Los empleados de la oficina Gualeguaychú de la Administradora Tributaria Entre Ríos manifestaron su preocupación a legisladores provinciales y nacionales por la supuesta tercerización de las funciones de ese organismo.
Estela Gigena La información se conoció a través del sitio web Página Política, de Paraná. Allí se indicó que "la Administradora Tributaria de Entre Ríos (ATER) está en la puerta de un proceso de tercerización de funciones. Esa tarea pasaría a llevarla a cabo la consultora Grupo Relcat, que se ha especializado en aplicar "innovación tecnológica" a una gestión de un ente público como una empresa privada. El dato lo confirmó a Página Política personal que trabaja en el seno de la ATER."La iniciativa de otorgarle a la consultora las funciones sería del ministro de Economía, Hugo Ballay, hombre de confianza de Sergio Urribarri". Asimismo, se hizo saber que "Marcelo Casaretto, titular del organismo desde su creación en 2011 cuando se inició la segunda gestión del mandatario saliente, está en desacuerdo con el proyecto. Antes de viajar a Japón, en donde se encuentra para presenciar el periplo de River Plate, dejó a disposición su renuncia", publicó el medio paranaense."NOS OPONEMOS A ESTA PRIVATIZACIÓN ENCUBIERTA"Ante esta especie periodística, los empleados de la oficina local de ATER enviaron una nota a los legisladores provinciales y nacionales por Gualeguaychú, donde plantearon que "el Personal de la ATER, R.T. Gualeguaychú, solicita realice un pedido de informe ante la noticia aparecida en página política.com: "Impulsan la tercerización de funciones de ATER", y nos confirme sobre los alcances, términos del convenio y erogación que significaría la contratación de la consultora Grupo Relcat, y la situación de los empleados frente a la tercerización".Aseguraron luego que "para quienes tenemos experiencia, primero en la D.G.R. y luego en la ATER, sabemos que cada vez que se contrató a una consultora, los empleados - indirectamente -, le hacíamos el trabajo a dicha consultora, mirábamos cómo se llevaban los dineros de los impuestos que pagaba el pueblo en porcentajes más que sorprendentes, y se iban dejando a la institución y a la provincia fundidas. Hay que recordar el desastre que nos dejó la Consultora Reales", advirtieron.Indicaron luego que "este tipo de novedades, que evidentemente surgen de alguien con intereses creados - seguramente en su propio beneficio- estamos convencidos que no corresponde, ya que la dedicación del personal de ATER ha quedado demostrada en el tiempo, habiendo sido destacada en varias oportunidades por el Sr. Director Ejecutivo, el Sr. Ministro de Economía y el Sr. Gobernador de la Provincia. En reiteradas oportunidades se reconoció a Entre Ríos como una de las provincias con más crecimiento en la recaudación a partir de la creación de la A.T.E.R.".Finalmente, denunciaron que "tanto los empleados directamente, como sus gremios representantes, no fuimos tenidos en cuenta en ninguna de las instancias de la ejecución de semejante transformación, por lo que deducimos que cualquier trámite de este tipo realizados en las sombras, significa que nos veríamos muy perjudicados, tanto los que directamente dependemos del organismo, como quienes son los que sostienen el mismo a través del pago de sus impuestos. Es por eso que rotundamente nos oponemos a esta privatización encubierta de un servicio público tan sensible para pueblo".TEMORES"Como ha pasado en otros casos cuando se contrata una empresa de este tipo, empiezan a sacar estadísticas del personal: quiénes son los que tienen 65, quiénes son los que tienen hasta 58, quiénes son los 'jubilables'. Después, ofrecen un retiro voluntario y empiezan a sacar gente", advirtió Marcelo Britos, delegado de ATE en la oficina local de la Administradora Tributaria de Entre Ríos.Recordó luego que "hace años hubo una consultora de Buenos Aires que trabajó con la cartera de morosos. Cobraron millones de pesos. Ellos se encargaron de la carpeta de deudores, pero no de los acomodados que había en ese momento. Se intimaba a kiosquitos, taxis, despensas, al grueso de la gente, pero las deudas abultadas de los acomodados no se tocaron. Se hizo una auditoría cuando hubo cambio de gobierno y le sacaron todo el trabajo que estaban haciendo porque fue una barbaridad".Respecto al malestar que sienten los empleados de ATER, Britos comentó que está basado en que "si llegaba a salir ese asueto que sonaba el viernes o el lunes, no habría nadie en las oficinas y ellos empezaron a trabajar. Si volvíamos el 16 de enero íbamos a encontrarnos con todo hecho. En todas las oficinas queda una guardia de dos o tres personas, y nos hubiésemos encontrado con que está todo resuelto. Al movernos de esta manera, no estamos haciendo paro, ni medida alguna, simplemente estamos pidiendo información" y recalcó: "el malestar de la gente es porque empiezan los fantasmas de despidos y retiros voluntarios".
