UNA DE LAS CONSTRUCCIONES EMBLEMÁTICAS DE GUALEGUAYCHÚ
El Corsódromo de la ciudad cumple 28 años desde su creación
Corría el año 1995 y el asfaltado de la pasarela ya estaba terminado, pero aún restaba la instalación de todos los cables subterráneos de iluminación y sonido. En aquel entonces, Carlos Thea era el Director de Electrotecnia, y Gabriel Giachello hacía pocos meses que había entrado a la Municipalidad y se había involucrado en el proyecto.
“Trabajamos de sol a sol, a destajo. En obra fuerte, cavando y desmalezando habremos estado seis meses”, explicaron. “Ese año arrancamos de lleno con el proyecto, se empezaron a hacer licitaciones, previamente se realizó la carpeta de la pasarela, la restauración de la Casa de la Estación; debe haber sido aproximadamente un año y medio de todo lo que es el proyecto”.
Sin embargo, los trabajos más exhaustivos se realizaron los últimos 4 meses de 1996.
“Fue todo muy rápido y llevó muchísimo trabajo desde el cerco. Instalamos 120 mil dólares de cable, todo enterrado, fue además un año muy lluvioso también, de repente se venía un chaparrón mientras estábamos haciendo zanjas y complicaba mucho las cosas”, relataron.
“Lo más importante en cuanto a zanjeo fue el tema eléctrico, porque es todo subterráneo, el objetivo era que no quedara nunca más un cable aéreo dando vuelta, porque el carnaval antes era una de tirar cables para todos lados, entonces acá debía ser todo subterráneo, enterrábamos 3 mil metros de cable por día, el predio está cocido por cables subterráneos”, contaron.
El 80% de la obra se realizó con personal y maquinarias de la Secretaría de Obras Públicas a cargo de Silvio Baffico, quien escuchaba y seguía las indicaciones y consejos del arquitecto Raúl Medrano, uno de los ideólogos del Corsódromo.
Los últimos días y la inauguración
El Corsódromo se inauguró el sábado 18 de enero de 1997, el jueves anterior se hizo la última prueba de iluminación: “Le compramos un transformador a Unilever de 500 kba que fue revisado por la Cooperativa Eléctrica, y ese jueves no llegamos a instalarlo, así que prueba la hicimos con un grupo electrógeno prestado. Mientras hacíamos la prueba, se largó a llover, andábamos todos debajo de la lluvia disfrutando de la luz de la pasarela, venía la gente de alrededores, fue todo un movimiento para la zona”.
El Corsódromo fue diseñado con dos posibilidades de alimentación eléctrica, las torres altas y la Casa Rosada con un grupo electrógeno, y por otro lado, la pasarela y todos los servicios de la red. Si uno de los sistemas falla, queda el otro funcionando para que nunca falte la iluminación en el lugar.
A 28 años desde la inauguración del Corsódromo, sus resultados están a la vista, y la importancia que tienen para Gualeguaychú y el crecimiento del Carnaval del País.