Democratizar el sistema educativo en la provincia
Muchas veces cuando nos ponemos a pensar en la democracia llegamos a la conclusión de que esta todavía tiene deuda con los ciudadanos argentinos y es así. Todavía falta, aunque se ha hecho mucho y aunque falte elegimos este sistema.
Oscar Ávila*
OpiniónLa cuestión es por donde empezar a trabajar con certeza para que la democracia empiece a tener logros más profundos, lo que seguramente conseguiremos cuando tengamos ciudadanos comprometidos con ella y estén dispuesto a ese compromiso, al que convoca la democracia que es la libertad, igualdad, equidad, justicia, el bienestar para todos, sin privilegios.Es así que se llega a pensar cómo muchas veces se juzga que es el espacio de socialización de la escuela el que debe cambiar, pero pensándole en el contexto de lo que es el sistema educativo y las políticas educativas de los diferentes gobiernos.Si pensamos en la escuela seguramente discutimos y como nos pasa siempre decimos que antes aprendíamos, más, que había señores profesores, que había mayor responsabilidad y tantos otros juicios que se hacen sobre el ayer para justificar el hoy. Pero es importante pensarnos en el paradigma de hoy que nos plantea una cultura en los infantes, jóvenes y adolescente muy diferente a la que vivimos quienes hoy tenemos entre lo 40 y 50 y obvio es que si comparamos lo de ayer con la incertidumbre del hoy seguramente sintamos más seguridad pensando en el ayer que asumir el desafío del hoy.Philipe Merieu nos plantea esta realidad del hoy con el teléfono celular e internet, nuestros niños saben más que nosotros y nos superan.Esto es una síntesis del desafió social en la escuela de hoy.Pero si miramos en profundidad la escuela nos encontraremos con cuestiones que el sistema educativo y las políticas educativas no han resuelto, que es la democracia en la escuela y seguramente muchos piensan que estoy hablando si en la escuela los chicos hacen lo que quieren y no hay respeto por nada; comparto que eso es solo una manifestación de la realidad que vemos y no conocemos en profundidad que lo generó, y ahí radica el meollo de la cuestión.Y aquí llegamos al ejercicio del poder y como se ejerce y práctica este hasta desde el poder político. El sistema está todavía organizado para bajar y cumplir órdenes y algunas son incuestionables porque siempre aparece la figura del sumario; si no tenés obediencia debida y eso va del poder local a los supervisores, de estos a los directores, a los maestros y por ende a los niños y niñas del sistema educativo.Esta es una cadena que responde una forma de concebir el poder que es verticalista que algunos desde la vulgaridad equivocados o no comparan con la ley del gallinero. Esta es la teoría reinante en la escuela. Unos mandan y otros obedecen. Nada de intercambio, las normas escritas por el poder están para ser cumplidas y nada más.Se nos hace muy difícil a los adultos, parte del sistema educativo manejar, la democracia y más cuando lo hacemos a nuestro arbitrio porque el ser modelo para los niños, adolescentes y jóvenes nos exige ser coherentes y muchas veces no lo somos. Imaginemos a los funcionarios políticos en esta realidad.Cuando las leyes plantean ideas consensuadas, intercambios para enriquecer la tarea, tiempos para la reflexión y el análisis de lo que se hace en la escuela; todo esto se encuentra con la tiranía con que está organizada la escuela, los horarios y las multiplicidad de tareas que tiene el docente para hacer. A esto se le suman ciertos funcionarios con grados de autoritarismo que satisfaciendo, no se a que dios, incumplen, maltratan, niegan posibilidades y quieren tener a todos a sus pies, salvo a aquellos que tienen el privilegio de ser elegidos.Esto tiene un ingrediente más grave, los Directores Departamentales son puestos por el poder político y cuando buscas que alguien se haga cargo del mal desempeño nadie se hace cargo.En fin, para ir terminado y dejar en claro de la poca democracia que el sistema tiene, debo comentar que días pasados la Directora Departamental de Escuelas de Gualeguaychú, arbitrariamente, desconociendo las leyes y descalificando al gremio docente, suspendió la asamblea en una escuela.La misma es legal porque está encuadrada en un Dcto el 1318/96 que lo habilita. En este contexto, sin la mínima humildad para reconocer el atropello, se convocó a una reunión al día siguiente, que para manifestar la buena voluntad que caracteriza al gremio docente aceptamos solamente para fijar una nueva fecha y horario para la asamblea.Lo acordamos con los Supervisores de Nivel inicial y Primario que gentilmente se quedaron en la reunión hasta el final, puesto que la Directora Departamental se retiró sin cumplir su palabra aduciendo que tenía que realizar otras tareas.Esta actitud sirve para demostrar por qué el sistema todavía continúa teniendo una cadena de mandos, esto justifica el ver cómo las escuelas sobrepasadas por la realidad piden a gritos una intervención de otros actores sociales que no sean de la cadena de mando, para resolver conflictos.Estoy convencido que cuando desde el poder político no hay una definición para trabajar la democracia, esta se traduce en la escuela en cuestiones de convivencia a veces insalvables porque solo se reciben órdenes; y en más de una situación llamados telefónicos para retar y hasta a veces castigar a las escuela excluyéndolas de que reciban beneficios por parte del estado.Esta es una manera de ejercer el poder que poco tiene que ver con la democracia.Este es también un ingrediente que hay que tener en cuenta al momento de pensar la escuela porque tanto en la ley de protección de la Infancia como en la educación se plantea que a los niños y docentes se les debe garantizar un espacio de trabajo en el que reine la armonía y respeto, palabras que son incompatibles con el autoritarismo, la arbitrariedad y el abuso de poder.
