GRUPO H
Corea del Sur dio la nota, derrotó a Portugal y se metió en octavos
AAAAAAAAAAAAAAAAAAST) le dio el tercer pasaje de la historia a los coreanos, que antes igualaron con un tanto de Kim Young-Gwon (27m. PT) tras verse abajo por el tempranero grito de Ricardo Horta (5m. PT).
Portugal se quedó con el primer puesto, con 6 puntos, y esperará por el segundo del grupo G; Corea del Sur, con mayor cantidad de goles a favor que Uruguay, se metió por la ventana y esperará por Brasil o Suiza, ambos definirán su lugar en el G.
Portugal aprovechó una distracción inicial de su rival para ponerse en ventaja. Los lusos ya demostraron que necesitan poco para ponerse adelante en los partidos, le sobra gol y lo sufrieron los tres rivales del grupo. Con un pelotazo largo de Pepe, que encontró a Diogo Dalot en completa libertad en su línea lateral, terminó en el 1 a 0 con una buena aparición de Ricardo Horta.
Corea del Sur salió en búsqueda de la igualdad, con la obligación típica del equipo que conoce de un escenario negativo con el resultado vigente y si bien se hizo de la pelota -rozó el 65 por ciento de posesión- nunca inquietó al fondo portugués.
En cambio, Portugal, que no contó con varios de sus titulares entre amonestaciones y molestias físicas, aprovechó la subida de sus laterales para dañar de manera repetitiva a un fondo surcoreano endeble. Solamente una vía parecía posible para el empate de Corea del Sur y era a través de la pelota parada. Con esa herramienta avisó a los 20 minutos y consiguió en la siguiente el 1 a 1 tras una falla notoria de Cristiano Ronaldo, quien se agachó en el centro y habilitó a Kim Young-Gwon.
Y si bien el resultado ya le alcanzaba a Portugal para asegurarse el primer lugar en la zona, sobre todo sabiendo que el otro partido perdía Ghana ante Uruguay, continuó buscándolo por todos lados con el liderazgo ofensivo de Cristiano Ronaldo.
Todo esto convirtió en enorme figura a Kim Seung-Gyu, arquero de Al-Shabab, de Arabia Saudita, que con sus voladas y su altura le cerró el arco en la etapa inicial y dejó con vida a sus compañeros. Poco y nada sucedió en el amanecer del complemento, Corea del Sur se vio sorprendido por la intensidad portuguesa, que nunca negoció, incluso a sabiendas que todo estaba a su favor para levantar el pie del acelerador con los octavos de final como horizonte.
La tentación constante para Corea del Sur fueron los pelotazos y centros a su delantero Cho Gue-Sung, autor de dos goles contra Ghana y con un potente cabezazo. Esto, por momentos, le simplificó el trabajo a un central de experiencia como Pepe y a otro con gran juego aéreo como António Silva.
El arquero portugués Diogo Costa no quiso ser menos que su rival en el mismo puesto y cuando Corea del Sur decidió presionar en la salida y contó con las mayores chances de peligro, dijo presente con su sobriedad en cada atajada.
Los cambios le dieron otra cara a Portugal, que pasó de tomar la iniciativa a apostar por contras a pura velocidad y potencia con Rafael Leão, y a la vez lo posicionó más cerca de su arco en un riesgo alto para la necesidad asiática.
Justamente ese deseo por la clasificación lo llevó a Corea del Sur a modificar su esquema y sus nombres, por lo que el equipo quedó partido, tentado por el triunfo y al filo de la derrota en cada contra lusa.
Corea del Sur aprovechó una contra liderada por su figura Son Heung-Min, que asistió a Hwang Hee-Chan para celebrar y arribar a los cuatro puntos. Es que con este puntaje y los cuatro gritos a favor y cuatro en contra, superaron a Uruguay (2 y 2), para meterse entre los 16 mejores y esperar por Brasil o Suiza.
El equipo coreano aguardó en ronda, abrazado, en el mediocampo por el final de Uruguay, que tuvo una diferencia de minutos en su choque con Ghana y tan solo un gol los hubiera eliminado.
Apenas se vio el final por las pantallas de los celulares, los llantos de alegría y los saltos aparecieron, Corea del Sur regresó a los octavos de final como lo hizo en el Mundial que organizó en 2002 y en Brasil 2014 -allí lo eliminó Uruguay-.