LAS EXPECTATIVAS DE LA GENTE
El escenario que tendrán que afrontar los distintos candidatos
En una encuesta de fines del año pasado en la ciudad de Gualeguaychú, se consultó cómo se veía la situación económica y cuáles eran las expectativas para este año.
Por Juan Pablo Castillo*
El resultado de la encuesta nos mostró que, agrupados, el 54% refería estar en malas condiciones económicas, mientras que el 46% restante se percibía como que estaba bien. Por otro lado, les preguntamos por las expectativas para el 2023 y allí sólo el 25% creía que este año iba a estar mejor mientras que el 75% restante pensaba que iba a estar igual o peor.
Estos datos son muy importantes para tenerlos en cuenta a la hora de analizar el contexto en el cual se van a dar las próximas elecciones y si conviene o no desdoblarlas de las elecciones nacionales o, por el contrario, hacerlas todas juntas. En este punto, en mi opinión, la mala imagen de la economía nacional impactará de lleno en los resultados de los siguientes comicios dado que si no se revierte la situación económica de carácter nacional, el oficialismo cuenta con una gran desventaja en relación a la oposición.
Otro dato que podemos resaltar de la encuesta es qué tan importante es “a qué partido o coalición pertenecen o pertenece el candidato a la hora de elegirlo”. Ahí podemos ver que sólo el 25% elige al candidato según el partido al cual pertenezcan, mientras que el 75% restante vota sin que eso importe, es decir, resalta que es más importante la persona, claramente, que el partido político. Uno vota o no a un candidato si le cae bien o le cae mal y no se observa como importante el voto orgánico tal como ocurría en el Siglo XX.
Esto es muy importante a la hora de pensar a los partidos políticos y su vinculación con la sociedad. Aún resulta vigente Giovanni Sartori con su concepto de la “videopolítica” dado que hoy las redes sociales no prescriben el voto, es decir, uno expresa sus opiniones pero no puede convencer al otro sino que se marcan posiciones donde uno está siempre de acuerdo con el otro.
Los algoritmos de las redes sociales te muestran lo más parecido a vos y no algo que vos no quieras o no te interese ver, ya que lo importante es retenerte, esa es la función de esas aplicaciones. Mientras que, por otro lado, los medios tradicionales siguen siendo los que pueden prescribir el voto a través de sus opiniones y posiciones implícitas o explícitas sobre determinados candidatos.
En definitiva, vemos a un gran porcentaje de la población desinteresada de la política, donde ven a “todos los políticos iguales” y no se terminan involucrando, dejando que los lugares trascendentales de decisión o de gestión, puedan ser ocupados por quienes, muchas veces, no tienen preparación alguna.
*Juan Pablo Castillo es Sociólogo y consultor político