LEAGUE CUP
Con un golazo de Messi, el Inter Miami se metió en la final
Con goles de Josef Martínez (3m PT), "La Pulga" (20m PT), Jordi Alba (48m PT) y David Ruiz (39m ST), el conjunto del "Tata" Martino superó cómodamente a su rival por 4-1 (descontó Bedoya a los 28m ST) y se metió en la final del certamen disputado entre equipos estadounidenses y mexicanos.
No se cansa Lionel Messi de tener la pelota en los pies y de regalarle alegrías la mundo, especialmente a los argentinos. Tal vez sea esa su misión en la tierra. A lo largo de su carrera ha jugado 1034 partidos y aún sigue corriendo como cuando en la Masía de Barcelona soñaba con llegar a Primera División para convertirse en profesional. Bastante más: ha anotado 816 goles y no solo los sigue festejando, sino que ahora también les agrega alguna coreografía para sus hijos. Y jugará otra final la Pulga, la número 42 en su vida, tras el triunfo de Inter Miami 4-1 ante Philadelphia en una de las semifinales de la Leagues Cup. Y una yapa: en el encuentro definitorio del sábado ante Monterrey o Nashville, que jugaban más tarde este martes, Leo buscará su título 43 para igualar en la cima de los más ganadores al brasileño Dani Alves.
Gerardo Martino ya logró darle una identidad a su equipo. No es poco porque lo consiguió en pocos días de trabajo. Para muestra alcanza con observar el primer tanto del duelo: Josef Martínez marcó a los 3 minutos cuando ni Messi ni Sergio Busquets habían tocado el balón. Sí, los futbolistas del elenco de Florida ya son mucho mejores de lo que lo eran meses atrás. Se presume que la vida de estos estará signada por el antes y después del arribo de Messi.
Los partidos siguen siendo atractivos y estéticamente feos. Hay falencias en el fútbol de Estados Unidos. Le pone ganas el canadiense Kamal Miller, el zaguero zurdo del elenco del Tata. Incluso es obediente: sale jugando como le pide el entrenador rosarino. Lo que sucede es que el defensor le entrega más la pelota a los rivales que a sus compañeros. O se suelta para adelantarse con el balón en los pies y la pierde ante la mínima presión.
Pero las pruebas y los errores lo harán mejor a Miller. Puede mirar a Robert Taylor para darse ánimo: antes de Messi, era un delantero finlandés del que poco se sabía. Ahora no solo su nombre resuena, sino que puede marcar goles y dar lindo pases, como le que le metió a Jordi Alba para el 3-0 de los visitantes.
Hubo gol de Messi, claro. Y convirtió de una manera poco habitual en su carrera. Habrá que desafiar a los buscadores de archivos para encontrar un gol similar. Leo recibió en la mitad de la cancha en posición de enganche, condujo un par de metros y sacó un zurdazo cruzado y rasante desde 32 metros. Nunca antes había anotado desde tan lejos. La sensación es que no hay récord que se le resista al rosarino de 36 años.
Y tuvo tiempo de descansar Messi porque participó poco y nada en el complemento. El gasto ya estaba realizado y la final del sábado asomaban en el horizonte. Alejandro Bedoya descontó y pudo batir al arquero Drake Callender, que atajó varias. Entonces decidió acelerar el campeón del mundo en Qatar y gestó el 4-1 definitivo que sería obra del ingresado David Ruiz, que definió luego de una linda habilitación de DeAndre Yedlin.
Solo quedó un momento para otra discusión de Leo, que esta vez quedó cara a cara con el mediocampista venezolano José Martínez, con quien había charlado amistosamente durante la primera etapa. Igual, una vez finalizado el duelo, ambos se saludaron cariñosamente.
Así, tardó menos de un mes Messi en meter en una final a Inter Miami. La presentación oficial del rosarino fue el lunes 17 de julio.
Jugará entonces un nuevo partido por un trofeo Leo, el número 42, de los cuales se impuso en 29 y en casi todos tuvo destacadas actuaciones, con varios goles y asistencias.
El camino de Messi sigue y la revolución se agiganta a cada paso del 10. En esta Leagues Cup, Inter Miami marcó 21 goles 6 partidos. En la MLS, donde marcha último en su zona, el elenco de la Florida lleva anotados 22 goles en 22 duelos. Sí, Messi es capaz de convertir un equipo vulgar en uno capaz de consagrarse campeón en un puñado de juegos.