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Hacen pública un Acta de Inspección de 2012 que prueba que Amarras jamás se asentó sobre un humedal
La empresa Altos de Unzué, desarrolladora del Proyecto Amarras de Gualeguaychú, luego de una ardua búsqueda logró hallar e hizo pública un Acta de Inspección encontrada en el archivo de la Secretaría de Ambiente de la Provincia en donde se constató las características del predio en el que se iba a asentar el emprendimiento. De dicho acto no surge la existencia de ningún humedal en el predio en cuestión.
El Acta en cuestión fue realizada por Agentes de la Secretaría de Ambiente de la Provincia, en el mes de noviembre de 2012. En efecto, allí consta que, luego de un recorrido en el que se tomaron vistas fotográficas, la Lic. Mercedes Godoy y Valeria González Wetzel tomaron nota del uso ganadero, y de flora del lugar combinado con especies invasoras como acacias y fresnos, sin hacer mención alguna a “un supuesto humedal”. Es más, en el acta sólo consta la existencia de un pequeño curso de agua que corría por el terreno y desembocaba en el Río Gualeguaychú, destacando la empresa que dicho pequeño curso de agua no ha sido alterado por el proyecto, y continúa vigente e inalterado hasta el día de la fecha.”
Desde Amarras afirman que esta cuestión toma relevancia a partir de etapa de ejecución de sentencia en que se encuentra el pleito amarras, toda vez que la sentencia que se encuentra vigente dispone la recomposición ambiental, y la recomposición sin dudas es un concepto que nos requiere determinar con claridad cómo estaba el predio con anterioridad al proyecto. Es decir, si allí no había humedal, no hay humedal por recomponer.
Por su parte, Claudio García Tricoli, representante de la empresa desarrolladora sostuvo que “el único curso de agua menor que atravesaba el terreno se decidió conservarlo, y es el que está al norte del proyecto, que se conserva de modo intacto, por lo demás siempre se trató de un terreno de tierra firme, pasturas, y producción ganadera.”
Además, sostuvo que “en verdad nos sentimos perseguidos. Nuestra vida está marcada por estos diez años de conflictos, en los que se nos hizo la vida imposible, se ha perjudicado a una empresa que decidió venir a invertir a Entre Ríos, se ha perjudicado a inversores individuales, se ha perjudicado al Municipio de Pueblo General Belgrano, y al mismo municipio de Gualeguaychú, porque este desarrollo turístico inmobiliario es un motor para el crecimiento de las dos comunidades, con independencia de la orilla sobre las que estén ubicadas.”
Por otro lado, García Trícoli también recordó que “durante años trabajamos con las autoridades provinciales y municipales para adecuar el proyecto a sus requerimientos, y prácticamente pasó por muchísimas personas que lo analizaron, y jamás se mencionó que el predio fuera un humedal, jamás, ni siquiera los que estaban en contra como los amparistas, o el municipio de Gualeguaychú que durante un tiempo les siguió la corriente, jamás mencionaron siquiera la palabra humedal. Por esa razón nos caímos de espaldas cuando vimos que la Corte había dicho que el proyecto se asentaba sobre un humedal propiamente dicho. Y encima nos consideraron aplicable una ley que además de ser imprecisa, no está operativa porque jamás fue reglamentada, y menos aún inventariada.”