UN GRAN MISTERIO
¿Dónde fue enterrado Jesús?: los argumentos que respaldan la teoría del Santo Sepulcro
El historiador y antropólogo Ariel Horovitz, director del Moriah Internacional Center, exploró, desde los restos del palacio de Herodes, en Jerusalén, las diversas teorías que rondan sobre la muerte de Cristo.
En el marco de la Semana Santa, el historiador y antropólogo Ariel Horovitz, director del Moriah International Center, viajó hasta Jerusalén para responder a las principales dudas de los fieles y llevar respuestas sobre los últimos días y la muerte de Jesús.
Desde los restos del palacio Herodes, el experto se refirió al juicio al que Cristo fue sometido antes de la Pascua, así como a las diversas teorías que rondan sobre el sitio en el que fue enterrado, destacando, sin embargo, que la del Santo Sepulcro es la más respaldada por la Iglesia.
Desde el momento de su crucifixión, creyentes y no creyentes de todo el mundo han intentado definir cómo fueron los últimos días del Señor.
Horovitz explicó que Jesús fue juzgado por ser un “sedicioso en contra de Roma, haciéndose llamar el ‘Rey de los Judíos’”, y, desde allí, fue conducido por soldados romanos y una multitud que lo hostigaba.
Incluso, se cree que este acto fue una forma de amedrentamiento para “todos aquellos que osen rebelarse contra Roma”.
Tras ese largo camino, conocido como la “Vía Dolorosa”, Jesús fue crucificado, un proceso “muy largo, de agonía”, hasta su muerte, el viernes.
Siguiendo la ley judía, el cuerpo fue bajado de la cruz, limpiado y envuelto en un sudario -el sudario de Turín- para finalmente ser sepultado.
Aquí es, sin embargo, donde comienzan a surgir diversas teorías dentro de la Iglesia.
“Hay una discusión principalmente entre los protestantes y el resto del mundo cristiano”, comenzó explicando el experto, antes de mencionar que existen cerca de cinco ideas distintas.
“El resto del mundo cristiano considera este lugar que estamos viendo aquí, el Santo Sepulcro (en los restos del palacio Herodes), es el lugar de los hechos… el lugar de la crucifixión, la sepultura y la resurrección” mientras que “los protestantes consideran que el lugar es en el jardín de la tumba, que está 500-600 metros de aquí, un lugar que fue descubierto en el siglo XIX”, mencionó.
Asimismo, señaló que otros grupos consideran lugares probables el Monte de los Olivos, Beni o el valle de Hinom, si bien se trata de “conjeturas que no tienen ningún tipo de valor” ya que allí “no nos encontró nada”.
No obstante, destacó un último espacio que, a diferencia de los anteriores, sí presentó características que han sido objeto de análisis: la famosa tumba de Talpiot.
Allí también se encontró una tumba con el nombre María y otra con el nombre José, lo que comenzó a levantar sospechas de que podría tratarse de más que solo una mera casualidad.
Sin embargo, Horovitz explicó que “con el tiempo, los especialistas llegaron a la conclusión que esa no era la tumba de Jesús, ya que los nombres Yeshua, Yosef, Miriam o María eran nombres súper populares en la época”, a la par que “se encontraron otros osarios con el nombre de Jesús”.
No obstaste, señaló que “lo cierto es que, si descartamos todas estas cuestiones, nos quedamos con dos candidatos: el Santo Sepulcro y el jardín de la tumba”.
Sobre lo primero, el experto explicó que “lo único que llama la atención ahí es una piedra en una colina que, si uno la mira con un poco de imaginación, se ve ahí una calavera, o Gólgota en arameo”.
Si descartamos todas las teorías sin fundamentos sólidos, solo quedan dos opciones: el Santo Sepulcro y el jardín de la tumba, explicó el experto
Es por ello que, entonces, cuando los evangelios mencionan el Gólgota, probablemente se referían a un lugar que tenía imagen de calavera.
El problema con esto, sin embargo, es que con el correr de los siglos la superficie ha sufrido una erosión difícil de estimar, por lo que “no sabemos cómo estaba realmente hace 2000 años”.
De todas formas, más allá de esta cuestión, hay otro aspecto fundamental que descarta por completo esta idea: la tumba que se adjudica a Jesús es una tumba del siglo siete o siglo ocho antes de Cristo y los evangelios dicen claramente que la tumba de Jesús era nueva, por lo que nunca se podría haber utilizado.
Así las cosas, el experto insistió en que “lo más probable es que (la muerte de Cristo) haya sido aquí y en menor medida, en el jardín de la tumba”.
Para justificar sus palabras, Horovitz se basó en una serie de argumentos históricos que sugieren, casi con total certeza, que el Santo Sepulcro fue donde Jesús pasó sus últimos momentos.
Por otro lado, en referencia al templo romano, mencionó que, con el correr de los años, se han encontrado diversos indicios y “tradiciones que la tumba de Jesús estaba aquí”.
“¿Es categórico que el Santo Sepulcro, la tumba de Jesús, sea aquí? No. ¿Es probable? Sí, es muy probable, por todos los argumentos que mencione”, cerró con confianza.
Fuente: Infobae