HAY POCOS PUESTOS DE VENTA
Por la inflación y el aumento de precios, creció el consumo del pescado de río en la ciudad
En los últimos meses del pasado año se incrementó en forma notable el consumo de pescado de río, especialmente aquellos que se pescan diariamente en el río Uruguay. Sábalos y bogas son los más elegidos.
Una de las grandes incógnitas del registro alimenticio de la ciudad es la cantidad de pescado de río que consumen los vecinos de Gualeguaychú. Pese a ser una ciudad costera, no daba la sensación que los pescados provenientes del río Uruguay o del propio río Gualeguaychú sean elegidos por mucha gente para ser consumidos.
Sin embargo, en los últimos meses del año pasado y en los primeros días del 2024, se notó un marcado aumento en el consumo de ejemplares que se pescan diariamente y se venden fileteados y despinados en muy pocos comercios dedicados a la venta de pescado de la zona.
Cacho Fernández tiene más de 50 años dedicados a la pesca, inicialmente como pescador artesanal de río y actualmente al frente de un humilde local de venta de pescado en la zona del puerto. “Mi vida la dediqué a la pesca, primero pescaba yo, ahora lo hacen dos de mis hijos y con esa pesca, movemos el comercio”, dijo Cacho a Ahora ElDía, mientras aguardaba que sus hijos llegaran del río para poder empezar con el trabajo.
El local no tiene grandes dimensiones pero luce con una pulcritud de laboratorio. Tres freezers y una heladera comercial esperan por los ejemplares que durarán poco en su interior, dado que la demanda es buena, según contó Don Cacho.
“Pescamos en el Uruguay, a esta altura del año lo que más se obtiene son sábalos y bogas, alguna tararira, pero no de mucho peso. Nosotros lo que hacemos es despinar y filetear los pescado y se venden por unidad. Es un trabajo arduo porque el secreto es dejar al pescado libre de espinas para que se pueda consumir en forma rápida”, expresó Fernández. “Con la creciente se nos complicó un poco, porque cuando el río crece no hay muchos pescados. La gente está equivocada cuando cree que con la creciente vienen muchos pescados, al contrario, baja mucho el pique”, sostuvo sobre la realidad que tuvieron que afrontar en los últimos días del año con la subida del río.
También Cacho dijo que “en el Gualeguaychú dejó de haber muchos pescados, el glifosato que cae de los campos ha hecho desastres y la sequía de los años anteriores también hizo que al estar tan bajo el río, haya pocos pescados. Por eso directamente elegimos pescar en el Uruguay”.
Consultado sobre la cantidad de pescadores que se dedican a lo mismo, dijo que “nosotros encaramos un comercio abierto al público, con todas las medidas de higiene que nos pidieron para habilitarlo y hemos podido sobrevivir a situaciones como esta, donde la gente elige que va a comer y el pescado de río es una oferta importante por el precio, que es considerablemente más barato que la carne, el pollo o el cerdo”. También remarcó que “hay mucha gente que pesca para consumir ellos mismos, sin venderlo al público y otros tienen pequeños puestos de venta y venden el pescado entero, sin procesarlo, ahí el cliente tiene que despinarlo y despostarlo, que no es tarea sencilla”.
Actualmente, el kilo de sábado se vende en 3 mil pesos y el de boga oscila los 4 mil, mientras que en invierno, el pejerrey es la estrella de la pescadería. “El pejerrey lo vendemos despinado y fileteado y en este último invierno, directamente nos sacaron de las manos lo que teníamos para vender”, expresó.
Sobre la cantidad de pescados que se venden semanalmente, indicó que “depende de la cantidad que pesquemos, pero siempre tenemos clientela. Muchos clientes compran y viajan con el pescado congelado hacia otras ciudades, también mucha gente compra y congela, para poder cocinarlo cuando lo desee. No vendemos mucho a comedores, porque este tipo de pescado no suele venderse en restaurantes, alguna boga, pero en ese caso venden más pescados que vienen del Paraná como el surubí o algún dorado que llegue del alto Uruguay. Lo que nosotros vemos es que la gene que nos compra a nosotros es gente común que consume pescado en sus casas”.
Finalmente, Cacho dijo que la Fiesta del Pescado y el Vino que se realizó durante algunos años en la ciudad, no cambió en nada el trabajo de ellos. “Nosotros seguimos vendiendo como vendimos siempre, pero lo que pasó es que habilitaron puestos de venta de cualquier cosa, menos de pescado de rio. Algunos puestos hicieron empanada de sábalo, otros lo vendieron despinado a la pizza, pero fueron los menos. Nosotros no aumentamos nuestras ventas para los puestos que se instalaron en esa fiesta”, remarcó.
EL DATO
El kilo de sábalo se compra en 3000 pesos y el de boga entre 3800 y 4000 en las pocas pescaderías que hay en la ciudad.