El Deja Vu económico argentino
Los recurrentes ciclos de nuestro país, marcados por las etapas de devaluación, estabilidad, inflación y posterior crisis no dejan de amenazar el horizonte económico.Luis Alberto Dalcol *Opinión CONVERTIBILIDAD Y CEPO CAMBIARIOEntre el anterior proceso de convertibilidad de la década del 90 y el plan vigente aparecen signos de similar agotamiento. Ambos no fueron adaptados en su tiempo a la realidad de la economía.La convertibilidad propuso la relación fija de un dólar por un peso (o 10.000 australes). Luego no reconoció el incremento del costo interno originado por la inflación -que ya asomaba en 1995- y acabó en la crisis de 2001.La devaluación del peso al 300%, inicio del actual planteo, puso en competitividad al país. Permitió empleo, contuvo importaciones y alentó exportaciones, como en la primera etapa de la convertibilidad. Se diferenció del anterior programa en la menor rigidez, pues implementó una variación cambiaria (al igual que la tablita de 1976), pero muy inferior a la inflación real. A consecuencia de ello, a fines del año pasado se sobre-demandó la divisa, se impusieron restricciones a su compra y se formó un doble mercado cambiario. SIEMPRE LA INFLACIONEn ambos procesos el Estado debió contener la inflación. Ante la imposibilidad de dominarla, correspondió reconocer la misma en el valor del dólar, como si éste fuera una mercancía más.La convertibilidad fue una propuesta muy rígida en una economía dinámica que no supo ajustarse a la realidad. La idea vigente comenzó a dar señales de necesidad de adecuación en el año 2008.El actual sistema no resulta sustentable con una inflación en dólares cercana al 20 % y un mercado paralelo próximo al 50 %. EFECTOS NO DESEADOSEn el análisis imaginario, esta situación puede provocar cuestiones no buscadas. Por ejemplo, que el importador de nuestros productos no pague la compra con dólares desde su país; y cambie en el mercado local a $6,5 y cancele la operación en pesos. El operador extranjero se puede quedar asícon una apreciable diferencia que nuestra economía no recibe. OBJETIVOS ANUNCIADOSAntes de iniciar la gestión actual, dos importantes referentes en reunión reservada en nuestra ciudad, manifestaron que el principal sostén del programa económico consistiría en el mantenimiento de un dólar competitivo que generase empleo.La inflación interna ha resultado significativamente superior a la devaluación oficial programada y el propósito de inicio se ha desvanecido. El presupuesto presentado para el año próximo no da señales de corregir los desacoples apuntados.Nuestro país debe volver a la situación de hace unos años cuando se transaba en pesos y el dólar no era requerido. Es imperioso eliminar cuanto antes el mercado paralelo y las restricciones cambiarias.Más no debemos confundirnos, el problema no es el dólar; el problema es el deterioro de nuestro peso que produce la inflación. CONTRA LA INVERSIONNo estimula el cambio oficial actual el ingreso de dólares para la inversión extranjera directa; menos aún las dificultades para el retiro de beneficios.El doble mercado y las restricciones son fenómenos que van directamente en contra de la inversión, único antídoto genuino para crear empleos y contener la inflación que destruye salarios.Cuanto más tiempo permanezcan estas anomalías en nuestro sistema mayores serán los perjuicios a la economía nacional y mayores los costos de salida. * Contador Público Nacional
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