“ERA UN PERSONAJE EN EL QUE CONVIVÍAN MILES”
El dolor por el fallecimiento de Jorgelina, las problemáticas trans y las muertes que sacudieron a Gualeguaychú
La expectativa de vida de las personas travestis trans no supera los 40 años en Argentina, y el panorama en el resto de los países de Latinoamérica es aún peor. El suicidio de la reconocida artista Jorgelina Rodríguez invita a reflexionar acerca de las problemáticas que atraviesa la comunidad trans y a repensar porqué nunca se esclarecieron muerte dudosas como las de Pequeña P y Rony.
Jorgelina Rodríguez, más conocida como Shey, decidió quitarse la vida en su casa a sus 46 años, lo que provocó una enorme consternación en la comunidad trans de la ciudad.
Manuela González, referente y ex titular del Área de Género y Diversidad, la recordó con mucho cariño. “Era una compañera que yo conozco hace muchísimos años, teníamos amigas en común y era una persona que siempre te hacía reir, una persona maravillosa, muy ingeniosa para la improvisación y la producción de cuadros musicales, ella era un personaje en el que convivían miles, era una gran artista y diseñadora”, describió.
“Yo quiero separar las cosas y ser muy respetuosa, porque del otro lado hay una familia y no quiero mezclar las cosas y hablar sobre Jorgelina, sino dar un pantallazo general, que tiene que ver con todo lo que venimos diciendo hace muchísimos años sobre las personas trans, sobre todo las mujeres travestis trans, que históricamente siempre ocupamos los lugares marginales”, dejó en claro Manuela ante la invitación de Ahora ElDía a reflexionar sobre las problemáticas que atraviesan y que terminan en el peor de los casos en la muerte.
“En este último tiempo, después que surge la ley de identidad de género, comenzamos a tomar un rol más protagonista, dejamos de ser ciudadanos de segunda y tenemos derechos propios, con todo lo que la ley tiene en sus articulados. Pero lo cierto es que las problemáticas sociales van desde la falta de trabajo; la prostitución, desde un lugar que no es lo que quiero y decido, sino que es lo único que tengo para llevar adelante; la violencia social e institucional que las trans reciben a diario por falta de información y capacitación; los travesticidios, que nunca son noticia; la falta de la finalización del colegio primario o secundario, son muy pocas las que pueden anotarse en un terciario o universitario; y el consumo problemático, no sólo de drogas como cocaína, marihuana y demás, sino de antidepresivos, hay mucho ahí por trabajar, que era lo que se venía haciendo en los últimos cuatro años de gestión desde el estado, sabiendo que faltaba muchísimo porque es un proceso que comenzó con la visibilización, y se pretende que continúe”, detalló la ex funcionaria, y agregó que ahora “está en juego la Casa de la Diversidad. Si el presidente Milei no quiere continuar las obras que se habían gestionado es una pérdida que la Casa de la Diversidad no se lleve adelante, porque estaba pensada como un espacio de contención, para el colectivo LGBT y para la ciudad”.
0800-7772100: Es el número de orientación y apoyo en la urgencia de Salud Mental del Ministerio de Salud de Entre Ríos. Es una línea que funciona las 24 horas, atendida por profesionales.
Acerca de las problemáticas enumeradas, aclaró nuevamente: “Yo no estoy hablando de Jorgelina, no sé cuáles son los motivos que la llevaron a tomar la decisión, yo no querría lastimar ni a su familia, ni a sus amigas ni a su entorno con ningún comentario que se malinterprete. Estamos todas muy consternadas con la muerte”.
“Son muchas las cosas que excluyen y a medida que avanza la crisis siempre comienzan afectando a las personas más vulnerables, que es el caso de las personas travestis trans. Hay mucho odio de género en el aire en este último tiempo, que también hace peligrosa la vida de nosotras, pero no tenemos que perder la militancia ni el eje pedagógico de visibilización de nuestras identidades”, aseguró González, quien marcó que “por suerte durante mi gestión no hubo muertes trans en Gualeguaychú, ya sea por autodeterminación o travesticidio”.
