UNANIMIDAD
Dirigentes deportivos locales y regionales están en contra de la posibilidad de convertirse en SAD
La posibilidad de transformar las asociaciones civiles sin fin de lucro en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), que impulsó el presidente de la Nación, Javier Milei, a través de un Mega DNU, suma posturas contrapuestas.
A los reveses de oponentes políticos y, sobre todo, de la Justicia, que rechazó los artículos que avalaran a que los clubes pudiesen transformarse en SAD, algo muy común en otras partes del mundo y que desvive al máximo mandatario nacional para que también repercuta en el país, se les agregan las visiones negativas de clubes del Interior del país.
Ahora El Día recopiló los testimonios de presidentes y principales dirigentes de instituciones deportivas de la ciudad, el departamento y la provincia y la postura fue unánime; en contra de la privatización de los clubes.
Todos resaltan que en caso de caer en manos de empresas privadas, los clubes perderían su función social, los socios poder decisión, las disciplinas menos rentables dejarían de existir y, peor aún, ante un fracaso económico los clubes podrían llegar a desaparecer.
Felipe Martínez Garbino, secretario general del club Juventud Unida, expuso: “Considero que en Argentina el rol que tienen los clubes es distinto que en otras partes del mundo, por lo que quizás donde hoy es una solución la SAD, en nuestro país puede llegar a ser un problema sobre todas las cosas por la función social que cumplen los clubes y porque en muchos de los casos es un segundo hogar, hasta más que el colegio”.
“Si hoy rompemos los tejidos sociales que se forman ahí, por buscar el lucro, por ver el costado económico o deficitario de los clubes podemos llegar a generar un problema social grande y la respuesta que hoy nos dan los clubes en materia humanitaria es lo que más se pone en riesgo. Yo creo que es el principal eje del porqué no a la SAD, que te repito no significa que en otro país no funcione sino que en Argentina por cómo está compuesto un club, por cuál es la respuesta que da, por cuál es el objetivo que se percibe en el 99% de los casos los clubes argentinos, no es viable impulsar la sociedad en el ámbito deportivo”, sentenció.
En la misma línea, Adrián Romani, ex director de Deportes municipal y actual director deportivo del club Racing, manifestó: “Es un tema que ha traído mucha cola en los últimos días y la pregunta si estoy de acuerdo y lógicamente que no. No me parece un tema de urgencia tener estas sociedades deportivas anónimas en Argentina en estos momentos. Me parece que esto es inviable, que es una falta de respeto y totalmente innecesario”.
“Por los momentos en que vivimos, en el contexto social, cultural y económico que atravesamos hoy justamente sociedades anónimas en nuestro deporte me parece que es totalmente innecesaria. Lógicamente que lo que hacen las sociedades anónimas y como pasa en todos los países, donde funcionan y uno pudo experimentarlo, vienen a chupar la parte de nuestra historia, en lo deportivo, cultural y ni que hablar en lo social, porque todas estas grandes empresas que vienen, que no tengo nada en contra de ellas, no vienen a trabajar para los pueblos, ni para las ciudades chiquitas y tampoco apoyar los clubes de barrio, vienen lógicamente por el fútbol, que es nuestro tesoro, nuestro deporte nacional y nuestro mayor orgullo que tenemos como argentinos”, argumentó.
Daniel Aguilar, flamante presidente de la Liga de Fútbol de Gualeguay-chú, siguió en esa línea y afirmó: “Teniendo una referencia de parte de los clubes, lo veo difícil porque la idea de privatizar es por el fútbol, no por los clubes, sino por el fútbol, en mi opinión. Vienen por el fútbol, y qué hacemos con todas las otras disciplinas, que no dan ganancias, que no son rentables, como el básquet, el vóley o la disciplina que sea. Los clubes son de la gente, ese sentido de pertenencia que hay es de la gente y de los socios que mantienen el club día a día, me parece que desaparecería todo”.
Por su parte, Carlos Agesta, pope de Central Entrerriano, expresó: “Sinceramente no veo factible a que los clubes de la ciudad se tomen como sociedades anónimas porque, obviamente, con todo lo que representan los clubes a nivel local, entiendo que puede darse que si se genera una SAD, aquellas personas que inviertan en un club lo van a ver como un negocio y puede tender a desaparecer algún tipo de actividad o algún tipo de club en el caso de que vean que no es redituable”.
“Tener en cuenta que, en su gran mayoría, las actividades principales y formativas de los clubes son deficitarias y uno trata de solventarlos de alguna otra manera, es decir, generando recursos o, en el caso de nuestro con el Bingo y obviamente con el Carnaval, que para nosotros es importantísimo como generador de recursos. Nosotros somos socios de la Comisión de Carnaval y dentro de su estatuto está establecido de que las entidades que conforman la comisión tienen que ser entidades sin fines de lucro”, ejemplificó.
Víctor Moralí, presidente de Deportivo Urdinarrain, opinó: “Me da la sensación de que los clubes del interior, los pequeños como los nuestros están conformados por un grupo de socios audaces que lo crearon en su momento y que después lo fueron sucediendo las diferentes generaciones, trabajando siempre en lo que es eso en definitiva, una asociación civil sin fines de lucro y que tratamos por todos los medios que se sostenga y que se sostenga la función social que en definitiva tiene. Así que por eso yo no estoy de acuerdo por esa sencilla razón.
Por su parte, su par de Juventud Urdinarrain, Rodrigo Sánchez, mantiene una postura similar: “Los clubes son de los socios, por una cuestión cultural y por cómo se vive el fútbol en nuestro país. Que el día de mañana se pueda plantear alguna sociedad tipo híbrida con inversores y socios puede verse en el futuro, siempre y cuando los socios tengan la mayor participación de acciones en el club”, enfatizó.
Por último, Sergio Vereda, presidente de Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay, que milita en el Federal A, fue conciso en su opinión: “Desde ya te digo que no soy partidario de que los clubes sean una SAD porque no estamos preparados para eso como sociedad y creo que los clubes de barrio y la ciudad y los pueblos chicos irían en desventaja con eso”.
Y contextualizó con la situación actual de la entidad que preside: “Nosotros hicimos un acuerdo hace muy poco con una empresa, pero no es un gerenciamiento sino es un convenio compartido entre ambas partes, donde ponemos la mitad el club y la mitad la empresa, solamente en la parte profesional. Nosotros nos hacemos cargo de toda la administración del club como comisión directiva. La empresa se encarga solamente de la parte profesional, con algunos jugadores y les paga el sueldo y los alquileres y nos ayuda con la logística de los viajes para jugar el torneo federal que es muy caro, pero después seguimos manejándolo nosotros”, concluyó.
El Dato
Las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) tienen fines de lucro, en busca de beneficios individuales y ganancias. Los principales dueños de los clubes bajo este modelo son inversionistas. En este contexto, los socios no participan en la toma de decisiones relacionadas con la entidad deportiva, ya que la responsabilidad recae completamente en los accionistas, que pueden ser empresas, individuos o entidades, a través de la representación en un Consejo de Administración.