Oscar Ávila*
OpiniónLa cuestión es por donde empezar a trabajar con certeza para que la democracia empiece a tener logros más profundos, lo que seguramente conseguiremos cuando tengamos ciudadanos comprometidos con ella y estén dispuesto a ese compromiso, al que convoca la democracia que es la libertad, igualdad, equidad, justicia, el bienestar para todos, sin privilegios.Es así que se llega a pensar cómo muchas veces se juzga que es el espacio de socialización de la escuela el que debe cambiar, pero pensándole en el contexto de lo que es el sistema educativo y las políticas educativas de los diferentes gobiernos.Si pensamos en la escuela seguramente discutimos y como nos pasa siempre decimos que antes aprendíamos, más, que había señores profesores, que había mayor responsabilidad y tantos otros juicios que se hacen sobre el ayer para justificar el hoy. Pero es importante pensarnos en el paradigma de hoy que nos plantea una cultura en los infantes, jóvenes y adolescente muy diferente a la que vivimos quienes hoy tenemos entre lo 40 y 50 y obvio es que si comparamos lo de ayer con la incertidumbre del hoy seguramente sintamos más seguridad pensando en el ayer que asumir el desafío del hoy.Philipe Merieu nos plantea esta realidad del hoy con el teléfono celular e internet, nuestros niños saben más que nosotros y nos superan.Esto es una síntesis del desafió social en la escuela de hoy.Pero si miramos en profundidad la escuela nos encontraremos con cuestiones que el sistema educativo y las políticas educativas no han resuelto, que es la democracia en la escuela y seguramente muchos piensan que estoy hablando si en la escuela los chicos hacen lo que quieren y no hay respeto por nada; comparto que eso es solo una manifestación de la realidad que vemos y no conocemos en profundidad que lo generó, y ahí radica el meollo de la cuestión.Y aquí llegamos al ejercicio del poder y como se ejerce y práctica este hasta desde el poder político. El sistema está todavía organizado para bajar y cumplir órdenes y algunas son incuestionables porque siempre aparece la figura del sumario; si no tenés obediencia debida y eso va del poder local a los supervisores, de estos a los directores, a los maestros y por ende a los niños y niñas del sistema educativo.Esta es una cadena que responde una forma de concebir el poder que es verticalista que algunos desde la vulgaridad equivocados o no comparan con la ley del gallinero. Esta es la teoría reinante en la escuela. Unos mandan y otros obedecen. Nada de intercambio, las normas escritas por el poder están para ser cumplidas y nada más.Se nos hace muy difícil a los adultos, parte del sistema educativo manejar, la democracia y más cuando lo hacemos a nuestro arbitrio porque el ser modelo para los niños, adolescentes y jóvenes nos exige ser coherentes y muchas veces no lo somos. Imaginemos a los funcionarios políticos en esta realidad.Cuando las leyes plantean ideas consensuadas, intercambios para enriquecer la tarea, tiempos para la reflexión y el análisis de lo que se hace en la escuela; todo esto se encuentra con la tiranía con que está organizada la escuela, los horarios y las multiplicidad de tareas que tiene el docente para hacer. A esto se le suman ciertos funcionarios con grados de autoritarismo que satisfaciendo, no se a que dios, incumplen, maltratan, niegan posibilidades y quieren tener a todos a sus pies, salvo a aquellos que tienen el privilegio de ser elegidos.Esto tiene un ingrediente más grave, los Directores Departamentales son puestos por el poder político y cuando buscas que alguien se haga cargo del mal desempeño nadie se hace cargo.En fin, para ir terminado y dejar en claro de la poca democracia que el sistema tiene, debo comentar que días pasados la Directora Departamental de Escuelas de Gualeguaychú, arbitrariamente, desconociendo las leyes y descalificando al gremio docente, suspendió la asamblea en una escuela.La misma es legal porque está encuadrada en un Dcto el 1318/96 que lo habilita. En este contexto, sin la mínima humildad para reconocer el atropello, se convocó a una reunión al día siguiente, que para manifestar la buena voluntad que caracteriza al gremio docente aceptamos solamente para fijar una nueva fecha y horario para la asamblea.Lo acordamos con los Supervisores de Nivel inicial y Primario que gentilmente se quedaron en la reunión hasta el final, puesto que la Directora Departamental se retiró sin cumplir su palabra aduciendo que tenía que realizar otras tareas.Esta actitud sirve para demostrar por qué el sistema todavía continúa teniendo una cadena de mandos, esto justifica el ver cómo las escuelas sobrepasadas por la realidad piden a gritos una intervención de otros actores sociales que no sean de la cadena de mando, para resolver conflictos.Estoy convencido que cuando desde el poder político no hay una definición para trabajar la democracia, esta se traduce en la escuela en cuestiones de convivencia a veces insalvables porque solo se reciben órdenes; y en más de una situación llamados telefónicos para retar y hasta a veces castigar a las escuela excluyéndolas de que reciban beneficios por parte del estado.Esta es una manera de ejercer el poder que poco tiene que ver con la democracia.Este es también un ingrediente que hay que tener en cuenta al momento de pensar la escuela porque tanto en la ley de protección de la Infancia como en la educación se plantea que a los niños y docentes se les debe garantizar un espacio de trabajo en el que reine la armonía y respeto, palabras que son incompatibles con el autoritarismo, la arbitrariedad y el abuso de poder.
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios