CULTURA
Con un gran espectáculo libre y gratuito, la ciudad festejó los 110 años del Teatro Gualeguaychú
El 11 de junio se cumplieron 110 años de la inauguración del Teatro Gualeguaychú, un emblema de la ciudad declarado Monumento Histórico Nacional. Con ese motivo, en la noche de este sábado 15, se celebró un espectáculo abierto al público que consistió en un recorrido artístico por las diferentes disciplinas que han formado parte del Teatro.
El 11 de junio se cumplieron 110 años de la inauguración del Teatro Gualeguaychú, un emblema de la ciudad declarado Monumento Histórico Nacional. Con ese motivo, en la noche de este sábado 15, se celebró un espectáculo abierto al público que consistió en un recorrido artístico por las diferentes disciplinas que han formado parte del Teatro.
Según reseñaron desde la Municipalidad de Gualeguaychú, el evento comenzó con una bienvenida musical en el hall de entrada por parte de los músicos Santiago Veronesi, Panchi Fernández y Cato Fandrich, con un repertorio de jazz instrumental. Al mismo tiempo, personal de Cultura recibió al público con indumentaria de época, haciendo alusión a los inicios del siglo pasado, para contextualizar el aniversario.
La velada fue conducida por Juan Schroll, quien hizo un racconto, remontándose a los orígenes del Teatro desde antes de su fundación hasta la actualidad. El objetivo fue mostrar una parte de la gran propuesta cultural que tiene nuestra ciudad, la calidad de los artistas y las múltiples disciplinas que han pasado a lo largo de los años por el Teatro Gualeguaychú, consagrado el tercer teatro lírico del país. Por este motivo, con la sala repleta y pasadas las 20 horas, el cantante lírico Gabriel Hernández subió desde el público al escenario entonando “La donna è mobile”, conmemorando una fría noche de junio de 1914 cuando resonó la ópera Aída, de Giuseppe Verdi, para inaugurar el teatro. “Gabucho”, como es conocido en la ciudad, interpretó dos temas más: “O sole mio” y “Alta en el cielo” donde tuvo la compañía de los bailarines Cielo Pereyra y Gustavo Peretti, quienes danzaron con la bandera argentina.
En 1926, el Teatro Gualeguaychú se cerró y reabrió dos años más tarde para mostrar sus mejoras edilicias y su telón de boca, traído de Génova. Por esos años, nacía en el mundo del dolor y la esperanza un nuevo género musical, el jazz. Para iluminar este momento, pasó por el escenario Dora Ban Haller, cantante de nuestra ciudad quien interpretó un clásico del jazz y un tema propio, saludó y agradeció la posibilidad de estar en el escenario, con el público de la que considera la “ciudad más linda del mundo: Gualeguaychú”. El jazz dio lugar, por aquel entonces, al incipiente nuevo género musical: el rock and roll. Subió entonces, a tocar dos canciones, parte del grupo local “Secta de Reos”.
Para situarnos en nuestras raíces culturales, se mencionó el importante trayecto que realiza el Carnaval de Gualeguaychú, remontándose a las primeras murgas y corsos que dieron origen al carnaval. En este marco, se presentaron los integrantes del grupo de la murga tradicional “Los Cocoliches”, quienes hicieron un breve y alegre repertorio, que despertó sonrisas en el público, al ritmo de las cornetas y bombos.
Todo el evento fue transmitido por Radio Nacional Gualeguaychú, para que los oyentes puedan sentirse parte de este recorrido histórico por la cultura de las artes escénicas. En este contexto, se buscó hermanar las costumbres que trajeron los inmigrantes del viejo mundo con las tradiciones de nuestro folclore, en donde la música preponderaba en las casas y conventillos de la época a través de las primeras radios. Se presentó así en el escenario, el grupo de música folclórica “Dos trovadores”, integrado por Rodrigo Ipperi y Agustín Aguiar con el invitado pianista “Cato Fandrich”, junto a los bailarines Cielo Pereyra y Gustavo Peretti. En seguida un espectacular malambo interpretado por bailarines de la Escuela de Malambo de Felipe Bon: Braian Barrios y Jonathan Dargain.
Antes de culminar la noche, y siguiendo con la lógica de nuestra tradición, se presentó el dúo musical de tango “Alejandro y Jorgelina” quienes hicieron música ciudadana, junto a los bailarines del género “Ingrid Iregui y Fleco Rivas”.
El cierre estuvo a cargo de la Academia de Danzas Nina Fuentes, que presentó un fragmento de su obra “Frozen”, un maravilloso musical que emocionó al público y colmó de aplausos la sala.