PLAN DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL
El gobierno municipal revisará las excepciones de los loteos que se realizaron durante la gestión Piaggio
Son los permisos que fueron otorgados sin cumplir todos los requisitos exigidos en el POT, sancionado en 2019. El mayor problema es que son terrenos alejados de la planta urbana, aislados, sin servicios y que si se llevan adelante podrían afectar al sistema urbano que ya está en marcha. El sueño del lote para la casa propia, pero en un lugar en el que uno está totalmente aislado.
Es un hecho lógico que las urbanizaciones tienden a crecer, y para hacerlo hay dos caminos: o para arriba o para los costados; y cada uno conlleva una serie de dramas y complicaciones. Sin embargo, la mayor complicación de todas es la falta de planificación.
Por esto mismo, en 2019 el Concejo Deliberante sancionó la ordenanza de Plan de Ordenamiento Territorial (POT), una normativa cuyo objetivo es la planificación y gestión urbana y rural del ejido de Gualeguaychú, mediante el cual establece los principios y las estrategias de actuación territorial, los programas y proyectos de acción, regula el uso, ocupación, subdivisión y equipamiento del suelo y determina el sistema de gestión territorial.
En otras palabras, el POT constituye la ordenanza marco a la que se ajustan desde el 1 de enero de 2020 todas las políticas y acciones urbanísticas y ambientales, y las obras públicas en la Municipalidad de Gualeguaychú.
Lo cierto es que en la actualidad, la búsqueda de esta planificación urbana encuentra varios escollos nacidos por un tema en particular: las excepciones que se han otorgado a los dueños de terrenos grandes cuyo objetivo es lotearlo y vender esas porciones a quienes buscan el sueño de la casa propia.
La realidad marca que decenas y decenas de loteos se encuentran tanto en la zona noroeste de Gualeguaychú (la enorme extensión que va desde las afueras del Cementerio Norte hasta la Ruta 14) y un poco en menor medida en la zona sudoeste (la misma extensión de terreno, pero del otro lado de Urquiza al Oeste).
Algunos de estos loteos están habilitados para 10, 20 o 30 lotes (viviendas), mientras que otros conforman prácticamente una nueva zona urbana, con divisiones de más de 500 lotes.
Sin embargo, el gran problema que presentan estos proyectos es que no cuentan con los servicios básicos (como cloacas, servicio de energía eléctrica, gas natural y agua potable) y tampoco cuentan con equipamientos (por ejemplo una zona comercial cercana, centros de salud o escuelas). En definitiva, son tierras que ya fueron loteadas y muchas de ellas vendidas y que personas vienen pagando de buena fe hace años pero que están aisladas de la ciudad. Lo único que son es una inversión a futuro y sujetas a las acciones que el Municipio considere acordes a la hora de extender esos servicios y equipamientos, algo que también depende de dos factores claves: el técnico y el económico.
Es entonces donde cobran nuevamente importancia las excepciones otorgadas fundamentalmente durante la gestión del intendente Martín Piaggio, algunas de las cuales fueron otorgadas en los días finales del gobierno anterior. ¿Y qué es una excepción? Lisa y llanamente el permiso para incumplir alguna de las normas pre-establecidas.
Sin embargo, cada una de estas excepciones tiene que estar fundamentada y argumentada para ser otorgada, y en este caso muchas veces se utilizan argumentos sociales, como el derecho a la vivienda y la necesidad del crecimiento urbano.
Por esto mismo, el gobierno del intendente Mauricio Davico decidió revisar las excepciones otorgadas a los dueños que realizaron los loteos y que, tal y cómo se dijo más arriba, ya salieron a vender y que muchos vecinos están pagando desde hace años.
El objetivo es saber a ciencia cierta si son válidas las razones por las cuales se permitió que se lotearan estas tierras y si estas acciones pueden traer en el futuro más complicaciones que soluciones para la ciudad.
