CLASIFICACIÓN
¿Cuáles son los tipos de agroquímicos más utilizados en Argentina?
Argentina es uno de los países con mayor consumo de agroquímicos del mundo. Esto se debe a la gran actividad agrícola del territorio y al importante aumento de superficies dedicadas al monocultivo, como la soja y el maíz.
Los agroquímicos son sustancias químicas que se utilizan en la agricultura para proteger los cultivos y maximizar su rendimiento. Entre sus diversos usos, se encuentra la prevención, control y destrucción de plagas, y también sirven como reguladores fisiológicos o defoliantes. Entre los agroquímicos más comunes, se encuentran los herbicidas, fungicidas e insecticidas. En este artículo, analizamos cuáles son los más utilizados en nuestro país y para qué sirve cada uno en particular. Clasificación de agroquímicos Los agroquimicos más utilizados son aquellos que sirven para prevenir pérdidas causadas por enfermedades, malezas o insectos. Entre un 10 o 15% de los productos cosechados se pierden debido a los ataques de insectos, hongos y ácaros, entre otras plagas.
Para prevenir estas pérdidas, se utilizan plaguicidas, entre los que se encuentran: Fungicidas Al igual que otros productos fitosanitarios, la venta de fungicida en Argentina ha crecido significativamente. Se trata de sustancias que se emplean para matar o impedir el crecimiento de hongos y moho. Se aplican tanto en plantas, semillas y alimentos como en maderas o cueros. La mayoría de los fungicidas de uso agrícola se espolvorean o fumigan sobre las semillas, frutas y hojas. Esto se realiza para impedir la propagación de enfermedades como el tizón (del maíz), la roya (del trigo) e, incluso, el tizón tardío, más conocido como “enfermedad de la papa”. Algunas de las ventajas más importantes de la utilización de estas sustancias son: Permiten controlar la enfermedad del cultivo. Incrementan la productividad de la plantación. Reducen los daños. Mejoran la calidad del producto en el periodo de almacenamiento. Herbicidas Los agroquímicos más utilizados en Argentina son los herbicidas, especialmente el Glifosato. Se utilizan para inhibir e interrumpir el crecimiento de plantas indeseadas en terrenos que van a ser o han sido cultivados. Este tipo de plantas o hierbas no deseadas suelen ser de fácil dispersión ya que se multiplican gracias al viento o al agua y poseen una gran resistencia. Esto provoca que la cosecha se reduzca, puesto que acaparan los recursos necesarios para el desarrollo, como el espacio, el agua y la luz. Además, su presencia también afecta la recolección. Insecticidas Estas sustancias sirven para contraatacar plagas de insectos que alteren el crecimiento de cultivos. De esta manera, permite una mayor producción agrícola así como también una reducción de costos para el consumidor. Los venenos afectan los sistemas respiratorio, digestivo y muscular de los insectos. Se agrupan en tres clases de acuerdo al modo de acción del insecticida: Insecticidas de contacto: Este tipo de veneno mata al insecto al tomar contacto con su cuerpo. Se distribuyen en los espacios donde se desplazará el insecto. Insecticidas estomacales: Se utilizan generalmente en contra de insectos que mastican el alimento. Por esta razón, se aplican sobre las superficies, que constituyen su comida como hojas. Insecticidas fumigantes: En este caso, se trata de un veneno gaseoso que penetra por el sistema respiratorio. Funcionan mejor en espacios cerrados como silos o depósitos. ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
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