“El marketing logró igualar el alcohol con la diversión”
La industria, con la complicidad del mundo adulto, fomenta la toxicidad del estilo de vida de los adolescentes y jóvenes. Eso piensa el doctor Germán Fernández, Jefe de Emergentología del Hospital 'Juan A. Fernández' de la ciudad de Buenos Aires. Invitado por la Fundación OSDE, el especialista dio charlas en Gualeguaychú sobre enfermedades de alto impacto social. En diálogo con EL DIA, advirtió que el alcohol ha colonizado la diversión juvenil. Por Marcelo Lorenzo - ¿Qué son las "enfermedades de alto impacto social"? Dr. Germán Fernández:- Le cuento una anécdota. En varias filiales de OSDE, en los programas especiales que hacen a la parte de la medicina de prevención, nos pedían que titulemos la problemática del alcoholismo, y dada la repercusión que tiene esta enfermedad, surgió lo de alto impacto social. Creemos que describe bien el problema. Siempre cuento que cuando era estudiante de medicina, el alcoholismo que veíamos en el hospital era el crónico. Gente que había tomado durante mucho tiempo sin control. Es más, bebía más que se alimentaba. Hasta que terminaba lastimando el hígado, desarrollando una cirrosis hepática. Su imagen típica era el panzón con agua en la panza. Con el tiempo empezamos a ver otro fenómeno: el alcoholismo agudo sobre todo en la población joven. El fuerte bebedor del fin de semana, que conduce alcoholizado y se mata. Estamos viendo, por tanto, otra forma del alcoholismo respecto de lo que se veía antes. - ¿Cree que ha cambiado la cultura alrededor del alcohol?- Totalmente. Estamos frente, insisto, al fuerte bebedor del fin de semana. Aquel pibe que va al boliche a bailar y se emborracha porque de lo contrario siente que no se divierte. El marketing logró igualar el alcohol con la diversión. No hay una sola publicidad de alcohol que no asocie el producto con momentos de alegría, o prometa que tomando a uno le va a ir bien. Todos fuimos algún día pibes. Y el alcohol, en el boliche, uno lo tomaba en un contexto de reunión social. Pero no llegaba medio borracho, como ahora. En el pasado uno entraba al boliche a bailar. - ¿Ahora reunirse a bailar es la excusa para tomar?- Es lo que sugiere la 'previa', la instancia precedente de apresto emocional de los jóvenes, antes de ir al boliche, donde ya se empiezan a tomar, en medio de la mirada tolerante de la familia. Esto ya está naturalizado, se ve bien. Pero lo que preside todo es la idea de que si no hay alcohol en el medio no hay diversión. Y ése es el mensaje que baja de la publicidad. No hay posibilidad de felicidad sin Gancia o sin la cerveza Quilmes en el medio. La presión mercantil - A propósito esa marca de cerveza difunde una publicidad en la cual recomienda no manejar si uno ha tomado...- Sí, claro, seguí con la diversión, que no pasa nada. Lo que pasa es que muchas empresas ya no pueden disimular, ven que hay una corriente de opinión que advierte sobre estas cosas. Los médicos estamos hablando mucho en contra. ¡Ojo, a mí me gusta el alcohol y pasarla bien con mis amigos! No soy un monje tibetano. Pero hay que hablar de la presión mercantil que, con el afán de vender la bebida, la asocia todo el tiempo con la diversión juvenil (...) Además, cuando tomo no manejo. Los pibes no hacen eso. Por eso se nos matan en la madrugada. Andan 'chupados' por la ruta y se matan. La mitad de los accidentes de tránsito en Argentina, está relacionada con el alcohol. Por esta causa por día se mueren 22 personas. Mientras que las noticias a veces hacen foco en otros episodios. - Queda claro que la problemática involucra fuertes intereses comerciales. Lo cual le agrega una dificultad adicional.- En Occidente hay dos adicciones permitidas. Una es al alcohol y otra al tabaco. Digo esto porque en algunos países islámicos está prohibida la venta de alcohol. Pero bueno (...) Afortunadamente en Argentina existe una ley antitabaco, que hay que hacer cumplir fuertemente. El argumento de ciertos legisladores, para mitigar la legislación, era que estaban involucradas las economías de las provincias tabacaleras, como Salta o Misiones. En ese caso, hay que ser creativos. El Estado puede, por ejemplo, subsidiar a los productores hasta que cambien el cultivo. No sé. Lo que no se puede negar es que el tabaco está matando de cáncer. Paralelamente, sabemos que la industria de la bebida es muy fuerte, al igual que su sistema de comercialización. Y tiene ramificaciones en toda la economía global. - Usted es Jefe de Emergentología del Hospital 'Juan A. Fernández', de la ciudad de Buenos Aires. Imaginamos que desde ese lugar se ven las secuelas más dramáticas del alcohol...