"¡NOS HUNDISTE A TODOS!"
El furioso domingo de los rugbiers, la pelea que los dividió y el cambio de abogados
La pelea por la que trasladarían en las próximas horas a Benicelli y a Ciro Pertossi a Campana.
Domingo por la tarde. Máximo Thomsen salió como todos los días al patio del Pabellón 6 del penal de Melchor Romero. Después de una semana de temperaturas agobiantes, el condenado a perpetua por el asesinato de Fernando Báez Sosa esperaba otra jornada más de tres horas al aire libre junto a su hasta ahora siente amigos. Pero, por primera vez, se encontró solo y con el resto de los condenados en scrum y en su contra. La feroz pelea por los cambios de abogados que aceleró el comienzo de los traslados a distintos penales. Se rompió el bloque.
Hasta la lectura del veredicto, las peleas entre los condenados no eran tan frecuentes. Cada tanto alguna recriminación o queja, en su mayoría vinculada al uso del único teléfono celular que compartían. Pero el fracaso de la defensa grupal a cargo de Hugo Tomei (y financiada por la madre de Máximo) no sólo dividió al grupo, sino que también marcó una grieta entre los padres; en especial de los tres que recibieron penas menores: Blas Cinalli, Lucas Pertossi y Ayrton Viollaz.
"Están re calientes y encima no tienen plata", reconocieron a BigBang fuentes cercanas, al tiempo que sumaron: "Ellos tienen sólo tres horas autorizadas para salir al patio, porque no los cruzan con los otros presos. Están ellos solos. Hubo una pelea. Se empezaron a putear y se fueron a las manos. La ligó Thomsen y uno le gritó que los hundió a todos. La pelea aceleró el traslado de Benicelli".
La decisión de que Benicelli abandone Melchor Romero y sea transferido al penal de Campana se tomó el lunes, después de que las autoridades judiciales fueron notificadas de la pelea que tuvo lugar en el patio. El próximo en seguir sus pasos sería Ciro Pertossi, quien al igual que Benicelli fue condenado a perpetua y también sería alojado en las próximas horas en Campana.
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El enojo de parte del grupo responde de forma directa al fracaso de la defensa de Tomei, que no sólo no pudo morigerar la condena a Thomsen, sino que "arrastró a todos" a las máximas penas posibles. "Son conscientes de que con otro abogado y otra defensa las penas hubieran sido distintas. Saben que es momento de despegarse ahora y, por fuera de la formalidad del cambio de abogados, eso genera una fractura en el grupo que durante los últimos tres años se mantuvo, incluso pese a la condena social", refuerzan.
El propio Cinalli reconoció en diálogo con el periodista Cristian "Eche" Echeverría que las peleas se incrementaron después de la lectura del veredicto en Dolores y que el grupo sufrió entonces su primera división: Viollaz, Cinalli y Lucas Pertossi por un lado; Benicelli, Thomsen, Comelli y los hermanos Luciano y Ciro Pertossi por el otro.
"Ayrton, yo (Sic) y Lucas (Pertossi) estamos un poco distanciados de los otros chicos. No te voy a decir que súper peleados, pero sí distanciados de palabra", reconoció hace tan sólo una semana Cinalli, al tiempo que anticipó que, de acuerdo a lo que le habían informado, ese grupo iba a ser trasladado a Campana, el penal que por estas horas todos los padres de los condenados prefieren por su cercanía a Zárate.
Hasta ese momento, el destino de los "condenados a perpetua" iba a ser otro; pero todo cambió después de la pelea del domingo. Y es que, por fuera de los cruces y las tensiones lógicas, la preocupación de las autoridades ya no radica tanto ahora en los ataques externos al grupo, sino en la propia dinámica de los rugbiers. Por primera vez desde su detención en Villa Gesell, al menos tres de ellos podrían "cortarse solos" y su defensa complicaría la apelación de los cinco.
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"El fallo no es consistente y en una instancia de apelación es posible que más de una de las perpetuas se baje, no sólo la de los que recibieron las penas a quince años. Romper la defensa en bloque significa que empiecen a pelearse entre ellos, porque el nivel de participación en el ataque no fue el mismo", reconocen.
El conflicto de intereses abrió el primer frente entre los rugbiers. "No voy a echarle las culpas a Luciano (Pertossi), mi primo; pero él empezó forcejeando con un pibe (por Fernando Báez Sosa) dentro del boliche y luego siguió afuera queriéndole pegar a un amigo de Fernando", reconoció Cinalli, en clara contradicción con lo que declaró en la última audiencia del juicio oral y público.
En su declaración, Cinalli sostuvo que quienes iniciaron las "peleas" dentro y fuera del boliche fueron los amigos de Fernando. Ahora, le adjudica la responsabilidad a Luciano, uno de los cinco condenados a perpetua por el Tribunal de Dolores.
"Nosotros no queríamos pelear. Nos sacaron del boliche y afuera nos agarró la Policía para sacarnos del lugar y nos queríamos ir, pero Luciano estaba muy alterado. Como te dije, no quiero echarle las culpas a nadie. Estoy contando cómo fue todo", prosiguió el condenado.
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Tal y como BigBang reveló en febrero del 2020, Cinalli no quería saber nada con la defensa de Tomei, quien fue contratado un día después del asesinato para asumir la representación legal de los hasta entonces diez imputados. El letrado no sólo es el padrino de Emilia Pertossi (hermana de Ciro y Luciano Pertossi), sino que además mantiene una relación cercana con la madre de Máximo Thomsen, quien hasta el crimen ejercía como secretaria de Obra Pública de la ciudad de Zárate.
"Voy a cambiar de abogado, yo no le pegué a Fernando", reconoció Cinalli desde Melchor Romero, al tiempo que fundamentó: "No estoy conforme con la defensa de Tomei. Sinceramente, quiero cambiar de abogado. Pero me cobran demasiada plata y no la tengo. Nunca quise que me defienda Tomei, la verdad. Nunca estuve conforme. Siempre quise otro abogado. Pero nunca tuve la plata. Es todo muy caro. Con otro abogado me hubieran dado muchos años menos, creo yo. No estoy minimizando nada. Pero sí, me tendrían que haber dado muchos menos. Los abogados me cobran en dólares".
Uno de los abogados contactados por la familia del condenado fue Miguel Ángel Pierri, quien por estas horas definirá si avanza o no con la defensa de Cinalli y de al menos otro de los condenados. En caso de hacerlo, no sólo se romperá la tan cuestionada defensa en bloque cincelada y ejecutada por Tomei, sino que se terminaría de romper el scrum de amistad que hasta ahora mantuvo unido al grupo, pese a los lógicos idas y vueltas.
Fuente: Manuela Fernández Mendy para BigBangNews