenta que lo había llamado porque quería arreglar el conflicto del Río La Plata con Uruguay, y necesitaba que la provincia hiciese cuatro o cinco cosas importantes para que atraigan la atención y que en alguna medida pase desapercibido el conflicto. Pero tenían que sea acciones útiles para ambos países. Entonces, ahí mismo, Cresto le dice: ‘Mire Presidente, lo que a nosotros nos interesa es que no se pare la relación con Uruguay y avance fuerte’, en esa época había empezado la obra del puente Fray Bentos-Gualeguaychú y se había terminado Colón-Paysandú. ‘Yo quiero que se haga la represa de Salto Grande’, le propuso.
¿Y entonces se puso en marcha?
No, falta un detalle. Ese día, Perón lo llama Vicente Solano Lima, Secretario General de la Presidencia, y le ordena que haga una cita para nosotros con el ministro del Interior Benito Llambí, quien estaba casado con la hija de Eduardo Víctor Haedo (periodista, pintor y político uruguayo), con lo cual teníamos un alivio muy grande. Entonces, cuando fuimos a almorzar con Cresto, llamo a mi padre, y él le dice a Cresto: ‘No cometa el mismo error que el que cometí yo’. Con esto le quiso decir que la obra se haga, y que después, en algún momento, se va a pelear por las ganancias y las regalías. Lo importante era priorizar la obra. El viejo Cresto le dio manija al proyecto y todo terminó yendo para adelante.
La obra de la represa se inició en 1974, y en 1979 comenzó a generar electricidad. Las catorce unidades hidrogeneradoras se terminaron de instalar el 27 de mayo de 1983. Considerada una de las obras de infraestructuras más importante que tiene la provincia de Entre Ríos, la represa de Salto Grande representa la fraternidad con la República Oriental del Uruguay. El complejo hidroeléctrico se construyó en una zona de rápidos y desniveles rocosos, en el curso medio del río Uruguay, aprovechando para la generación hidroeléctrica un desnivel natural llamado Salto Grande. Está ubicada en el kilómetro 342,6 del río Uruguay, aguas arriba de las ciudades de Concordia (Argentina) y Salto (Uruguay).
¿Qué son las regalías?
Las regalías son las que cobran los Estados ribereños por donde pasa el agua, en este caso el río Uruguay, antes de llegar a la empresa. O sea, lo que le prestan territorio para el lago. En este caso, Corrientes y Entre Ríos. El 70% de la regalía le corresponde a Entre Ríos y el 30% a Corrientes. Sobre el 12% del producido de la represa. Eso es una de las cosas. En 1995 soy electo Senador por Entre Ríos y se me ocurre pedir Salto Grande para la mprovincia, pero se me cuelga Corriente y después Misiones. Entonces, como no nos podían dar la propiedad porque es un ente binacional, había que modificar el tratado y nos dan las utilidades líquidas y realizadas, que son los denominados los excedentes. Eso se consigue por la denominada Ley Maya 24.954. En el momento que arreglo eso con el presidente Carlos Menem, el 67,5% es para Entre Ríos, el 27,5% para Corriente y el 5% para Misiones. Ese 5% nos lo saca Misiones, pero nosotros lo cedimos porque cuando vayan a provincializar los derechos de la represa de Yaciretá vamos a pedir también el 5% de Yaciretá, que equivale al 20% en Salto Grande, que es muchísimo más que lo que le damos actualmente. Estamos hablando de lo que aceptamos obligado, pero pensando en el futuro.
¿Cuál es la diferencia monetaria entre Yaciretá y Salto Grande?
La Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (CAMMESA) es la que convoca y centraliza la energía de todo el país y nos paga por la energía una cifra irrisoria: son $1.664 por megavatios por hora, pero a Yaciretá le paga $3.681. Eso significa lo que sale la producción media de energía en el país más una rentabilidad anual compensada a valor real del 9% al 11%, lo cual es muy importante para los generadores privados.
A fines de las década del 90 Salto Grande tuvo un trato más favorable: ¿qué pasó después?
Con Salto Grande conseguimos que Menem nos dé el 33% el primer año; el 66%, el segundo; y el 100% de lo generado, el tercer año. Cuando llega el presidente Fernando de la Rúa se pudre todo y nos manotean las utilidades. Con Menem vino un platal, pero en alguna medida se manejó mal y eso habilitó a que De la Rúa lo quitara. Igualmente se iba a quitar, eso le vino ideal como excusa. Lo quitó fijándole al precio de la energía de Salto Grande una suma irrisoria para que los excedentes fueran insignificantes.