- Me ha tocado atender a chicos en emergencia con descompostura por la ingesta de alcohol y ni siquiera habían entrado al boliche, ya venían borrachos de la casa. En realidad, el hospital se llena los fines de semana de jóvenes alcoholizados. Por otra parte, están los muertos por accidentes de tránsito, que están ligados estrechamente a esta problemática. Rostro más joven y de mujer- ¿Es cierto que ha bajado la iniciación social respecto de la bebida?- Bueno, el alcohol es como el SIDA: cada vez es más joven y cada vez es más mujer. No digo que la mujer consuma más que el varón, pero su ingesta es creciente. Diría que mientras en el caso de los hombres el consumo está en una meseta, en la mujer está en una espiral ascendente. El mercado femenino ha sido conquistado por las bebidas dulzonas, por los vinos espumantes. Por otro lado, se empieza a beber a más temprana edad. Ya hay chicos de entre 12 y 13 años que consumen alcohol. Algunos hacen la "previa" en sus casas. - ¿Cómo se explica eso?- Es algo difícil de responder. Y quizá un sociólogo nos ayude. Sólo puedo contar una anécdota. El hospital Fernández tiene un lugar de atención en Palermo. Es una zona que tiene costanera, y donde hay muchos boliches. Hace tres años entra una criatura de 15 años con coma alcohólico, casi muerta. Los compañeros, que la trajeron, nos dieron el número telefónico de los padres. El papá viene enojado y me encara mal. Me dice: "¿Sabe quién tiene la culpa, doctor? Es la policía, que no controla". Resulta que la hija se había alcoholizado en su casa. La piba se cayó en la vereda. Antes de entrar al boliche se había desplomado descompuesta. Para este señor, por lo visto, tendría que haber un policía frente a la puerta de su domicilio que hiciera alcoholemia. Esto debería hacer reflexionar a los adultos, que parecen estar dormidos o mirando para otro lado. Hay tolerancia hacia el abuso del alcohol. Y la consecuencia es la muerte. Los alcohólicos antes se morían de cirrosis. Hoy son más y se mueren por los mal llamados accidentes de tránsito. - ¿En qué medida esta sustancia compromete, en los más chicos, el desarrollo cognitivo?- Se pierde de vista que el alcohol es un neurotóxico (afecta el sistema nervioso central). Según la dosis, hasta puede ser un anestésico general. De hecho, cuando no existían las drogas anestésicas, se usaba el alcohol para ese fin. No en sorbitos, como aparece en las películas. Ponían al paciente casi en coma alcohólico. Lo dormían totalmente para amputarle, por ejemplo, una pierna. Es decir, es un depresor del sistema nervioso central y punto. - Entre los jóvenes, los fines de semana ¿no habrá una búsqueda, más o menos consciente, de autointoxicación?- Bueno, ellos no desconocen los efectos sedantes en el sistema nervioso, alteración que inicialmente se traduce en una leve euforia y menor inhibición. Todo depende de la dosis que se consuma. Si vas tomando en cantidades pequeñas, el organismo absorbe lentamente la sustancia, hasta quedarte dormido. En ese caso, uno se puede plantear la posibilidad de dejar de tomar. Ahora, los chicos recurren a la alta dosis, fondo blanco, y absorben de golpe. A veces, si no se saca del cuerpo la sustancia con un lavaje de estómago, corren riesgo de ir al coma alcohólico. La graduación alcohólica en sangre, en efecto, está relacionado con el deterioro neurocognitivo. ¿Qué hacen los adultos? - Usted tocó el tema de la responsabilidad de la sociedad adulta...