CRISIS PROFUNDA
En 2022 cerraron 40 estaciones de servicios en el país: cuántas de ellas fueron en Entre Ríos
La Secretaría de Energía de la Nación informó que durante 2022 cerraron en el país más de 40 estaciones de servicio. En Entre Ríos fueron cinco, la segunda jurisdicción con más desapariciones de estos emprendimientos comerciales, detrás de Buenos Aires, donde desaparecieron 19.
El dato refleja y confirma la tendencia de reducción del sector, que se observa desde hace más de 20 años.
Precisamente, datos de la Cámara de Confederación de Entidades el Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina, hasta 1999 en la provincia había 277 estaciones de servicio, según datos oficiales. Estaban presentes las firmas YPF, Shell, Esso, EG3, Rhasa y otras siete marcas.
En tanto, en la actualidad hay casi 200 estaciones: unas 198, con más precisión, según dijo el vicepresidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Entre Ríos, Mario Amado. Por lo tanto, durante este siglo XXI, casi 80 estaciones desaparecieron en la provincia.
En cuanto a la estadística oficial acerca de lo ocurrido durante el último año, el relevamiento mostró que en 15 jurisdicciones disminuyó el número de bocas de expendio de estas características. Además de lo mencionado sobre provincia de Buenos Aires y Entre Ríos le siguieron también con cinco cierres Formosa y Neuquén, cuatro estaciones menos en Catamarca (4), y una La Rioja. Solo como contrapartida, hubo dos altas en Santa Fe y cinco en Santiago del Estero, únicas jurisdicciones con incorporaciones de nuevos actores al mercado de hidrocarburos.
Según ese informe, el mercado de los combustibles hoy en día apenas supera los 1.000 negocios, de los cuales 784 sólo despachan combustibles líquidos y las 218 restantes son duales, según el informe oficial de la Secretaría de Energía de la Nación.
Empresarios del sector apuntan como hace tiempo, que la principal causa de la crisis del sector es la ecuación deficitaria de la rentabilidad, ya que los ingresos están cada vez más comprometidos, ya que por un lado tienen precios de venta al público regulados, y como contrapartida, incremento de costos operativos a la par o más que la inflación.
Vale recordar que los ingresos de las estaciones de servicio corresponden con un porcentaje fija de las ventas. Por ello, uno de los planteos que vienen haciendo desde el sector pyme de los combustibles, es que se modifique esa alícuota.
“La mitad de las estaciones de servicio vende hoy un promedio menor a la que necesitaría de la línea de flotación económica, de supervivencia. Es la pelea que tenemos desde la cámara, por mejores comisiones. Hay estaciones que son únicas en los pueblos”, dijo el dirigente empresarial entrerriano.
En la provincia, el 99% de las estaciones son pymes familiares, ya que si bien en la mayoría de los casos son oficiales –de alguna petrolera– son manejadas o gerenciadas por familias entrerrianas, apuntó.
Respecto de la crisis del sector, argumentó “planchar el precio debajo de la inflación, mientras que el precio de venta es la comisión fija. Vamos dejando la rentabilidad y nos estamos comiendo el capital de trabajo. En las actuales condiciones no hay forma de revertir ese proceso”, indicó.
Es que para evitar una mayor escalada inflacionaria, el gobierno nacional viene frenando aumentos o actualizaciones de los precios de los combustibles en los surtidores.
Por ejemplo, los impuestos incluidos en los combustibles, que deben ser actualizados por trimestre, están congelados desde octubre; el Gobierno decidió diferir esos ajustes. Lo mismo sucede con el valor del combustible propiamente dicho.
Precios Justos
A propósito de ello, el fin de semana, los empresarios del interior del país nucleados en Cecha, plantearon a través de un documento, sus observaciones acerca de la decisión del Gobierno de extender el programa Precios Justos para los combustibles.
Al alertar sobre la situación del sector, mencionaron que la medida pone en peligro la subsistencia de las estaciones de servicios y los miles de fuentes de trabajo que hoy garantiza el sector. “Con este desfasaje no podemos pagar los aumentos de salarios acordados con el gremio”, aseguraron.
“Si bien consideramos que el programa implementado entre el Gobierno y las petroleras da cierta previsibilidad, al establecer un sendero de aumentos contenidos. Ello pone en jaque al sector, que viene sobreviviendo en un contexto de aumento generalizado de los costos, precios intervenidos por el Estado y paritarias por encima de la inflación”, advirtieron.
Y brindaron una serie de datos, para graficar la realidad: “Con un incremento proyectado de los combustibles del 16% (de aquí a cuatro meses) no podemos hacer frente de ningún modo, al aumento del 30% correspondiente al ajuste paritario cerrado con los trabajadores”, para el primer semestre de este año, advirtieron. “Esta política, llevada adelante entre el Gobierno y las petroleras, y de la que no formamos parte, pese a nuestros reclamos, resulta inequitativa para las miles de estaciones que sostienen el expendio de combustibles en todo el país”, aseguraron.
Y renovaron su pedido por “una rentabilidad razonable” para las pymes “que nos permita mantener abiertas las bocas de expendio”, que posibilite cubrir los costos de operación, y mantener las fuentes de trabajo de más de 62.000 empleados/as que tiene el sector.
“Reclamamos una participación activa, en la mesa conformada por el Gobierno y las petroleras, donde se debaten estos temas, para poder aportar propuestas concretas que permitan modificar, la grave situación por la que atravesamos”, plantearon.
A estos datos sobre los márgenes de comercialización, se debe agregar un dato no menor: que por la sequía, los expendedores de combustibles tendrán menores ventas, ya que la cosecha será mucho menor, advirtió Amado.