RECUERDO DE UN GRANDE
El día que Charlie Watts le dio una piña a Mick Jagger
Si bien el principal rasgo de Charlie Watts era su tranquilidad hubo una noche en que perdió los estribos y le dio una tremenda trompada a Mick Jagger
Si bien el principal rasgo de Charlie Watts era su paciencia y tranquilidad hubo una noche en que perdió los estribos y le dio una tremenda trompada a Mick Jagger. El frotman de los Stones se pasó de listo con el baterista, pero éste lo ubicó de una piña. Los protagonistas nunca lo confirmaron. Charlie Watts se trasformó en leyenda a pesar de su muerte. Los Rolling Stones tienen miles de anécdotas que ya forman parte de la historia del rock, la gran mayoría protagonizadas por Keith Richards y sus excesos. Sin embargo, sorprendentemente, el tranquilo y recientemente fallecido baterista Charlie Watts es el protagonista de una muy singular. Una noche tuvo que poner en su lugar a Jagger. Notablemente influenciado por el jazz y la música de Charlie Parker, el baterista siempre estuvo alejado de la exposición del supuesto “estilo de vida del rock and roll”, a pesar de haber lidiado con su propia adicción a la heroína. A pesar de su “apariencia de abuelito simpático”, Watts siempre buscó la forma de ganarse el respeto de manera silenciosa.
Era octubre de 1984. Las relaciones entre los cinco miembros de la banda se habían desgastado cada vez más. La gira del disco Undercover había finalizado y las “majestades satánicas” debían reunirse para decidir cómo continuar con su carrera. El lugar elegido para el encuentro era Amsterdam, Holanda, y la situación era bastante tensa. En ese entonces Mick Jagger había comenzado una exitosa carrera solista que parecía ponerle fin a la banda británica, lo que llevaba las cosas a un clima de stress aún mayor. Una madrugada, Jagger se acostó borracho sobre un sillón en la habitación de Richards y llamó por teléfono a la habitación de Watts, quien (alejado de los excesos) dormía en su suite. El hecho no sería extraño sino fuera porque Jagger comenzó a preguntar a los gritos: “¿Dónde está mi maldito baterista? ¡Mové el culo y vení para acá!”, estallando en carcajadas. La historia dice que Watts se levantó, se afeitó, se puso una camisa blanca impecable, un traje a medida, zapatos al tono y tomó al ascensor hacia la suite de Richards. A pesar de que la fiesta no había terminado, no tardó en encontrar a Jagger y, para sorpresa de todos, le pegó un zurdazo que lo hizo aterrizar sobre una bandeja de salmón ahumado. “Nunca más vuelvas a llamarme tu baterista, en todo caso vos sos mi maldito cantante”, sentenció Charlie. Acto seguido, Watts se dio media vuelta y volvió a su habitación. Tanto Watts como Jagger siempre negaron el incidente ante la prensa.ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
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