SEÑALADO COMO EL PRINCIPAL RECLUTADOR DE VÍCTIMAS
El acusado de ser el jefe de la organización que esclavizaba adictos reveló cuánto cobraba “Teto” Medina
Néstor Zelaya continúa detenido como cabeza de la organización La Razón de Vivir. Ayer hizo un extenso descargo, un día después de que la Justicia decidiera excarcelar al conductor, señalado como su principal reclutador para esclavizar adictos
Néstor Zelaya, de 34 años, con domicilio en Sarandí, fue detenido diez días atrás, acusado de ser la cabeza de la organización La Razón de Vivir. Posaba como una comunidad terapéutica con sedes en Florencio Varela, Córdoba y Berazategui, pero -según la Justicia- convertía en esclavos a los adictos que pagaban hasta 60 mil pesos mensuales para tratarse allí, viviendo en condiciones infrahumanas, castigados a la intemperie en corrales similares a chiqueros, sin ningún tipo de habilitación oficial, un dato confirmado por la SEDRONAR.
Marcelo “Teto” Medina fue también arrestado, acusado de ser el principal reclutador de La Razón de Vivir. Lograba que reconocidas figuras grabaran videos para apoyar a la organización, daba charlas anunciadas por municipalidades junto a Zelaya en el interior del país. “Teto Medina trabaja para mí”, dijo el presunto líder a una mujer que buscaba internar a su hijo en el lugar, en una escucha telefónica que es parte del expediente que investiga el fiscal Daniel Ichazo.
Las víctimas que hablaron en la Justicia narraron escenas de torturas, acoso psicológico y encierro. Señalaron que eran obligados a dormir en el piso y que se les prohibía comer. Un hombre contó que le retiraron los medicamentos que tomaba por su condición de enfermo de HIV. Otro detalló el momento en que le fue amputada una pierna por su diabetes y cómo fue atendido luego por los propios adictos que se recuperaban en el lugar. Varios testimonios apuntaban a Zelaya mismo y a su estilo de mando, literalmente despótico y cruel. También ambicioso: Ichazo sospecha que el líder buscaba montar un geriátrico para ampliar su operación.
El miércoles, el juez Adrián Villagra concedió la excarcelación a Medina, así como a otros imputados, pero mantuvo la detención de Zelaya, imputado por una asociación ilícita que incluye los delitos de reducción a la servidumbre, trabajos forzados y abandono de persona. La acusación también incluye a su padre, Eduardo Humberto, imputado en la trama. Ayer jueves, un día después, Zelaya finalmente declaró ante Ichazo, defendido por el reconocido abogado penalista Marcelo Biondi. El portal Infobae accedió a los contenidos de su declaración: Zelaya aceptó ser indagado por consejo de su defensa.
“Me declaro inocente”, comenzó. Contó la historia de su vida como adicto en tratamiento, también la de su familia. Contó su approach terapéutico, por así decirlo. “Somos una quinta donde tenemos una estructura de día a día... Nosotros no trabajamos a que el chico se deje de drogar, sino a que también cambie esas actitudes negativas y recupere los valores de vida... La persona adicta no valoraba el plato de comida que le hacía la madre”, afirmó. “No trabajamos con medicación, sino psicológicamente, salvo que el paciente lo requiera”, siguió luego, contrario a testimonios de víctimas que hablaron de medicación arbitraria.
“No vendemos la canasta en los colectivos, los chicos no salen a la calle”, repitió, para diferenciarse de la norma de otras instituciones, en un relato marcado por escenas de bondad y supuestas historias de superación. “Los chicos le hacen un pan a sus madres con sus propias manos”, completó.
También Mencionó a Jorge Basílico, otro de los imputados, acusados de dirigir una de las quintas. “Es un recuperado de la casa”, lo definió.
Las historias de éxito y superación continúan a través de 18 páginas de transcripción, donde contradijo las denuncias de las víctimas, a quienes retrató como pacientes esencialmente problemáticos.
Luego, respondió preguntas específicas sobre el funcionamiento interno, los precios que se cobraban a los pacientes por mes llegaban “hasta 120 mil”, más una matrícula. Habló de un sistema de pago de becas que afrontaba La Razón de Vivir misma. “No tengo médico, no había un responsable médico”, dijo ante la pregunta específica. Llegó, admitió Zelaya mismo, a tener internados 80 pacientes en las quintas de Florencio Varela y Berazategui.
Finalmente, respondió sobre Medina y su arreglo monetario. “Es un tipazo, daba charlas motivacionales, yo lo contacté por las redes. Venía los días martes. Le pagaba hoy en día entre 10 o 12 mil pesos el día. Por cada chico que llevaba, se agarraba la mitad con el operador. Si eran 4 mil se llevaba cada uno 2 mil junto al coordinador. Yo lo tomo como una persona de mi familia. Él venía a dar charlas motivacionales, no tenía relación de dependencia conmigo”.
El abogado Biondi, tras la indagatoria, dialogó con Infobae sobre la situación del supuesto jefe. “Estoy de acuerdo con todas las excarcelaciones pero me parece sumamente arbitrario que el juez Villagra ante los mismos hechos imputados y sin constancia de riesgos procesales haya mantenido detenido a mi defendido”, afirmó. “En esta defensa vamos con la verdad. No hay asociación ilícita ni servidumbre ni trabajo forzoso ni abandono de persona cuando encima tienen seguro medico de emergencias y de vida para todos los internados”, siguió Biondi.
El juez Villagra rechazó el pedido de excarcelación presentado por Zelaya, cuando sí aceptó el de Medina.