HAY HASTA 2 HORAS DE COLA PARA CONSEGUIR ÚTILES MÁS BARATOS
Canasta escolar: Hay una amplia variedad de precios en Gualeguaychú
Arrancó febrero y lo primordial para la gran mayoría de las familias es dejar todo listo para que los alumnos vuelvan a clases de la mejor manera. Al compás de la merma de la inflación durante los últimos meses, no se registran grandes aumentos en los productos escolares. A nivel nacional, la suba fue del 44% respecto de 2024.
En Entre Ríos el comienzo de clases será el lunes 24 de febrero, por lo que anticipadamente las familias tuvieron que enfocarse en la lista de útiles y elementos que pide cada escuela. Salvo unos pocos previsores que se adelantan y realizan la compra escolar en noviembre o diciembre, los cuales evitan la suba estacional que presentan los productos de papelería, librería y útiles, la gran mayoría se vuelca a llenar la mochila de sus hijos dos o tres semanas antes del inicio del ciclo lectivo.
Según algunas consultoras nacionales como Focus Market, la canasta escolar de primaria (compuesta por una mochila con tiras y 20 útiles esenciales) subió 44% con respecto al año pasado, de $38.999 a $56.265; y la de secundaria (que consta de 28 productos) tuvo una suba de 57%: pasó de $34.695 en 2024 a $54.415. Teniendo en cuenta que la inflación interanual se ubica aún por encima del 100%, el impacto del aumento de la canasta escolar no se siente tanto, sobre todo en comparación con el año pasado, cuando el incremento con respecto al 2023 fue del 80%.
El informe también señala que, a diferencia del año pasado cuando la mayoría adelantó la compra de útiles por el salto inflacionario de los primeros tres meses de la gestión Milei, ahora el 42% de los argentinos compra los útiles escolares en febrero, mientras que solo un 26% lo hizo en enero. En cuanto al medio de pago, el más utilizado es la tarjeta de crédito (40%), seguido por las billeteras virtuales (27%) y el dinero en efectivo (19%).
Pero, ¿qué ocurre en nuestra ciudad? Según pudo relevar Ahora ElDía, hay una importante disparidad de precios según en la librería que se elija para comprar los útiles. Mientras en algunas un paquete de lápices de colores de primera marca se consigue a $14.000, en otras el precio al público es de $7.500. A esto se le suma la variedad de marcas que hay en la actualidad, lo que permite acomodar el presupuesto en base al poder adquisitivo de cada familia.
Uno de los encargados de una librería manifestó que “algunos útiles tuvieron un aumento producto de la estacionalidad, la lista de precios de febrero siempre viene con un incremento, por eso siempre aconsejo a las familias que si pueden. adelanten una parte de la compra de la canasta escolar en noviembre o diciembre, que son los meses con precios más bajos”.
Consultado acerca de la diferencia con respecto al año pasado, señaló que “no es significativa”, y reflexionó: “Soy papá y traigo productos pensando más como padre que como comerciante, tenés cartucheras con dibujos o estampadas que valen $40.000, y los nenes van a querer esa, ponés en un compromiso a los padres y eso no me gusta, prefiero traer de una marca, que sé que son buenas, duraderas y salen $5.500”. Lo mismo sucede con las mochilas, las más excéntricas pueden costar hasta $85.000; sin embargo, hay una amplia gama para elegir: en promedio se ubican en torno a los $25.000.
Luego, hay que llenarlas al igual que a las cartucheras, lo cual tiene un costo de entre $25.000 y $50.000, dependiendo las marcas escogidas y dónde se elija comprar. A modo de ejemplo, 12 lápices de colores se consiguen desde los $1.200 a los $14.000, un bolígrafo va desde los $200 a los $1.200, los adhesivos sintéticos escolares cuestan entre $400 y $1.600, o un lápiz negro ronda entre $400 y $750. Por otra parte, los cuadernos tapa dura oscilan entre los $5.000 y los $7.000 y un cuadernillo entre los $1.200 y los $3.000.
Largas colas en búsqueda de útiles baratos
Esta semana, una librería de la ciudad registró colas de espera de hasta dos horas por su lista de precios más accesibles en comparación con la gran mayoría de sus competidoras. Con productos de variada calidad, pero sobre todo de bajo valor, el negocio se popularizó entre los vecinos y acuden desde todos los barrios de la ciudad.
Resignando ganancia por cada producto, pero con ventas en volumen, encontró un nicho de clientes muy popular que está dispuesto a esperar su turno un largo tiempo para ahorrarse en promedio entre un 20 y un 30%.