ANÁLISIS
Constantino: un caso emblemático en manos del STJ
El caso del expresidente municipal de Gilbert se transformó en un caso paradigmático para aquellas personas que deseen observar cómo reacciona el poder cuando se lo cuestiona en su legitimidad de ejercicio.
Nadie pensó que la denuncia de una mujer de esa localidad luego se transformaría en tres acusaciones concretas de abuso sexual agravado por parte de quien se consideraba el “Rey de Gilbert”.
Menos aún, a nadie se le hubiera ocurrido que, durante casi todo el recorrido judicial hasta la primera sentencia condenatoria, se tuviera que soportar persecuciones y seguimientos del personal de tránsito de aquella ciudad, hostigamiento a las víctimas y sus familiares, el desplazamiento del “distraído comisario” que, en vez de custodiar a las denunciantes, resultó adjudicatario del bufete de la terminal por el mismo Constantino; y menos aún que una persona de la Policía se hiciera pasar por el secretario del viceintendente en ejercicio y se presentaba de esa manera a periodistas para sacarles información. Tal fue la presión sufrida que una de esas mujeres tuvo que mudarse de Gilbert y trasladar a su hijo a Buenos Aires.
Eso sin dejar de anotar que, en el transcurrir del proceso, se recusaron jueces de garantías y miembros del Ministerio Público Fiscal, hasta que producto de la propia que lo llevó a creerse (dado que se creía rey y, además, sexy) que los dispositivos legales son sólo una “opinión”, violó groseramente una medida perimetral dictada por el Juez de Garantías interviniente y como consecuencia se le dictó la prisión preventiva en su modalidad domiciliaria.
No es en vano resaltar que sin el apoyo durante todo este proceso de múltiples movimientos destinados a la protección de la mujer, como por ejemplo el de Claudia Fiorotto de “las Juanitas”, diputadas comprometidas con las cuestiones de género como Mariana Farfán y la Red de Concejales Mujeres, integrada por las entonces ediles Selva Chesini y Andrea Noguera promovieron constante y fervientemente la cuestión, junto con el Instituto de la Mujer del Colegio de Abogados de la provincia y periodistas mujeres que no dejaron de amplificar lo que se quería ocultar.
Toda esa suma de esfuerzos, llevó el caso a los medios nacionales de comunicación, aumentando más el interés y haciendo que el mismo Gustavo Bordet, gobernador en ejercicio en aquel entonces, se viera presionado a pedir una sesión extraordinaria en el Senado para solicitar la Intervención de la localidad, logrando por fin que Constantino pidiera licencia con goce de haberes.
Finalmente, en el juicio declararon no sólo las tres víctimas, sino que además se agregó una persona ya mayor de edad que afirmó que cuando tenía 8 años sufrió hechos similares a los denunciados, a los que se sumaron la opinión de al menos cuatro psicólogos y un psiquiatra que ratificaron el trauma vivido por las víctimas.
Los votos del tribunal de Juicio y Apelaciones de Gualeguaychú, Integrado por los doctores Dumon, Derudi y Vivian, fueron coincidentes en resolver y condenar a Fabian Constantino a catorce años y seis meses de cumplimiento efectivo.
En igual sentido se expidió la Cámara de Casación de la ciudad de Concordia integrada por los doctores Giorgio, Perroud y Bruzzo, ratificando en un todo las consideraciones del tribunal de Gualeguaychú.
Finalmente, el pasado miércoles 28 de febrero se expuso la causa ante la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia de la provincia los motivos por los que estamos persuadidos Constantino son merecedor de castigo.
Para todas las personas que intervenimos y otras a quienes no nombro que también han contribuido de manera profunda y son los héroes y heroínas anónimas del “caso Constantino” es todo un acontecimiento que hoy por hoy esta causa haya llegado a la Sala Penal de nuestro Superior Tribunal, quiero decirles que todas ellas estuvieron en mi pensamiento cuando formulé el alegato final pidiendo la condena efectiva de Constantino. De confirmarse las sentencias anteriores sería todo un “hito” en la historia de la lucha por la libertad e integridad sexual de las mujeres entrerrianas.
Es justo considerarlo así porque se demostró que, por primera vez en la historia de la provincia, se encarceló y se está Juzgando a un Intendente en ejercicio, sino que además quedó evidenciado que hay mucho camino por transitar, y que, si bien la fuerza normativa que repele este tipo de acciones todavía no ha permeado lo suficiente, este caso será el que abra un surco donde vendrán más conflictos aún, que nos permitirán entender el rol que ocupa la mujer en nuestra sociedad y los protocolos que se deben cumplir ante la sola posibilidad de un caso de abuso como estos.