¿Qué tiene que hacer Entre Ríos ahora para aprovechar mejor Salto Grande?
Ahora hay que pedir dos cosas. Por lo menos es ponderable que el gobernador Rogelio Frigerio tenga voluntad, pero creo que está mal asesorado porque confunde regalía con excedente. Tiene que ir por el objetivo estratégico para el terreno de Salto Grande. Lo que tiene que pedir la provincia es el 100% de energía y volcarla en el mercado nacional, y tiene que exigir que ese 100% de energía se la calcule al mismo precio que nos pagan la energía a nosotros que la generamos. Lo otro que tiene que pedir es que en vez de entregar excedentes que nos entreguen energía. Con todo esto podríamos influir en el precio de la tarifa domiciliaria y en el desarrollo industrial.
Entonces se podría aprovechar más la producción de Salto Grande…
Para una represa, tirar agua por los vertederos agua es tirar plata. Eso debería convertirse en energía con nuestras propias turbinas. Pero estamos tirando otros 5.604 metros cúbicos porque CAMMESA no nos pide energía. Al ser un ente nacional que regula la energía de todo el país, ellos nos piden y nosotros damos. Pero podrían pedirnos más, pero se la piden a generadoras de otros lados, incluso algunas más caras que Salto Grande.
Dejar Salto Grande atrás para rearmar el PJ
A pesar de ya haber presentado su renuncia, Héctor Maya es aún delegado de la Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande. A mediados de esta semana le envió una nota al presidente de la Nación, Javier Milei, pidiéndole su urgente relevo como representante argentino en el organismo.
El ex Senador nacional, al igual que otros funcionarios de la gestión de Alberto Fernández, continúan ejerciendo funciones debido a que el gobierno aún no ha decidido relevos en varias áreas de la estructura gubernamental.
En la nota, Maya plantea la urgencia de ser reemplazado en la responsabilidad que le fuera asignada fundando tal petición “en su fuerte pertenencia al peronismo”.
La carta está planteada en términos de respeto a la investidura presidencial y sugiere en lo conceptual “un plazo perentorio para la decisión de modo de allanarle el camino para la toma de decisiones que el presidente crea necesarias en un organismo clave de la producción energética”.
“Yo renuncié el 9 de diciembre, pero estoy esperando a que me reemplacen”, afirmó Maya a Ahora ElDía. “Me intimaron a que me quede para no dejar acéfala la representación y todo en una situación muy incómoda. Le voy a dar un plazo al Gobierno nacional. No quiero ser imprudente, pero ya estamos a principio de febrero, mucho más no puedo esperar porque quiero trabajar en la reorganización del Partido Justicialista en la provincia”, agregó.
¿Qué es Salto Grande?
Entre los detalles técnicos, se sabe que la energía eléctrica generada por la central tiene por destino los sistemas interconectados de ambos países, abasteciendo, en valores aproximados, el 50% de la energía del sistema uruguayo y el 5% del sistema argentino, ofreciendo una de las tarifas más bajas de ambos mercados eléctricos.
El complejo está formado por una presa central de hormigón y dos presas de tierra, por eso se trata de una presa mixta. Para su construcción se utilizaron 60.000 toneladas de hierro y 1,5 millones de metros cúbicos de hormigón, equivalente a la construcción de 1.000 edificios de 30 pisos de altura. La capacidad total de evacuación -cantidad máxima de agua que puede pasar por la estructura de la represa- es de 61.560 metros cúbicos por segundo. Pero por el vertedero pasan más de 58.000 metros cúbicos por segundo.
El caudal histórico del río es de 4.700 metros cúbicos por segundo, siendo la capacidad de turbinado de Salto Grande de unos 8.400 metros cúbicos por segundo. Cuando se supera este caudal es necesario abrir los vertederos para evacuar el excedente.
El Complejo Hidroeléctrico de Salto Grande posee 14 unidades hidrogeneradoras con turbinas Kaplan y cada una tiene 135 megavatios de potencia. Se obtiene, de esta manera, un total de potencia instalada de 1.890 megavatios, con un promedio de generación media anual de diseño de 6.700 gigavatios hora.