LA DROGA Y LA CRISIS GOLPEAN FUERTE EN GUALEGUAYCHÚ
El Hogar de Cristo redobla esfuerzos ante un aumento del hambre y el consumo problemático en los barrios
Desde hace casi una década, la institución tiende una mano a muchos jóvenes y familias vulnerables de la ciudad atravesadas por el flagelo de la droga, y hoy también del hambre. Aunque reciben algunos aportes de organismos estatales, necesitan fondos extras para hacer frente a los gastos diarios. Por eso lanzaron una campaña para buscar la colaboración de la comunidad.
A lo largo de los años, la realidad social del país se ha visto agravada por una constante y creciente crisis económica que priva a millones de argentinos de condiciones dignas de trabajo, educación, vivienda, salud, y hasta lo más elemental: un plato de comida. En ese contexto adverso, muchos jóvenes en situaciones de vulnerabilidad ven sus vidas aún más perjudicadas por el consumo problemático de drogas.
El aumento del narcotráfico, la exclusión propia del sistema y la falta de políticas efectivas por parte de un Estado, que hoy anuncia abiertamente el abandono de su responsabilidad como garante de derechos, deja a la voluntad de las instituciones civiles y religiosas la ayuda y contención de estos jóvenes y sus familias.
En nuestra ciudad, el Hogar de Cristo es una de esas organizaciones: surgió hace casi 10 años, impulsada por la Iglesia Católica. “Arrancó en el barrio La Cuchilla, y actualmente tiene varios dispositivos desplegados en distintos puntos de la ciudad”, explicó Francisco Sobral, uno de sus referentes.
De hecho, además del dispositivo original emplazado en La Cuchilla, el Hogar de Cristo se expandió a varios rincones de la ciudad, como al barrio 338 y al Munilla, mientras que en calle Acisclo Méndez funciona un refugio para personas en situación de calle.
El referente también contó que han notado un incremento en los casos de consumo problemático y de personas que acuden en su ayuda, pero no solo en este último año sino en la historia del Hogar de Cristo. “Básicamente, en todos estos años, se va notando que nuestros dispositivos alojan cada vez a más personas y está todo altamente ligado a la situación económica del país. Sí, claro está, que nos hemos dado cuenta en este último año que estamos asistiendo de manera alimentaria a muchísimas personas. Debido a eso, en algunos casos hemos tenido que hacer doble turno de almuerzo, por ejemplo, porque no tenemos el espacio físico. Es algo notable”, manifestó.
Toda esta estructura que tiene en marcha el Hogar de Cristo conlleva un costo que muchas veces hace que esta labor social se haga cuesta arriba. Aunque tienen asistencia por algún que otro organismo del Estado, nada alcanza y por eso apelan a la solidaridad de la comunidad gualeguaychuense.
Es por eso que ante este panorama el Hogar de Cristo lanzó la campaña “2000x2000”, con la cual buscan el compromiso solidario de 2000 personas que puedan aportar 2000 pesos por mes para afrontar sus múltiples gastos. De completar el objetivo de conseguir el aporte de 2000 personas se podrían conseguir 4 millones de pesos mensuales que harían al presupuesto necesario para sostener la organización.
“Buscamos voluntarios, personas que quieran colaborar o sumarse a la causa con una pequeña donación que, básicamente, se traduce en el valor de lo que cuesta un kilo de pan. Eso se realiza a través de una plataforma virtual y con un débito automático”, detalló Sobral, y explicó que si bien reciben fondos nacionales de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) “claramente notamos que estos muchas veces son insuficientes”.
“Por eso apelamos al acompañamiento colectivo: con la campaña, con el Banco de Alimentos, con algunos convenios que hemos ido firmando con el municipio, con el Copnaf, que ayudan a sostener una estructura que ha crecido mucho con todos nuestros dispositivos”, expresó.
¿Cómo trabaja el Hogar de Cristo?
Los dispositivos del Hogar de Cristo están compuestos por centros ambulatorios o centros de día, que funcionan desde las 8 de la mañana hasta las 17 horas, cada uno con horarios distintos. En el Centro Hogar de Cristo Nazaret, en el barrio La Cuchilla, funcionan varios dispositivos: Padre Misericordioso, que es un ambulatorio para varones; Corazón de María, que es un dispositivo que acompaña a mujeres; y un espacio de primera infancia que se llama Jesús Niño, que acompaña a los hijos de los jóvenes que concurren a estos dispositivos.
