ADIOS A UN GRANDE
El arco futbolero perdió al “Bocha” Suárez
Justo en el Día de los Inocentes debía ser. No creímos en la noticia hasta que con el correr de los minutos eran demasiados los voceros que la confirmaban y, en definitiva, debimos resignarnos.
Este sábado no era uno más a tachar en el calendario, había partido de la vida terrenal Esteban Justo Suárez, a quien el fútbol le había “robado” sus nombres y los reemplazó por “Bocha”, así de simple, porque en los tiempos donde la radio no dominaba los domingos de fútbol, los hinchas de Juventud Unida identificaban a un joven elástico que cuidaba el arco del once de los eucaliptus con ese nombre, casi que sin apellido.
Hacia fines de los años 60, cuando el arco de Juventud Unida no tenía un dueño indiscutido, “Bocha” apareció llamando la atención con unas bermudas que usaba por entonces el “Loco” Hugo Gatti en River Plate y esa figura la fue llenando con aptitudes propias de los grandes cuidapalos, porque entonces no había arcos de caño y eran de madera cuadrada.
Muy rápido se afianzó en la primera división albiceleste y, desde 1970, atajó sin faltar casi durante más de 15 temporadas.
Rápidamente sus actuaciones llamaron la atención de los técnicos de la selección mayor y, aunque la tuvo muy difícil al compartir las convocatorias con el “Flaco” Ricardo Bulay, defendió los tres palos del combinado en los torneos provinciales y el campeonato argentino Beccar Varela.
Su gran capacidad para jugar con los pies, lo hizo un arquero arriesgado, ya que más de una vez hizo pasar de largo a un delantero fuera del área cuando salía jugando de abajo.
Además, la buena pegada que tenía, lo hizo ejecutar tiros libres y hasta alguna vez confesó que hizo un gol desde fuera del área, un episodio que los historiadores no hemos podido confirmar pero que será una materia pendiente a resolver, para rendirle su homenaje, ahora post morten.
Lo que sí conocimos, fue su idoneidad para atajar y convertir penales. Hubo temporadas extraordinarias en los años 70 en los que “Bocha” se dio el gusto de detener nada menos que 6 penales en un torneo de 18 fechas y anotar otros tantos, convirtiéndose en ese rubro en arquero récord, inigualado.
Fue el arquero de Juventud Unida que en 1977 cortó la sequía de tres décadas sin títulos locales, en aquel equipo que dirigió Dardo Britos y que desató una de las fiestas más impresionantes en la historia del Decano gualeguaychuense.
Cuando los años le fueron pesando y a Juventud llegó Ricardo Manzor, tomó otros caminos y, primero en La Vencedora y después en Almirante Brown, fue figura destacada en los torneos de ascenso, prestigiándolos con su presencia.
Su sonrisa permanente, lo acompañó en cada charla futbolera, especialmente en los últimos años de su vida, cuando su salud comenzó a deteriorarse y se lo podía ver en la vereda de la peluquería de Carlitos Martínez, en calle Urquiza, donde todo el mundo lo saludaba y le sacaba alguna anécdota de su trayectoria futbolística.
Partió al descanso eterno Esteban Justo Suárez. Muchas gracias por todo lo que le diste al fútbol de nuestra ciudad querido “Bocha”.
Roberto José Morales/ Periodista (colaboración)