INFORME ESPECIAL
El acoso escolar y virtual en primera persona: 3 adolescentes de Gualeguaychú contaron la pesadilla que viven
Ahora ElDía habló con tres adolescentes que sufrieron en carne propia el maltrato, la agresión y la violencia de sus pares.
Por Amilcar Nani
A fin de no caer en una victimización secundaria (o revictimización), solamente se usará el nombre de pila y la edad, sin dar ningún dato más que permita la identificación.
Lucas, 17 años
“Mi vida en la escuela se ha convertido en un verdadero infierno. Soy víctima de bullying y, cada día, me enfrento a insultos y humillaciones por parte de mis compañeros.
Todo comenzó hace unos meses, cuando de repente me convertí en el blanco de sus burlas. Se burlan de mi apariencia física, de mis intereses y de mi forma de hablar. Me apartan de los grupos, me dejan solo y humillado. Es doloroso y me hace sentir impotente.
He perdido la confianza en mí mismo y me siento cada vez más aislado. Incluso he llegado a pensar que el problema soy yo, que algo debo estar haciendo mal para merecer este trato.
Le he contado a mis padres lo que está sucediendo, y ellos me apoyan incondicionalmente. Han hablado con los directivos de la escuela, pero parece que el problema no se resuelve. Los profesores dicen que están haciendo todo lo posible, pero el bullying continúa. Siento que estoy solo en esto”.
Sofía, 15 años
Soy víctima de bullying virtual, y cada día enfrento insultos y humillaciones por parte de personas que ni siquiera conozco.
Todo comenzó cuando una foto mía fue compartida sin mi consentimiento en un grupo de redes sociales. A partir de ese momento, las burlas y los comentarios hirientes no cesaron. Siento que no puedo escapar de sus ataques, ni siquiera en la supuesta seguridad de mi propio hogar.
El bullying virtual es especialmente doloroso porque se siente como una invasión constante en mi vida. No puedo evitar leer los comentarios negativos, y cada uno de ellos hiere mi autoestima un poco más. A veces, me encuentro revisando mis perfiles en busca de algún rastro de aceptación o amabilidad, pero en su lugar encuentro solo más odio y crueldad.
He intentado denunciar los perfiles y bloquear a los acosadores, pero ellos siempre encuentran la manera de volver a atacar. Me siento vulnerable y desamparada.
Camila, 14 años
Nunca imaginé que mi paso por la escuela se convertiría en una experiencia tan dolorosa. Soy víctima de bullying cibernético, y cada día enfrento insultos y humillaciones a través de mensajes temporales de WhatsApp y perfiles falsos en redes sociales.
Todo comenzó de manera sutil. Al principio, recibía algunos mensajes crueles de mis compañeros en WhatsApp, pero pensé que eran solo una bromad. Sin embargo, pronto se intensificó y comenzaron a llegar mensajes llenos de insultos y amenazas. Me sentí abrumada y asustada.
Para empeorar las cosas, mis compañeros crearon perfiles falsos en redes sociales para burlarse de mí. Publicaban imágenes manipuladas y comentarios hirientes. Sentía que no había escapatoria, ni en la escuela ni en casa. Me sentía constantemente vigilada y atacada.
Intenté ignorar los mensajes y perfiles falsos, pero su impacto en mi autoestima fue devastador. Empecé a cuestionarme mi apariencia y mis habilidades, preguntándome si había algo malo en mí que provocaba este trato.