
Será colocada en el atrio de la Catedral a las 11 del viernes. Se realizará un acto sencillo pero con una alta carga de emotividad. Lleva la leyenda "Soldado solo conocido por Dios". Estarán presentes familiares, compañeros de Carlos e integrantes de la Comisión de Familiares de caídos en Malvinas.
Elsa Mosto, hermana de Carlitos, explicó que la placa estuvo 36 años en una tumba con la leyenda "Soldado Argentino solo conocido por Dios", hasta que se realizaron los estudios forenses y se identificaron los restos de uno de los caídos en acción que tiene la ciudad en el conflicto del Atlántico Sur. Fue entonces cuando se reemplazó el mármol por otro que lleva el nombre del soldado de la ciudad.
Los restos de Carlos Mosto fueron localizados el año pasado luego de un trabajo en conjunto entre la Cruz Roja Internacional y el Equipo Argentino de Antropología Forense. El cuerpo ubicado en el sector B, fila 5, tumba 4 del cementerio fue encontrado envuelto en una manta verde dentro de una doble bolsa plástica blanca, con dos paquetes de cigarrillos Camel y Chesterfield, un peine, chiclets, 3 balas y una carta en el bolsillo,
Elsa señaló que sería muy importante que la gente de la ciudad acompañe este acto de descubrimiento, ya que "no se trata de una placa cualquiera. Estamos hablando de una que forma parte de la historia argentina, particularmente de un hijo de Gualeguaychú".
La hermana de Carlos que siguió la lucha de Blanca -su madre- por saber dónde estaban los restos del ser querido que falleció en acción, contó que "una vez que reemplazaron la placa original por la que lleva el nombre de Carlos Gustavo Mosto, no sabían qué hacer con la que estuvo por más de 30 años al pie de la tumba. Pidieron a la comisión de familiares que se las dieran, y que por intermedio de ellos iban a ser entregadas a los familiares que lo solicitaran para ser ubicadas en lugares emblemáticos.
Ya se han colocado "placas en la basílica de Luján, y otra que hizo el mismo recorrido que San Martín durante el cruce de Los Andes, quedó entronizada en el Cristo Redentor.
En nuestro caso, la placa quedará en la Catedral de Gualeguaychú, porque "forma parte de la historia de la ciudad.
Elsa recordó que el 26 de marzo del 2018 pudo viajar junto a su hija Evangelina a las Islas Malvinas. Dijo que ver dónde descansan los restos de su hermano le provocó "una suerte de sensaciones encontradas, difícil de expresar en palabras". Sensaciones que "experimentan todos los familiares que visitaron el cementerio. La ansiedad de hermanos, tíos, hijos y padres de combatientes por llegar a un lugar y saber que en el mismo están los restos de un ser querido, es muy fuerte, y ver el nombre de un familiar inscripto en la placa de una tumba es una caricia al alma, luego de décadas de no saber dónde estaba".
El acto
Este viernes a las 11 se descubrirá la placa y se cantará el himno y la marcha de Malvinas. En la ocasión hará uso de la palabra la presidenta de la Comisión de Familiares, María Fernando Araujo, un compañero, José Luis Andino, y la propia Elsa Mosto.
La comisión de familiares trabaja para tratar de llegar a los familiares de los 649 héroes e insisten en que se apruebe una ley para que se puedan hacer tres viajes como mínimo a Malvinas, y poder llevar fundamentalmente a las madres a la tumba donde descansan sus hijos en el cementerio de Darwin.
En 1982, Mosto tenía 23 años, y estudiaba medicina en la Universidad de La Plata, por eso, durante la guerra se desempeñó como paramédico. El 22 de marzo pasado se cumplieron 59 años de su nacimiento. Falleció el 11 de marzo de 1982 en un bombardeo de la aviación británica terminó con su vida. Llegó a Puerto Argentino como voluntario, tomando el lugar de un compañero que se descompuso cuando el Regimiento se embarcaba con destino a Malvinas.
Se lo conocía como el "Ángel de Los Pozos", mayor que el resto de los conscriptos, había pedido prórroga por sus estudios universitarios de medicina, el que curaba a sus compañeros bajo el fuego inglés, el que leía la Biblia en su trinchera fría y húmeda, el que hoy tendrá un sentido homenaje en la catedral de la ciudad con el descubrimiento de una placa de granítico negro que estuvo al pié de su tumba por 36 años.