Con 200 casos en una semana, la ciudad atraviesa el peor brote de dengue en su historia

No es casualidad que el peor brote de dengue en Argentina se esté dando en este momento. Además del factor “natural” del cambio climático, que hizo que se prolongue el período habitual acostumbrado por la enfermedad, se sumó una alarmante inacción por parte de un gobierno nacional al cual no le importa la salud de su población. No hubo ni campañas preventivas, ni de vacunación, ni ningún recurso destinado a frenar la ola de casos de dengue que sufren varias ciudades del país, entre ellas la nuestra.

Recién esta semana conocimos que el Ministro de Salud se llama Mario Russo, quien habló por primera vez en la señal de noticias TN. Allí, dijo que no comprarán vacunas contra el dengue, y responsabilizó a los gobiernos provinciales y locales, advirtiéndoles que “son los protagonistas, ayúdenme a que la salud mejore, porque es más fácil para un ministro de Salud provincial darse vuelta y pedirle al Ministerio de Salud de la Nación, como lo hacían con un ecógrafo o un tomógrafo. Pero no, cómprenlo ustedes, discuta con su Gobernador, que lo votó la gente, cuáles son las prioridades”, dejó en claro en una reunión con los 24 ministros de Salud de las Provincias, en el marco del Consejo Federal de Salud (COFESA).

Luego, en una nota en Telefé, realizó una particular recomendación: "Hay que insistir en el cuidado de usar mangas largas, ropa clara y holgada, y tener cuidado con los pantalones cortos".

Al respecto de la degradación del Ministerio de Salud, el reconocido médico infectólogo de nuestra ciudad Ignacio Bourlot opinó que ve “cierta pasividad para la intensidad del asunto, uno espera que haya más directivas”.

“Hay más movimiento local que provincial y nacional. Uno no ve un lineamiento nacional, a nivel provincial la Dirección de Epidemiología ha trabajado todos los años con los brotes de dengue y la estructura básica se está realizando, pero después entiendo que depende de los gobiernos locales, y la situación está desbordada en muchos lugares… me gustaría que haya más lineamientos, un mensaje más fuerte de concientización”, opinó el especialista. 

En la misma línea, reafirmó que “veo poca acción, el Ministerio de Salud está desdibujado, no tiene peso, y eso es intencionado. Que no haya repelente es la ausencia del Estado”.

A diferencia de lo que pasó con el covid, Bourlot marcó que “para el dengue ya está escrito en un cuadernito lo que hay que hacer, como cuidar a la personas y las pautas de alerta para los casos graves”, y confirmó que la ciudad atraviesa por el peor brote de la historia: “En Gualeguaychú el brote más grande que habíamos tenido fue de ciento y pico de casos autóctonos, y hoy tenemos 20 veces más”.

Acerca de la enfermedad, el infectólogo precisó que “el período sintomático del dengue es demoledor, deja en la cama a los pacientes. Y lo que tenemos es poca alternativa terapéutica, es paracetamol o nada. Hay un principio ético de la medicina que es “primero no hacer daño”, no empeorar un cuadro usando ibuprofeno o diclofenac”.

Con respecto a los casos graves, puntualizó que “hemos tenido más de un fallecimiento, han fallecido más de 2 o 3 personas en el contexto del dengue”, y reconoció la dificultad para determinar si alguien muere por o con dengue: “La enfermedad a veces desencadena un evento que de no haberla tenido no hubiera sucedido, o tal vez sucedía igual”.

¿A quiénes afecta más el dengue?

Sobre los factores de riesgo, Bourlot manifestó que “son los mismos que tenía el covid”, aunque alertó que tiene uno adicional que es haber tenido dengue previamente: “Esto es un problema mayor para las ciudades que tienen dengue endémico. Es un escenario que probablemente vayamos a recorrer todos los veranos, sobre todo si vuelve a circular otro serotipo de dengue, tiene mayor riesgo de que pueda evolucionar grave”.

Además, expresó que “el dengue es una enfermedad que afecta mayormente a los adultos jóvenes,  puede ser por la mayor exposición a los mosquitos o tal vez por alguna otra variable, como que las mujeres son más propensas a tener dengue”.

“El riesgo de enfermedad grave es de 1%, entonces de cada 100 casos uno grave vas a tener”, detalló el infectólogo.

Por otra parte, recalcó que “el aedes aegypti es un mosquito domiciliario que se cría en las casas y que va a volar en las casas, en ese sentido hay que cambiar el chip y poner la pastilla para mosquitos durante el día, ponerse repelente durante todo el día, tomar todos los cuidados de manera diaria”.

