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¿Cuál es el peaje ecológico de los vertidos de petróleo en Latinoamérica?
Durante los últimos años, el número de vertidos de petróleo causados por el ser humano o por desastres naturales han cambiado a peor la cara de Latinoamérica. Sus increíbles paisajes naturales han sido devastados por el equivalente a decenas de miles de barriles de crudo, poniendo en peligro al ecosistema, incluida flora y fauna, así como a miles de personas, especialmente aquellas que viven desde hace décadas en la propia naturaleza.
Algunos de estos daños son irreparables y ponen en riesgo la biodiversidad y la economía de regiones enteras. ¿Qué consecuencias han sufrido los países latinoamericanos a causa de estos vertidos?
Ecuador
En el caso de Ecuador, con menos de 2 años de diferencia se produjeron 2 importantes derrames. El primero, el 7 de abril de 2020, se produjo cuando, debido a la erosión, un corrimiento de tierra rompió el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), liberando aproximadamente el equivalente a 15.000 barriles de crudo en los ríos Coca y Napo. EOS Data Analytics analizó los cambios en la vegetación cerca de San Rafael utilizando el índice NDVI (Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada) y los resultados arrojaron una pérdida de vegetación de hasta el 25% en la zona afectada tras el desastre.
Dicha disminución de la vegetación fue consecuencia de los vertidos. Los árboles situados cerca de la orilla del río, que actúan como ‘sujeción’ del suelo quedaron debilitados o murieron al quedar cubiertos de crudo. El NDVI también mostró la enorme erosión que se produjo en las orillas del río. Esta catástrofe afectó a más de 27.000 personas de distintas comunidades indígenas que viven cerca del río.
A principios de 2022, el 28 de enero, otra ruptura en el OCP a causa de un corrimiento de tierra tras fuertes lluvias rompió el oleoducto, contaminando 20.000 metros cuadrados del parque nacional de Coca. Pese a que la compañía responsable del oleoducto dijo que la fuga fue contenida en unas piscinas creadas para tal efecto, con ayuda del índice de vegetación NDVI se pudo confirmar que la fuga afectó a comunidades indígenas situadas en la provincia de Napo y Sucumbíos, río abajo respecto al punto de ruptura del oleoducto. El Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) alertó de la amenaza que suponía este nuevo vertido a algunas especies silvestres de la zona, como el coatí de montaña o varias especies de anfibios.
Perú
Tras el vertido de petróleo del 15 de enero de 2022 en La Pampilla, la principal refinería del país, el gobierno peruano declaró de forma oficial una emergencia medioambiental. El equivalente a unos 6.000 barriles de crudo se vertió en una zona considerada de rica biodiversidad marina. Se estima que, en apenas una semana, dicho vertido contaminó en torno a 7 millones de metros cuadrados de océano y casi 2 millones de costa y playa. Las pérdidas directas e indirectas relacionadas con el turismo en las zonas afectadas tienen un valor de 52 millones de dólares.
Además de las perdidas económicas, el vertido ha causado importantes daños medioambientales, pues las corrientes marinas arrastraron el vertido hacia el norte, afectando a 2 reservas naturales marinas y otras zonas ampliamente frecuentas por humanos. Está considerado como el peor desastre medioambiental de la historia reciente del país andino.
Venezuela
El Observatorio Venezolano de Ecología Política identificó hasta 53 vertidos de petróleo en un periodo de apenas 8 meses y medio, del 1 de enero al 16 de septiembre de 2021. Estas cifras son muy preocupantes, tanto por el número de veces como por la cantidad de extracción que realiza el país, muy inferior a otros países del mundo.
El principal desastre medioambiental está localizado en el lago de Maracaibo. Las imágenes de satélite muestran que el lago, el más grande de Sudamérica, tiene abundantes manchas de petróleo y proliferación de algas. El lago se encuentra en el núcleo de la industria petrolera del país y los pescadores en la zona llevan años quejándose de la contaminación existente en el lago y los peces que capturan.
De los 53 vertidos analizados, al menos 9 son considerados muy graves. En julio de 2021, en el estado de Falcón, se produjo un vertido de más de 26.000 barriles en el parque nacional de Morrocoy, causando una importante destrucción. Otro incidente grave tuvo lugar en la refinería Cardón, en el mismo estado, liberando 3,6 millones de litros de gasolina se vertían en el Golfo de Venezuela.
Parte de la actividad económica de varios países de Latinoamérica proviene de la extracción de petróleo y otros materiales extractivos. Dada esta fuerte dependencia económica respecto a los recursos naturales, los gobiernos de la región siguen apoyando este tipo de prácticas, favoreciendo la explotación en zonas sensibles desde un punto de vista medioambiental, como el Amazonas. Desafortunadamente, los desastres se producen con demasiada frecuencia y cada uno de ellos afecta de forma grave a la biodiversidad, que es un importante activo del planeta. Los gobiernos locales deben imponer medidas de seguridad más estrictas si se quiere evitar arruinar del todo un área con una importancia natural sin parangón en el planeta.