
Foto: Joaco García
Algunos antropólogos defienden la tesis de que las sociedades primitivas estuvieron lideradas y gobernadas por mujeres. Con la crisis actual del patriarcado, y la caída del poder masculino, ¿retorna el dominio femenino?"Ginecocracia", así se alude al gobierno de las mujeres. La palabra procede de la composición de las voces griegas
'gyné', que significa "mujer", y
'kratein', "dominación", "poder".El primero en suponer un mando femenino en la sociedad primitiva fue el antropólogo suizo Johann Jakob Bachofen (1815-1887), quien publicó en 1861
"El matriarcado. Una investigación sobre la ginecocracia en el mundo antiguo, según su naturaleza religiosa y jurídica".Según Bachofen, en las sociedades primitivas, bajo el régimen de promiscuidad sexual en que vivieron, la madre era el único elemento conocido de la procreación y el parentesco se establecía a partir de ella.Había un gobierno materno de la familia, de suerte que la mujer tomaba las decisiones de la vida doméstica. De esta realidad Bachofen deduce que en el pasado remoto existió una ginecocracia.Esta hipótesis ha sido impugnada por otros sociólogos y antropólogos, para los cuales el mando de la mujer sobre el hogar no significa necesariamente autoridad política sobre la sociedad.Como sea, están los que miran la historia como una guerra de los sexos. Según esta visión, el hombre y la mujer, debido a la marcada diferencia de su orientación, están luchando permanentemente de forma abierta o encubierta, y el carácter del ciclo histórico-social depende del domino de uno u otro sexo.Hay quienes piensan que la emancipación femenina y el protagonismo del feminismo político y cultural son los síntomas evidentes del creciente dominio femenino. En esta puja la llamada
"igualdad de los sexos" encubriría, en realidad, la emergencia de un nuevo dominio: el de las mujeres.Se cree, en este sentido, que el
"patriarcado" está en retirada. En su uso académico, este término remite a la forma de poder en la cual los varones han venido dominando la historia.En una sociedad patriarcal, el varón es la medida de todas las cosas. Ahora estaríamos entrando a una era ginecocrática, donde el poder real se invierte, donde la mujer pasa a ser la medida de todas las cosas.Esta hipótesis genera alarma en sociedades donde al patriarcado es muy fuerte como en Rusia, donde Vladislav Surkov, asesor del presidente Putin, en su columna para la revista Russkiy Pioner ha levantado polémica al decir que la llegada del matriarcado a los países occidentales refleja la decadencia de
"Euramérica".El político -cuyo pensamiento podría ser catalogado de machista- afirmó que el mundo es una
"invención del hombre", y al mismo tiempo se preguntó por qué son las mujeres quienes tratan de gobernarlo.Para explicarlo, Surkov se refirió a una
"hipótesis poco divulgada pero muy generalizada", según la cual, la creciente influencia de las mujeres
"es un síntoma de decadencia". De acuerdo con el asesor ruso, el matriarcado
"no es la causa, sino la manifestación de esta decadencia".Según el discurso feminista, las mujeres nunca han tenido genéricamente el poder y aquellas que lo han alcanzado lo han hecho por excepción. Pero el sometimiento de las féminas estaría llegando a su fin en los albores del siglo XXI.¿Llegó la hora de las Amazonas, esas guerreras impregnadas de fuerza legendaria, que gobernaron en la región euroasiática de Escitas, según cuenta la mitología griega?