- Porque es clave. Hay que hablar de estas cosas en la familia, para educar. Cuando hago charlas, a los padres les digo más o menos siempre lo mismo. Finalmente, somos responsables directa o indirectamente, por acción u omisión, sobre lo que ocurre. Los dueños de la industria, los que montan la publicidad son los adultos, no los pibes. Los que comercializan la bebida, también son adultos. Y en casa, quienes dejan hacer, lo mismo. Cuando uno es chico cree que todo es posible. Los padres, que quieren lo mejor para nosotros, están allí para recordarnos que hay límites. Entonces uno empieza a razonar diferente. Puede llegar a comprender, entonces, que para divertirse, algo tan propio de los jóvenes, no hay que necesariamente emborracharse. No es cierto que si uno no 'chupa' no se divierte. Si se lograra desterrar esta idea entre los jóvenes se avanzaría mucho. El deporte, una solución - El alcohol ha colonizado el tiempo libre, el ocio juvenil. Ese parece ser el problema.- El ocio en el sentido cultural que le daban los griegos. Por eso aquí es clave el deporte. Es importante que los chicos practiquen algún deporte. Esto los cuida. ¿Por qué? Porque si el fin de semana hay un partido, entonces me tengo que cuidar. La cultura del deporte es una respuesta a la cultura del abuso del alcohol. Estamos, en realidad, frente a una problemática que tiene muchas aristas. Esto no es un triángulo, que hace que uno mire de arriba y domine todo. Esto es un poliedro. Tiene distintas caras. Se necesita del Estado para regular. Pero no se trata de que haya un policía en la puerta de casa. Y esto porque la educación está en la casa, en el colegio y en la sociedad. Las pautas normativas se bajan de todas las estructuras sociales, pero los padres no pueden dejar de hacerse cargo (...) Con respecto al negocio, creo que con el alcohol va a terminar pasando lo que pasó con los cigarrillos, donde una etiqueta no sólo dice que fumar es perjudicial para la salud sino que muestra un cáncer de pulmón. Va a llegar el momento en que las bebidas alcohólicas van a mostrar la imagen de accidentados alcoholizados. La sociedad va a tener que hacer una cosa así. Algunas reacciones - ¿Qué reacciones ve en este sentido?- La presencia, por ejemplo, de la Asociación Madres del Dolor, formada por grupos de mujeres argentinas que perdieron a sus hijos en distintos hechos de violencia, las cuales van a los boliches para pedirles a los pibes que por favor no manejen si han bebido alcohol. Ahí hay una respuesta social contundente. Estas madres están en todos los lugares del país. Y su prédica se hace escuchar. - ¿Cree importante regular la nocturnidad?- Totalmente. Hay que ser firmes, por ejemplo, en los controles de alcoholemia. Si es necesario, hay que sacarles a los conductores el registro por siete años. Hay que evitar que se maneje alcoholizado. Esa es la premisa. - Se dice que el alcohol es la puerta de entrada a otras drogas.- Y es correcto. Se combina perfectamente con el tabaco y las otras sustancias llamadas 'ilícitas', como la cocaína (...) Los pibes hoy están tomando mucho Fernet. Le llaman 'Fernando'. Se sabe muy poco que es una de las bebidas que mayor graduación alcohólica tiene. Porque está compuesta de varios tipos de hierbas, se lo ve como algo digestivo e inocuo. Si embargo, su graduación alcohólica es del 45%. Es más alta que la del whisky o del vodka. Por otro lado, los chicos toman mucha bebida blanca, producida por destilación, y de alto contenido alcohólico. Realizan una recolección del dinero -una 'vaca', como lo denominan ellos- para comprar bebidas fuertes, que después mezclan. Los chicos no toman tanto vino. Y si lo hacen lo mezclan con el jugo de naranja. Este tipo de cócteles potencia los efectos adversos del alcohol. Ficha técnica El Dr. Germán Fernández es Jefe de Emergentología del Hospital 'Juan A. Fernández' de la ciudad de Buenos Aires y Director Médico del ITLS (Internacional Trauma Life Support) para la República Argentina.También es Jefe de Trabajos Prácticos de la Universidad de Buenos Aires, de la Universidad del Salvador y de la Universidad Favaloro, Instructor ATLS (Advanced Trauma Life Support), y Miembro del ACEP (American College of Emergency Physicians).Invitado por la Fundación OSDE -que promueve actividades en los campos de la cultura y la salud-, Fernández expuso el jueves 27 de septiembre pasado en el Club Social y Cultural Sirio Libanés sobre "Atención Inicial ante la Emergencia".El mismo día, esta vez en el Instituto 'Dr. José María Bértora', dio una charla sobre "Prevención de enfermedades provocadas por el alcoholismo y la drogadicción", destinada a los padres. El viernes 28, la misma charla fue dirigida a los docentes y alumnos del colegio.
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