Volviendo al recuerdo de Jorgelina, expresó que “es una pérdida enorme, era una gran artista, con muchas ganas de crear todo el tiempo, que lo pudo mostrar con todas sus expresiones artísticas que realizó en Gualeguaychú, en Concepción del Uruguay, en Buenos Aires, la verdad que es una gran pena su partida, espero que estas cosas ayuden para visibilizar que todas las personas necesitamos hoy en día más que nada una salud mental acorde y revisar también porqué las personas acceden o no a los sistemas de salud mental, es una de las principales cuestiones a tener en cuenta para evitar un montón de desenlaces fatales como este y para mejorarle la calidad de vida a las personas”, planteó.
Consultada acerca de la expectativa de vida de las personas trans, (la de la población en general es de 78 años) manifestó que “en Argentina es de 40 años, y en América Latina y el Caribe de 35 años. Las mujeres trans son muy violentadas, nuestro país es faro en el mundo y en Latinoamérica donde pueden sentirse seguras, desde el amparo legal y a través de lo que se ha construido en los últimos años desde la sociedad, por suerte hoy caminamos por las calles, tenemos nuestras parejas, nuestro trabajo las que podemos conseguirlo, pero la sociedad ya no te echa un balde de agua como antes, ya no es que no te dan la mano o no comparten un mate con vos, hay mucho ahí por trabajar aun pero Argentina sigue siendo el país más seguro de Latinoamérica para la población trans”, concluyó.
El dolor de sus compañeras de “El Angel” y un show muy emotivo
Osky Beigbeder también recordó a Jorgelina y reveló cómo fue el primer espectáculo luego de su fallecimiento.
“Hace años era compañera de trabajo en el show, era muy creativa, divertida y ocurrente. Yo personalmente me llevaba muy bien, con todo el grupo también siempre alentándome a seguir con una manera positiva en todo”, expresó en diálogo con Ahora ElDía.
“Se va extrañar su presencia… anoche tuvimos show por primera vez después de lo ocurrido, en la ciudad de Colón… no fue fácil porque nos falta ella”, expresó, y aseguró que “la verdad creo que siempre la tendremos presente porque tenía una personalidad que se imponía, con sus charlas y su humor”.
”Teníamos una relación de compañeros de trabajo excelente, no conocía muchos aspectos de su vida privada ya que me mantengo al margen, pero si se que era una persona muy solidaria y su transición la llevo con mucha naturalidad y con humor, es lo que recuerdo… siempre proyectando recuerdo su sonrisa, y ya te digo, no va a ser fácil que alguien ocupe su lugar”.
Acerca del show que realizaron posterior a su muerte, detalló que “en el final del show tuvimos unas palabras recordándola y por supuesto el aplauso del público. Fue un emotivo show, el primero sin ella… durante la cena la recordamos con alegría y con humor, que es lo que nos caracteriza y nos da fuerzas para superar estos malos momentos”, concluyó.
Las traumáticas y nunca esclarecidas muertes trans que sacudieron a Gualeguaychú
La Pequeña P y Rony son dos casos emblemáticos de la ciudad que tuvieron repercusión a nivel nacional por los escabrosos detalles que rodearon sus muertes.
La Pequeña P fue hallada sin vida a sus 29 años en el interior de su habitación, el 27 de febrero de 2009. Si bien para la justicia se trató de un suicidio, para la familia fue un asesinato.
Transcurrió una década para que su cuerpo sea trasladado de la Morgue Judicial al Cementerio local, y que sus seres queridos tengan un lugar para ir a visitarla. Durante todo ese tiempo, estuvo bajo sospecha su pareja Miguel Horisberger, quien fue sobreseído por la justicia. Además, la causa se archivó como un suicidio, aunque las dudas de qué fue lo que ocurrió todavía persisten.
Al mismo tiempo, en ese fatídico febrero de 2009, se produjo el transfemicidio de Gisela (42 años), popularmente conocido como Rony. Desapareció en febrero del 2009 y sus restos fueron hallados un mes después, en los fondos de una ‘tapera’ ubicada en el Boulevard Montana, a metros de la Avenida Primera Junta.
Nunca se supo la causa de su muerte ni quién la mató. Incluso en esos años hubo teorías que vinculaban a ambos casos, pero la justicia nunca logró echar luz en el asunto.
Con más preguntas que respuestas, lo certero es que permanecen en la memoria popular de la cultura gualeguaychuense, en cada show de El Ángel o en cada edición de los corsos Matecito.