DEMORARON A UNA PERSONA
Desbarataron una fiesta clandestina en un predio de las islas del Delta frente a Victoria
Una comisión de la Delegación Islas de la Municipalidad de Victoria, junto con personal policial de Abigeato de la jurisdicción, debieron intervenir en una fiesta ilegal que se estaba realizando a metros del puente a Rosario, en pleno Delta del Paraná.
El evento había comenzado el viernes 14 de julio y tenía proyectado extenderse en un after hasta después del mediodía del sábado 15, según los dichos de los organizadores. Las autoridades notificaron al responsable de la cautelar judicial vigente, que prohíbe este tipo de actividades en las islas, pero el encargado brindó datos falsos y con esa identidad usurpada firmó el acta. Percatado del engaño, el oficial a cargo informó de la situación al Juzgado Federal de Victoria, dio directiva para que el individuo sea debidamente identificado.
La convocatoria bailable no tenía ningún tipo de autorización, no había seguridad, ni control y los pagos de las entradas se efectuaban por canales paralelos de recaudación, según confirmaron a ERA Verde. Se estimó la concurrencia en una cifra superior al millar de personas, que se movilizaron en más de 150 vehículos, que abonaron una entrada promedio de $6.000. En la ruta se hizo evidente la ausencia de controles de Gendarmería Nacional.
La fiesta fue convocada a través de redes sociales como “Cachengazo + Yenderson”, a “tan solo 10’ de Rosarios”, en las islas de Victoria. La invitación se promocionaba con una imagen post apocalíptica, de un hombre con una máscara antigas en un bosque cubierto de humo. El lugar, en una “secret location” decía el flyer de difusión, aunque todos ya estaban al tanto que se realizaría en el lugar conocido como Wakeland, en el kilómetro 8, primera bajada de la Ruta Nacional 174, en la Isla la Deseada, en el lote que ocupa el empresario ganadero Enzo Federico Vignale. Hasta allí llegó, a primera hora del sábado 15 de julio, una comisión de la Delegación Islas de la Municipalidad de Victoria, asistida por la Policía de Entre Ríos, para desbaratar la fiesta clandestina que se había iniciado el viernes 14 por la noche. Fueron en función de hacer cumplir con la cautelar judicial federal que restringe este tipo de actividades en el Delta, atento a un amparo ambiental solicitado para prevenir los incendios y reparar el daño producido por las quemas que rige desde el 1 de julio de 2020.
Desde entonces, se recordará, por orden del juez Federal Nº 2 de Paraná, Daniel Alonso, se dispuso “la prohibición absoluta de acciones humanas con capacidad para alterar el medio ambiente, especialmente la quema de recursos naturales, actividades que impliquen riesgo de incendio aún de carácter accidental; construcción de diques y terraplenes de cualquier naturaleza o realización de actividades que pongan en riesgo el ecosistema”, se indicó en ese momento.
En rigor, de la convocatoria danzante ya estaban enteradas las autoridades del Juzgado Federal de Victoria, atenta la solicitud del intendente de Victoria, Domingo Maiocco, para que la Fiscalía pudiera frenar la actividad clandestina. Pero por cuestiones de la Feria Judicial, las medidas preventivas no llegaron a tiempo, y no se expidieron con la diligencia que ameritaba la cuestión, “esto se podría haber evitado”, lamentaron desde la administración municipal. Fue así que actuó la Delegación Islas de oficio, junto con personal policial de la Brigada de Prevención de Delitos Rurales de la Departamental Victoria.
Una vez en el lugar, las autoridades se abocaron a dar con el responsable de la fiesta para poder notificarlo de la cautelar vigente. Por esta diligencia se produjo un singular hecho. De acuerdo a lo informado a ERA Verde, los encargados del operativo dieron con un sujeto que dijo en un primer momento que se trataba de un encuentro de amigos, que por eso no se cobraba entradas; luego que eran egresados de festejo, y que se trataba de un evento privado. Pero ante la evidencia de la masividad de la convocatoria, la logísticas y pruebas que dan cuenta que se cobraba las entradas en un promedio de $6.000 por medio de transferencias a una firma denominada “Otto Produciones SRL” mediante la plataforma Mercado Pago, terminó por admitir que era una fiesta, pero que no era convocada por Vignale. En este punto el individuo fue muy cuidadoso, ya que el hacendado “ya está notificado de la cautelar” y por ende no puede alegar desconocimiento de la infracción. Es por esto que el joven que dijo ser vecino de la ciudad de Rosario y que le habían prestado el campo, aunque no pudo exhibir ningún tipo de contrato de comodato o alquiler.
Fue así que se labró un acta, para lo cual se le solicitó a quien se presentó como gerente de la fiesta su nombre, DNI, domicilio y número de teléfono. Con esta información se confeccionó el documento que firmó asintiendo haber tomado cuenta de la falta. Pero algo raro hizo desconfiar de toda la situación al Inspector Maximiliano Quartino. Es así que el oficial una vez que se retiró del lugar, en donde no hay señal de cobertura de telefonía móvil, chequeó por el sistema Sifcop los datos brindados por el individuo y comprobó que eran falsos y, por ende, el acta confeccionada con esa información apócrifa era inválida.
Quartino dio aviso al Juzgado Federal de Victoria de la situación irregular, y se lo autorizó a trasladar al infractor a sede policial para su correcta identificación, se explicó. Es así que de acuerdo a las actas municipales a las que tuvo acceso ERA Verde, resultó que el organizador que dio sus datos fraudulentos era Mauro Tabares, de 29 años, con domicilio en la localidad de Serodino, ubicada a 52 kilómetros de Rosario, provincia de Santa Fe. “Brindar identidad falsa de los organizadores y decir que la fiesta es privada son tretas que ya han utilizado”, comentó un inspector con experiencia en este tipo de intervenciones.
Notificado de la infracción, Tabares fue dejado en libertad pero quedó ligado a una causa Federal donde deberá comparecer y explicar por qué brindó datos falsos a las autoridades policiales.