CONDENADO POR “GATILLO FÁCIL”
El jurado encontró culpable al policía Mauricio Gómez por la muerte de Iván Pérez
Tras las cuatro audiencias por el segundo juicio por jurado, Gómez fue encontrado culpable por el homicidio de Iván Pérez en octubre de 2019. La muerte se produjo en el contexto de una persecución policial en el barrio Molinari.
En la cuarta y última audiencia del segundo juicio por jurado contra el sargento de la Comisaría Octava, Mauricio Gómez, el veredicto fue “culpable por matar a Iván Perez, de 24 años, durante una persecución en el barrio Molinari el 9 de octubre de 2019.
Según el veredicto final, Gómez fue condenado por el delito de Homicidio agravado por el uso de armas.
Estas cuatro audiencias –empezó el viernes pasado– se desarrollaron en el Centro de Convenciones del Parque de la Estación, y en las mismas siempre estuvieron presentes los familiares de la víctima y también representantes de la Dirección de Derechos Humanos de la Municipalidad.
El veredicto se conoció pasadas las 18.30 horas tras una deliberación de alrededor de una hora por parte de los miembros del jurado.
Crédito: MR Fotografía
Lo que resta ahora es que el juez Arturo Dumon fije una audiencia más para determinar la pena.
Recordemos que en el primer juicio no hubo acuerdo entre los jurados en cuanto a la culpabilidad o inocencia de Gómez, por lo que la causa quedó en stand by hasta la realización de este nuevo juicio.
La familia de la víctima estuvo representada legalmente por el abogado Pablo Di Lolo, la Fiscalía estuvo a cargo de Lisandro Beherán y la defensa del policía la llevó adelante el letrado Alfredo Vitale.
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El caso
El 9 de octubre de 2019, entre las diez y media y las once de la mañana, vecinos del barrio Molinari de Gualeguaychú reportaron el robo de unas herramientas de un taller mecánico y hasta allí concurrió el Móvil 647 de la Policía de Entre Ríos. Enseguida los oficiales Juan Alberto Zapata y Mauricio Javier Gómez detuvieron a una persona y en otra recorrida divisaron a Iván Pérez, que estaba con unos amigos a unas cuadras.
En el primer juicio, una mujer que había declarado inicialmente bajo reserva de identidad ratificó que unos minutos antes de que cayera muerto en un descampado había visto al joven cirujeando en cercanías del barrio Molinari.
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Según la reconstrucción que hizo el Ministerio Público Fiscal, cuando los policías vieron a Iván Pérez iniciaron una persecución. El seguimiento continuó por un callejón hasta que el joven salió a un descampado e intentó atravesarlo en dirección hacia una iglesia evangélica. El relato policial es confuso sobre lo que ocurrió en ese ínterin hasta el desenlace fatal. Gómez dice que Zapata se negó a perseguir al joven a pie porque tenía un problema en la rodilla. Zapata dice que Gómez bajó de la camioneta y salió corriendo detrás del joven.
Cuatro personas vieron el desenlace fatal. Sus testimonios coinciden en que la camioneta conducida por Gómez avanzó por el descampado y en un momento frenó bruscamente, Gómez bajó del vehículo, avanzó unos pasos, extrajo el arma, apuntó y disparó hacia donde corría Iván Pérez, de espaldas a él. En cuanto a Zapata, dicen haberlo visto llegar unos segundos después, a pie.
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Los vecinos escucharon el disparo. “Se sintió muy fuerte”, dijo una adolescente que vio la escena desde una ventana en su casa. “Vi un fogonazo y humo blanco”, agregó su madre. El “humo blanco”, emanaba del arma que sostenía Gómez.
El tiro que mató a Iván Pérez ingresó por la nuca, por el lado derecho, de abajo hacia arriba. Las pericias determinaron que fue efectuado a una distancia de entre noventa y cien metros –el casquillo se encontró a noventa y cinco metros del cuerpo– y no había obstáculos que impidieran la visión del policía, ni árboles, ni arbustos, ni yuyos. Una pericia determinó que el arma de Gómez “estaba en estado regular de conservación y era apta para producir el disparo”, los tres dispositivos de seguridad funcionaban correctamente, para accionar el gatillo el policía debió realizar una fuerza de 5,2 kilos de fuerza y se descartó que se hubiera producido algún tipo de rebote del proyectil. Fue un disparo limpio.
En el primer juicio, el fiscal y el abogado que representa a la familia del joven solicitaron que el policía sea condenado. El defensor Alfredo Vitale, en tanto, dijo que el disparo fue “involuntario” (sic) y que Gómez “no tuvo intención ni voluntad de quitarle la vida a Iván Pérez”. En ese juicio, el jurado quedó estancado, es decir, no logró arribar a un veredicto de unanimidad, requisito que marca la norma vigente para dar por resuelta la disputa judicial. Si ese escenario se repitiera en el segundo juicio, el policía saldría absuelto.