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El impacto del boom de los uruguayos en la economía de la ciudad
Un fenómeno significativo e incluso vistoso que surca las conversaciones en la vía pública y en los medios de comunicación gualeguaychuenses y nacionales es el arribo masivo de uruguayos atraídos por la brecha cambiaria entre ambos países, que hace más accesibles a nuestros hermanos de la Banda Oriental el combustible, la ropa, productos y servicios de belleza, salud, hospedaje, entretenimiento y gastronomía.
Por Camila Mateo
Una postal muy característica del centro de la ciudad durante el último año y que continúan en la actualidad, es la de turistas uruguayos con el termo bajo el brazo entrando y saliendo de diferentes locales céntricos o haciendo fila en las casas de cambio.
En este sentido, desde los locales de divisas señalaron que al principio los visitantes extranjeros cambiaban solo 100 dólares y luego el promedio se fue asentando en un sólido 250.
Al respecto, señalan que “antes venían con 100 dólares, después empezaron a cambiar 200, 250, y hay algunos que vienen con 500 o 700. Otro ingreso gigante que se ve es el de las excursiones de compra”.
El aluvión de uruguayos en Gualeguaychú tentados por la diferencia cambiaria no es algo nuevo. Pero la magnitud en el promedio de gastos de cada persona que elige cruzar la frontera para gastar en nuestra ciudad, no deja de sorprender.
En consonancia con las declaraciones de las casas de cambio el consumo aproximado de los hermanos uruguayos es de 150.000 pesos. El cambio a la moneda nacional se traduce en una capacidad de compra de parte de los turistas del país vecino superior al bolsillo del argentino.
El gasto se destina a diversos rubros, entre los que se encuentran: indumentaria y calzado, combustible, productos de higiene personal, cosmética, perfumería, mercadería, medicamentos e incluso diferentes servicios como peluquería, mecánica de autos y salud.
En relación a la salud, uno de los mercados locales que fue beneficiado por la brecha cambiaria es el de los anteojos, donde el gasto llega a los 400 dólares. En este sentido, un comerciante del rubro, señaló a este medio que los uruguayos “vienen a comprar anteojos, sobre todo los denominados progresivos, ya que en la ciudad los pueden adquirir por 400 dólares, mientras que en su país ascienden a los 1.500 dólares”.
Al respecto, destaca que el gasto promedio es superior a 70 mil pesos y varía de acuerdo a los diferentes productos, siendo los más caros los anteojos multifocales. Sin embargo, lo que menos interés despierta en los compradores extranjeros son los lentes de sol. En este tipo de artículos lo que priorizan es la marca.
“La tendencia de compra se ve desde que se notó la diferencia cambiaria, de 10 clientes, 8 son uruguayos. Ellos vienen receta en mano y se los asesora sobre los lentes más convenientes y se pacta la entrega para más adelante. Ellos vienen, encargan los anteojos y después yo me comunico cuando ya están listos y los vienen a buscar”, remarca el comerciante.
Por otra parte, otro rubro fuerte es el de la belleza, en este sentido, una comerciante de insumo de uñas informa que los uruguayos buscan marcas que usan en su país, las cuales suelen ser las más caras.
Hay clientes que llegan a gastar hasta 100 dólares en insumo de uñas, donde el producto más pedido son los esmaltes profesionales. En tanto, la comerciante destacó que bajaron sus ventas al recrudecerse los controles en la aduana.
Además, las turistas uruguayas aprovechan no solo a comprar insumos de uñas sino a realizarse el servicio en la ciudad, así como a cortarse el pelo y teñirse como parte de los beneficios de cruzar el puente.
Otra categoría de productos muy buscada en la ciudad es la de indumentaria, el dueño de un reconocido local de ropa, cuenta que en su negocio los uruguayos gastan un promedio de 150 dólares.
En tanto, Adolfo Solari, presidente del Centro de Defensa Comercial, explica que la indumentaria no es el unicornio de la situación cambiaria de la ciudad, sino más bien todos los productos y servicios subsidiados por el estado.
“Los alimentos, las bebidas alcohólicas, los medicamentos, el combustible, los productos de higiene personal” son los que más les convienen.
A la vez, Solari remarca que los primero días del mes son los de más afluencia uruguaya: “Cuando cobran gastan gran parte del sueldo acá, es importante el gasto que hacen”. En este sentido, confirma que el gasto promedio de los ciudadanos del país vecinos oscila entre los 200 y 250 dólares.
El sector inmobiliario, sobre todo el de los alquileres, también se vio beneficiado por la brecha cambiaria, y así lo explica Liliana Schultis, corredora inmobiliaria de la ciudad.
Y agrega que “a principio de año tuvimos una gran demanda de alquileres permanentes entre marzo y abril, pero luego optaron por el temporal que es lo que ha primado”.
La corredora comenta que la cantidad de días que se hospedan no es la misma que los turistas nacionales, sino que más bien pernoctan máximo dos noches. Sin embargo, es tan importante el impacto económico y turístico que han tenido en la ciudad que, salvo los fines de semana largos, el resto de los “findes” están ocupado en un 70% por turistas uruguayos.
Algo que destaca Schultis es que hay dos tipos de clientes los que eligen siempre el mismo hospedaje y aquellos que les gusta probar otras opciones y pasan de un departamento céntrico a un bungalow en la próxima visita.
Los precios promedios de alojamientos, que no incluye a los hoteles, oscilan entre los 40 y 60 dólares, sin embargo un departamento ubicado en pleno centro con todas las comodidades para una familia tipo puede ascender a los 100 dólares. Por lo general son familias de 4 integrantes quienes eligen hospedarse en este tipo de establecimientos y es muy raro que compartan estadía con otro matrimonio. Así mismo, Liliana Schultis aclara que no suelen cocinar en los alojamientos sino que salen a comer afuera.
En esta dirección, el sector gastronómico ha sido uno de los más beneficiados, ya que los turistas uruguayos pueden darse el gusto de comer una parrillada a un precio muy accesible para ellos, “privilegio” que confiesan muchos no pueden darse en su país.
Uno de los grandes unicornios de este boom uruguayo son las estaciones de servicio, muchos de los visitantes de la Banda Oriental arriban a Gualeguaychú con el tanque de combustible de sus vehículos casi vacíos para cargan en los surtidores locales.
No obstante, las estaciones de servicio YPF, que en la ciudad son tres, tienen una tarifa preferencial para los automóviles con patente extranjera en combustibles de la línea Infinia, que al momento de realización de esta nota tiene un precio aproximado de $390 pesos. Además, la nafta súper no se vende a conductores que no sean nacionales.
Entre los sectores que menos fueron mencionados en conversaciones públicas pero en los que también impactó el fenómeno uruguayo fueron en librerías, sobre todo a principio de año con la compra de libros de inglés, y los locales de venta de instrumentos de música que aseguran que de no ser por los hermanos del país vecino su situación sería muy complicada.
La otra cara de la moneda
La contracara es que el daño que hace la brecha cambiaria a los comercios uruguayos, que ven como sus clientes pasan la frontera sin problemas para poder darse algún gusto o llenar la heladera.
Ante esta situación, el gobierno uruguayo implementó algunas medidas para regular las compras del otro lado de la línea limítrofe, así como beneficios impositivos para los comerciantes de su país.