“El Hogar de Cristo Nazaret es ambulatorio y también convivencial, dado que allí viven 10 chicos que se encuentran haciendo tratamiento”, señaló.
Por su parte, el dispositivo del barrio 338 se llama Asunción de María, es mixto y ambulatorio. Allí se desarrollan varias actividades, se sirve el desayuno, el almuerzo y la merienda.
“Otro dispositivo es Reina de la Paz, el más nuevo de todos, que si bien acompaña a personas del barrio con consumo problemático, está más enfocado en acompañar a sus mamás y a sus niños”, detalló e informó también sobre el Refugio San Francisco para chicos en situación de calle que tiene una capacidad para recibir a 20 personas.
“La modalidad de trabajo es diversa, según el dispositivo que acompaña a los jóvenes, pero básicamente se lo hace con un abordaje integral de la vida de quienes vienen, conforme a sus tiempos y deseos”, aclaró e indicó que “los dispositivos son centros barriales, como les decimos nosotros. Allí acuden los chicos, empiezan a venir durante la mañana, desayunan, hacen distintas actividades de arte, teatro, grupos de escucha, espiritualidad; eso depende un poco de la dinámica de cada uno de los dispositivos. Pasan gran parte del día ahí: almuerzan, meriendan, y los chicos que viven ahí también cenan. Se les propone un lugar donde poder vivir y comenzar a hacer un tratamiento”.
“Las personas que asisten a nuestros dispositivos, generalmente y en su mayoría, son de los barrios donde se encuentran los mismos, pero también acompañamos y nos encontramos acompañando de manera convivencial a personas de distintas partes de la provincia, como de Paraná, Larroque, Victoria y Villaguay”, agregó.
Respecto a la cantidad de personas que concurren a los distintos dispositivos, Sobral explicó: “Es muy difícil de cuantificar, porque, por ejemplo, si hablamos de manera directa en todos los centros barriales por ahí, por día, asistimos a 180 personas. Sin embargo, de manera indirecta se multiplican o se triplican en función de que no solo se acompaña a la persona, sino también a la familia”.
“Por ejemplo, si una persona viene con consumo problemático, una de las consignas propias de este tipo de acompañamiento es empezar a tejer nuevamente y a construir los vínculos familiares. Entonces, en ese acompañar también se asisten a familias que, claramente muchas de ellas son vulnerables”, indicó.
Un espacio donde recibir respuestas
El centro de día que dará contención a personas en situación de consumo problemático en la ciudad es una obra que está ubicada en Asisclo Méndez y Buenos Aires, y a contramano del resto de la obra pública es la única que cuenta con fondos nacionales para su ejecución y que se mostró en marcha los últimos meses.
El lugar será un Centro de Día para Personas en Situación de Consumo Problemático tal y como indica el cartel que desde el año pasado anuncia su construcción.
Sobre los orígenes de los fondos que permitieron que la construcción avanzara estos meses, siendo la única obra pública con dinero nacional que se ejecutó en este tiempo en Gualeguaychú, el Director de Desarrollo Social, Marco Henchoz explicó que “hubo una partida de dinero que no se había ejecutado. Nosotros durante enero y febrero estuvimos gestionando continuamente en Paraná y en Buenos Aires continuamente y nos permitieron una prórroga para la ejecución de ese dinero que no se había utilizado entonces, rápidamente había un acuerdo de que esa construcción la iba a hacer una cooperativa de trabajo, se la convocó, se hizo un replanteo de la obra porque estaba el terreno pelado y automáticamente nos pusimos a trabajar en eso. Es una obra que hoy está hasta el techo, falta todo lo que significa revestirla, colocar las aberturas, hacer la instalación de los sanitarios porque ese espacio lleva habitaciones, salas comunes para las actividades, espacio para los talleres y una oficina”.
Según manifestó Henchóz espera que en las próximas semanas se pueda destrabar la partida para la próxima etapa de la obra y se continuarán con los trabajos: “Estamos gestionándolo porque la realidad es que se necesita pero no podemos desconocer que hay un convenio firmado y ese convenio establece diferentes pautas y el financiamiento es nacional. Esperemos llegar a buen puerto”, finalizó el funcionario.