GIRA INTERNACIONAL
El presidente Javier Milei habló en el BID: “La justicia social es una aberración”
Dio un mensaje ante un selecto grupo de invitados del Banco Interamericano de Desarrollo, donde defendió su Gobierno y las políticas económicas aplicadas a lo largo del año pasado para frenar la inflación y conseguir el superávit fiscal. En un momento del discurso su propio teléfono comenzó a sonar, lo que provocó un nuevo exabrupto ante los ojos del mundo.
En un discurso de 85 minutos, Javier Milei defendió su plan de ajuste económico ante un selecto grupo de invitados por Ilan Goldfajn, titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En un organismo multilateral que justifica su existencia en la ayuda crediticia a los gobiernos de América Latina, el presidente argentino fue implacable: “El Estado es una organización criminal”, dijo. A su lado, Goldfajn sonrió resignado.
Milei llegó a la sede del BID junto a Karina Milei –secretaria General de la Presidencia–, el ministro de Economía Luis Caputo, el canciller Gerardo Werthein y el portavoz Manuel Adorni. No estuvo el asesor Santiago Caputo, que se sumó a la delegación oficial al final del viernes.
“Si ustedes toman las estimaciones de Angus Maddison a fines del siglo XIX, Argentina era uno de los tres países con mayor PBI per cápita del planeta“, recordó Milei en su alocución y añadió: “Argentina se había convertido en una verdadera catástrofe cuando nosotros llegamos al poder. Argentina estaba claramente debajo del promedio de la tabla”.
Milei elogió al jefe del Palacio de Hacienda, Luis Caputo; al secretario de Finanzas, Pablo Quirno, al titular del Banco Central, Santiago Bausili, y al ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger. “Nosotros lo que decidimos fue sincerar la situación, porque básicamente de esa manera los productos volverían a aparecer en las góndolas. Y ese sinceramiento implicó encontrarnos con 57% de pobres, que es el número registrado en enero del 24. Cuando nosotros llegamos, la inflación venía corriendo a más del 1% diario y después se aceleró más durante la segunda semana de diciembre”, aseguró el Presidente.
Y agregó: “Entonces la pregunta es, ¿cómo llegaron a este desastre? Pues el modelo de la casta tiene dos elementos: la idea aberrante de los socialistas de que ‘donde hay una necesidad, nace un derecho’. (...) La justicia social es una aberración desde el punto de vista moral y naturalmente, como era de esperar, va a generar malos resultados”.
Cuando concluyó su presentación, Goldfjan tomó el micrófono y comentó que utilizaría su discurso para plantear nuevos métodos de crecimiento a los presidentes de los países que son socios del BID. En este contexto, el titular del BID le preguntó sobre su perspectiva ideológica de la economía y el ajuste que aplicó en la Argentina. “El ajuste hay que hacerlo sobre el Estado, y no sobre el sector privado”, contestó Milei con una sonrisa.
Antes de las palabras presidenciales, Goldfajn había elogiado el programa de ajuste del gobierno. Es decir: su discurso como titular del BID avaló la posición anarco capitalista de un presidente que está revisando la naturaleza institucional de todos los organismos multilaterales, desde la ONU y la OMS al BID y el FMI.
“El presidente Milei ha enfrentado el déficit fiscal de Argentina, un desafío crónico y muy difícil que ha causado problemas a Argentina durante generaciones. Tomó un gran déficit primario del 2,9% del PIB a fines de 2023 y lo convirtió en un superávit del 1,8% a fines de 2024″, elogió Goldfajn.
Y completó: “Su programa de racionalización y simplificación de las regulaciones en Argentina ha sido notable, probablemente con efectos a corto pero también a largo plazo. Los resultados están a la vista de todos. La inflación mensual ha caído a su nivel más bajo en cuatro años y medio, cerca del 2%. Y los indicadores de actividad real se han estado recuperando desde hace meses: empleo, salarios reales, inversión”.
El exabrupto del Presidente
Javier Milei protagonizó una nueva polémica luego de que se viera obligado a interrumpir su exposición en el BID debido a que su teléfono, con el que uno de sus asesores transmitía el evento, no paraba de sonar.
"Es un imbécil mal nacido”, afirmó mientras delimitaba los detalles de su discurso titulado “El modelo económico argentino” cuando el mandatario debió dejar de leer sus escritos para comentar que había un teléfono celular sonando.
“Ese teléfono está terrible. Es el mío, ¿no?”, preguntó entre risas, y luego de que uno de sus colaboradores le respondieran que lo llamaban para molestarlo, el libertario sentenció: “Lo hacen apropósito. Es un imbécil mal nacido”.
El auditorio tomó con gracia la escena y luego de reírse del episodio, lo aplaudieron. El aval de los asistentes hizo que el jefe de Estado redoblara la apuesta y recordara el debate presidencial contra el excandidato a presidente, Sergio Massa, en el que cuestionó la presencia de “tosedores” que, según expuso, intentaban arruinar su participación.
“Llaman porque saben que están interrumpiendo la charla. En algunos casos, a esos simpáticos que están tratando de interferir le decimos cabeza de pulpo, que tiene el aparato digestivo en la cabeza, y la tiene llena de excremento”, aseveró, y sumó: “Pero bueno, de Argentina se puede esperar cualquier cosa”.
Es de público conocimiento la irritabilidad que le genera al mandatario las interrupciones durante sus discursos. No es la primera vez que lo expone, por lo que considera que sus detractores, al corriente de su malestar, buscaron perturbar su desempeño. Para su tranquilidad, sus colaboradores lograr silenciar el aparato.