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Condenaron a un hombre que trató de culpar a un amigo para zafar de la cárcel
Andrés Alejandro Aguirre hizo todo lo posible para zafar de la cárcel, pero no lo logró. Llegó al punto de traicionar a un amigo, a quien involucró en un caso de narcotráfico. Igual, la historia que le inventó la justicia no la creyó. Este jueves, el Tribunal Oral Federal de Concepción del Uruguay, a cargo de la vocal subrogante Lilia Carnero, lo condenó a la pena de cuatro años de prisión por el delito de transporte de estupefacientes.
La causa se inició el 18 de diciembre de 2018 durante un control vehicular de rutina de Gendarmería en la intersección de las rutas nacionales N°14 y 18, a la altura de Colonia Yeruá, en el departamento Concordia.
En esa unión de rutas, los funcionarios de la GNA controlaron un colectivo de la empresa Flechabus que viajaba desde Paso de los Libres a Buenos Aires.
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Además de la documentación de la unidad, los funcionarios le requirieron los DNI y revisaron a los pasajeros. Al llegar a la butaca N° 42, en la que estaba Aguirre, los uniformados observaron un portafolio en el piso, debajo del asiento.
El hombre nacido en Paso de Los Libres aparentemente sacó un paquete y trató de ocultarlo entre sus ropas. Esta maniobra llamó la atención de los funcionarios al exhibirle a Aguirre que muestre el envoltorio e informe cuál era el contenido, respondiendo nuevamente que no sabía qué llevaba y que “sólo le pidieron que lo lleve”.
Como consecuencia se hizo descender a Aguirre y se efectuó un registro exhaustivo de la valija, hallándose otro envoltorio de menor tamaño envuelto en cinta de embalar color ocre. En total los tres paquetes arrojaron un peso de un kilo de cocaína de máxima pureza.
Ni lerdo ni perezoso, Aguirre se mostró colaborativo con los gendarmes y la justicia. De inmediato dijo que la droga se la había entregado Rubén Gatti, un vecino y amigo de Paso de los Libres con antecedentes por narcotráfico.
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Buscando mejorar su condición ante la Justicia, detalló que Gatti le ordenó llevar el paquete a un señor en Buenos Aires, conocido como ‘Negro’ al que le debía dinero. La entrega estaba pautada en la terminal de la localidad bonaerense de Escobar. Por esa actividad le pagaba 10.000 pesos.
Si bien Gatti fue imputado tras la declaración de su vecino, este jueves la justicia dictó la absolución del hombre que tiene antecedentes por narcotráfico, pero que en esta causa no tenía nada que ver. De las periciales no surgió nada que lo comprometa. Es más, se cree que Aguirre trató de engañar a la justicia para mostrarse como un arrepentido entregado a un proveedor.
La jueza Carnero evaluó que “en relación a los agravantes considero que el traslado de cocaína, de buena calidad, es un parámetro importante que debe computarse como agravante, así como también el hecho de haber declarado falsamente en el marco de un acuerdo de colaboración, produciendo un perjuicio no sólo a la administración de justicia, sino también a quien, como hemos dicho, a raíz de dicha declaración fue procesado y luego requerido a juicio por el delito de transporte de estupefacientes sin haber tenido que ver con dicha maniobra”.
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En cuanto a la aplicación de la reducción prevista en el artículo 41 ter del Código Penal, Carnero analizó que “de las constancias de autos surge que no se logró acreditar ninguno de los datos aportados por Aguirre respecto de Gatti, por lo cual entiendo que solo efectuó esa declaración engañosa, desviando la investigación, con la finalidad de proteger al verdadero proveedor, o tal vez con algún interés de perjudicar a su competencia en el tráfico ilegal en la ciudad donde cohabitan”.
Tras un minucioso análisis de las pruebas, la jueza entendió que “no es posible dar crédito al relato brindado como arrepentido el 21 de diciembre de 2018, en tanto que de la pericia de su celular surge otra realidad incontrastable, que lo compromete rotundamente a Aguirre y a otras personas, pero que extraña a Gatti de la operación ilegal”.