Sobre cómo atravesar la enfermedad en caso de infectarse, recomendó que “el paciente que tenga dengue leve tiene que estar muy tranquilo en su casa, en un lugar fresco, tomando mucho líquido, salvo que haya nauseas o vómitos, a estas persona hay que apoyarlas en la hidratación con un suero, porque de 3 o 4 días sin comer nadie se muere, pero lo que no se puede es no hidratarse por un día, porque también pueden tener complicaciones renales y se complica todo. Eso es en el período agudo, cuando hay fiebre, y hay unos días posteriores a la fiebre que es cuando más se debe estar atento a los signos de alarma, que son dolor abdominal fuerte y persistente, y cualquier signo de hemorragia; ante eso hay que consultar al médico inmediatamente”, explicó.

Añadió que “es raro que la fiebre dure más de 7 días, si ocurre puede estar ocurriendo otra cosa, como una infección bacteriana, hay que estar atentos a que no se nos pasen esas otras enfermedades”.

Finalmente, acerca de hasta cuándo se extendería el brote, Bourlot sostuvo que “históricamente hasta abril hay casos, en mayo no debería, pero eso dependerá de la lluvia, de las temperaturas, de cómo hacemos las cosas con las poblaciones de mosquitos que tenemos, y que no entre otro serotipo”, cerró. 

La falta de off y de soluciones

Un condimento extra que contribuye al brote de dengue es la faltante de repelente en las farmacias y en los supermercados. El “Off” no se consigue por ningún lado, y si aparece es a un precio muy excesivo. En internet, ya se ofrece a 30.000 y hasta a 50.000 pesos.

Para brindar un panorama más preciso, el referente del Colegio de Farmacéuticos Nelson Gómez comentó a Ahora ElDía que “el repelente está en faltante, no se consigue. Desde hace un par de semanas empezamos con restricciones. Las farmacias tenemos una contra que no es el canal exclusivo de comercialización, entonces cuando fuimos a buscarlo compramos en droguerías, que habitualmente son las mismas que nos proveen medicamentos, entonces no es de los más fácil para acceder”, detalló, y añadió que “de todas maneras a cuenta gotas veníamos consiguiendo, por ahí se encargaban de a varias docenas y mandaban 10, la realidad que el ingreso está muy restringido entonces la poca cantidad que a cada proveedor le entraba la iban repartiendo entre las distintas farmacias”.

De cara al futuro, sostuvo que “es difícil tener una fecha de la normalización del producto, todos los días miramos las páginas de los proveedores para ver si se consigue algo, pero no tenemos información de en qué fecha se podría solucionar”.

Por otra parte, reveló que ”todas las farmacias que contamos con un laboratorio estamos habilitados para producir repelente, ya sea a base de aceite de citronela o de DEET que es el compuesto químico que es un veneno para los mosquitos, que es el que usan los repelentes más conocidos. Nosotros en la farmacia tenemos la posibilidad de preparar esos repelentes y sería una buena opción hacerlo, pero la realidad es que hoy en día las drogas que son necesarias para la preparación tampoco se consiguen. Hoy un proveedor me comentaba que el lote de materia prima que le entra en mayo ya lo tienen todo vendido, y que el próximo ingreso recién sería en junio, y están anotando en lista de espera, pero no tiene mucho sentido porque esperamos que con la llegada del frío los brotes del dengue bajen”, expresó Gómez.

Sobre la apertura de la importación que autorizó el gobierno de Milei, el farmacéutico explicó que “si yo quería comprar por Amazon o por alguna de esas tiendas un repelente cuando el producto llegara a la Aduana no me lo iban a dejar pasar. A partir de esta autorización me puede llegar a la puerta de mi casa, pero no sé si es viable, por empezar por los tiempos de demora que tenemos, tal vez cuando llegan esta medida el gobierno ya la levantó y te lo terminan incautando en la Aduana igual…”

“No creo que sirva para las compras hogareñas, si puede ser una buena opción para algún empresario, hay que ver a qué precio llegan, tienen que ser accesible para la gente, y en estos días es muy difícil saberlo, incluso con los productos de fabricación argentina, es una incertidumbre los precios, y más con productos traídos de afuera”, consideró Gómez.

Finalmente, comentó que de lo que si hay disponibilidad es de la vacuna contra el dengue, que “es eficaz y super segura”. Comentó que son dos dosis las que se deben aplicar, y que cada una tiene un valor de 70.000 pesos. La misma se puede comprar sin receta, pero se recomienda que para la aplicación exista la indicación médica.