POLÉMICA
El proyecto que propone prohibir las SAD en Entre Ríos será tratado nuevamente
El 30 de julio de 2024 ingresó a la Cámara de Diputados un proyecto de Ley que propone ordenar por ley la prohibición de la transformación de los clubes en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). El 1 de agosto ingresó para su tratamiento en las comisiones de Deportes y de Legislación General. El 21 de agosto fue tratada nuevamente en reunión de ambas comisiones.
El martes 10 a partir de las 17 el proyecto del diputado de Unión por la Patria-Más para Entre Ríos, Juan José Bahillo, será tratado nuevamente en reunión conjunta de ambas comisiones. Será en la Sala de Comisiones y contará con la participación de invitados. Se trata de Pablo Hojman, director general de Inspección de Personas Jurídicas y Registro Público de Entre Ríos; el abogado Emilio Fouces, presidente del Club Atlético Estudiantes; y Hugo Grassi, de la Federación Entrerriana de Clubes.
En los fundamentos del proyecto, Bahillo sostuvo que “los clubes como asociaciones sin fines de lucro forman parte esencial de nuestra historia y cultura popular, esta Cámara de Diputados debe reafirmar la importancia de preservar su estructura y propósito original”. Añadió que “la historia del surgimiento de los clubes en nuestro país está estrechamente ligada a las conquistas de derechos de la clase trabajadora, al asociativismo y a la unión comunitaria”.
El portal Bicameral indicó que desde Juntos por Entre Ríos opinaron que el proyecto podrá pasar por las comisiones, pero su sanción está lejana. Fuentes del oficialismo en la Comisión Bicameral deslizaron a aquel portal que no pueden oponerse “a las SAD porque es una iniciativa nacional, lo que sí se puede es reglamentarlas a través de la Inspección de Personas Jurídicas”, y agregó que “de igual modo no va a salir el proyecto, la mayoría se opone”.
En los fundamentos, el legislador opositor expresó que “la adopción del hábito deportivo en la niñez y la adolescencia promueve el desarrollo físico y mental, así como habilidades psico-afectivo-sociales que favorecen la vida en sociedad” y opinó que “la práctica del deporte es una política de salud preventiva que ayuda a combatir enfermedades evitables, el sedentarismo y el sobrepeso, mejorando los estándares de vida y previniendo situaciones de violencia, consumo problemático de drogas y adicciones”.
Bahillo, entre otros argumentos, fundamentó su proyecto en que “los clubes deportivos son la base del sistema institucional del deporte en Argentina y no deben ser subsumidos a una lógica mercantil. Como asociaciones sin fines de lucro, representan un eslabón crucial en el desarrollo formativo y educativo de la población, fomentando la práctica de disciplinas amateurs y la participación social y comunitaria en instituciones democráticas”.
El legislador expresó que “los clubes no tienen dueños; son entidades democráticas donde los socios y socias eligen periódicamente a sus representantes, quienes deben rendir cuentas sobre la administración del patrimonio social. El modelo de sociedades anónimas deportivas (SAD) contradice nuestra historia y la participación ciudadana, desvirtuando el carácter democrático y comunitario de los clubes”.
Tras recordar que durante la pandemia Covid-19 “clubes de barrio y afiliados a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) abrieron sus instalaciones para vacunatorios, centros de aislamiento, comedores y merenderos, demostrando su compromiso y solidaridad con la comunidad” resaltó que “en las últimas décadas, muchos clubes han desarrollado áreas y departamentos sociales que realizan acciones desinteresadas en favor de la comunidad, promoviendo la educación, el acceso universal al deporte, la actividad física y la recreación”.
Bahillo cuestionó “la visión parcial del deporte como espectáculo, propiciada por el Presidente Javier Milei, niega la función social que los clubes desarrollan en la comunidad y en las numerosas disciplinas deportivas que no generan ganancias económicas. Un ejemplo claro es el crecimiento del fútbol femenino, que aún no es lucrativo, pero continúa avanzando hacia la profesionalización y la equiparación de derechos y salarios”.
Finalmente precisó que “existen numerosas experiencias en el mundo donde la implementación de SAD ha llevado a importantes clubes a la quiebra. Además, las SAD son plataformas propensas para el lavado de activos provenientes de delitos transnacionales, el narcotráfico y los sobornos deportivos, especialmente con el auge de las apuestas deportivas”.