TENIS UNIVERSITARIO
Germán Delcanto triunfa en Estados Unidos y anhela volver al ranking ATP
El gualeguaychuense reside hace cuatro años en Tennessee, donde logró rehacer su carrera deportiva y completar su formación académica. De vacaciones en Gualeguaychú, hizo un repaso de su actualidad y sus planes a futuro.
Germán Delcanto mamó el deporte de la raqueta desde que nació. “Antes de que me pusieran un chupete en la boca, ya estaba jugando al tenis”, dijo con una sonrisa en su rostro. Su padre, Ciro, está ligado a esa disciplina desde hace más de tres décadas como entrenador en Juventud Unida y les transmitió esa pasión a sus hijos.
El joven de 25 años tuvo un camino ascendente en el tenis y en su adolescencia fue campeón nacional y número uno del Ranking Argentino Junior en singles dobles, modalidad en la que brilló junto a Francisco Cerúndolo, hoy número 30 del mundo y una de las máximas esperanzas argentinas en el Circuito ATP, con quien que fue campeón nacional Sub 16.
Pero a los 19 años, después de viajar a Francia y competir en diferentes campeonatos profesionales, donde ganó varios torneos con los que pudo solventar su estadía en Europa, Delcanto afirmó que se cansó del deporte que practicó toda su vida y el principal motivo que expuso fue la soledad con la que convive un tenista en su carrera.
“El tenis un deporte individual, tenés que viajar solo o a lo sumo con un entrenador. En un momento, pensás que podés todo solo y después te das cuenta que no. Necesitas un equipo, estar bien guiado por un entrenador y un preparador físico, pero no solamente que sean buenos en la profesión, sino también en el acompañamiento humano, porque vos estás solo en la cancha, y también en la vida, porque viajas constantemente y estas alejado mucho tiempo de tus seres queridos. Por eso, es necesario tener un equipo de personas para que la carrera del tenista sea más llevadera en el plano emocional”, expresó.
Allí, la posibilidad de emigrar al exigente y prestigioso tenis universitario, a la cual accedió a una beca por su talento y potencial con la raqueta, cambió su mentalidad y volvió a conectar con su deporte, porque los formatos de los torneos son similares a lo de la Copa Davis, es decir por equipos, con singles y dobles incluidos.
“La llegada a Estados Unidos me ayudó a engancharme de vuelta con el tenis; el compartir con un grupo y el estar en el día a día con compañeros, me ayudó a relanzar mi carrera como tenista. Y me encantó porque que aprendí como jugar en equipo, porque no sólo jugás para vos, sino también para otras personas. Ese ambiente me brinda una energía positiva y es muy diferente a los partidos de los profesionales, donde se juega en silencio y se aplaude únicamente cuando se define un punto. Acá por el contrario, se vive más como nosotros respiramos el fútbol, con gritos, alientos y colgados del alambrado”, enfatizó.
“La llegada a Estados Unidos me ayudó a engancharme de vuelta con el tenis; el compartir con un grupo y el estar en el día a día con compañeros, me ayudó a relanzar mi carrera como tenista”.
Germán arribó a la Tennessee Wesleyan University (TWU) en enero de 2020, dos meses antes de que se desate la pandemia en todo el mundo, contexto el cual afirmó que no lo afectó, porque en Athens, la pequeña ciudad donde residente, las restricciones no fueron tan exigentes, pudo seguir con sus entrenamientos y perfeccionar su inglés.
Logró con Los Buldogs, el nombre del equipo de la TWU, el campeonato de la Liga Regular y de Conferencia, además de avanzar en cuatro instancias a semifinales y a dos finales de la Liga Nacional. Mientras que –individualmente- recibió -en dos de las cuatro temporadas que compitió en el deporte becado norteamericano- el premio All American, como mejor jugador de la Liga.
Desde hace diez días, está en Gualeguaychú para pasar las vacaciones y las fiestas de fin de año junto a su familia, antes de volver a Estados Unidos en enero, en lo que será su último año con beca. El 2024 fue bisagra para el tenista de 25 años porque logró la meta de recibirse.
“Después de cuatro años y medio me gradué en Gestión Deportiva y le puse el moño a mi residencia en Estados Unidos, porque el principal objetivo era completar la carrera universitaria”, manifestó Delcanto.
“Después de cuatro años y medio me gradué en Gestión Deportiva y le puse el moño a mi residencia en Estados Unidos, porque el principal objetivo era completar la carrera universitaria”.
Ahora, proyecta reforzar su formación académica y al respecto anticipó: “Mi idea es en el último año que me queda de la beca es hacer un Máster relacionado a lo que estudié y lo haré en otra universidad, a la cual también representaré como tenista”.
En cuanto a los anhelos deportivos, Delcanto expresó: “Mi prioridad es meterme en el ranking ATP, siento que estoy en deuda conmigo mismo, porque considero que desde los 16 años tengo nivel para competir en el circuito mundial. Por tomar otro camino en el tenis y en la vida, siento que no jugué la cantidad de torneos que debería, así que el objetivo sería jugar torneos en Europa y sumar puntos para cumplir ese objetivo”.
“Considero que estoy ante mi última gran oportunidad y quiero quemar mis últimos cartuchos para cumplir ese sueño. Sino analizaré continuar ligado al tenis como coach, que es una función que me apasiona y que me gustaría hacerla más profesional, es decir meterme en los grandes torneos como entrenador”, completó.
Cabe resaltar que Germán Delcanto aprovecha el intervalo entre el cierre lectivo y su regreso al país, para viajar por Estados Unidos a dar clases de tenis, con el objetivo de juntar dinero y recorrer las ciudades más cosmopolitas, como Nueva York, donde hasta hace unos meses trabajó en un Country Club, mientas que años anteriores brindó sus conocimientos en la prestigiosa Universidad de Stanford, en California, en otras de las experiencias enriquecedora que vivenció en su residencia en Estados Unidos.