El drama de los servicios
Actualmente están terminadas en un 90% las 30 viviendas que el IAPV estaba construyendo (porque en la actualidad las obras están frenadas) sobre la calle Maestra Piaggio, detrás del Cementerio Norte. El transformador más cercano está ubicado a 600 metros, a la altura del cruce con el boulevard Daneri. Esto tiene un costo superior a los 70 millones de pesos. Y si sumamos las obras que se tienen que hacer para que este barrio se una al sistema cloacal, el monto supera los 100 millones de pesos.
Sin embargo, surge otro drama con esto último: si bien hoy en día el sistema de efluentes cloacales no está por saturarse, el hecho de que se siga creciendo sin planificación hacia el noroeste (que es donde están ubicadas las 30 viviendas sobre Maestra Piaggio) podría entonces sí saturar las cloacas. ¿Esto quiere decir que con este nuevo barrio va a suceder esto? La respuesta es no, pero si se avanzan los loteos muchos más grandes que están mucho más lejos –como uno que loteó más de 500 terrenos, otro que está ubicado cerca del Cementerio Parque sin posibilidad de servicios de red o uno más cuyo dueño es uno de los sindicatos más grande del país y que ni siquiera tiene un acceso vial directo, entre muchísimos otros más–, entonces sí se está en riesgo de que el sistema cloacal se vea saturado y se tenga que trabajar en uno nuevo, porque no se puede saturar en el lugar de origen (en los nuevos loteos) sino en los colectores del casco céntrico de Gualeguaychú.
Inclusive, una de las soluciones propuestas por un privado fue que los desperdicios cloacales sean decantados en la zona del arroyo Gualeyán, pero esto sería una locura ya que esto implica que sean tirados antes de la toma de agua de Obras Sanitarias.
“Queremos tener una ciudad inclusiva, una ciudad equitativa, una ciudad con servicios plenos, pero si esto implica que la gente se vaya a vivir a zonas totalmente despobladas, entonces algo no cierra, porque para vivir acá, la gente va a tener que hacerse cargo de todos estos gastos e inversiones ellos mismos”, sintetizó a Ahora ElDía el secretario de Desarrollo Territorial e Infraestructura Domingo Carrazza.
“Quizás, en estos casos, las personas pudieron comprar un terreno. Pero tener una casa es un lugar aislado implica un gasto diez veces mayor. Ya construir una casa en un lugar cercano es mucho más costoso que la adquisición del lote. No es barato vivir en un lugar lejano y aislado, sobre todo por el tema de los equipamientos, algo que muchos no tienen en cuenta: ¿Tenés una comisaría cerca? ¿Una farmacia cerca? ¿Un club más o menos cerca? Estás aislado de la sociedad”, agregó el funcionario.
“Entonces, entramos en una contradicción, porque en los considerando de la ordenanza del POT se habla sobre equidad, integración, consolidación de la planta urbana, que tenemos que ocupar los espacios libres. Pero esto no concuerda con muchos de los loteos que actualmente fueron parcelados y vendidos. Por un lado, está el relato o lo que queremos conseguir y por otro, la acción concreta o dejar hacer. Una cosa son los motivos y otra son las acciones”, manifestó.
“Si seguimos así, cada vez van a ser peores el sistema de cloacas, las calles, el transporte, los servicios. Todo va a ser más caro y al mismo tiempo más complejo. Es casi imposible una plantificación lógica de esta manera y con tantas excepciones. Pongamos como ejemplo el servicio de agua potable, algo en lo que tenemos que poner nuestro mayor esfuerzo. Queremos que, como dijo el intendente Davico, que el verano que viene de cada canilla salga agua, pero salga agua en serio, con buena presión y saludable. Para eso tenemos un plan acorde a los recursos que tenemos, porque tenemos que garantizar que para diciembre de este año tengamos agua en muchos lugares que actualmente prácticamente no llega, o llega muy poca o sin presión. Y esto también es planificación urbana”, concluyó.