TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS
Cada vez más personas comienzan una terapia, aunque algunos deben espaciar sus sesiones porque no pueden pagarlas
Cuando el dinero no alcanza, el stress se hace sentir y las personas buscan la manera de sobrellevar sus problemas. Durante los últimos años, los gualeguaychuenses rompieron el tabú de la salud mental y cada vez son más los que realizan terapia, aunque la crisis ha espaciado más los encuentros.
En Gualeguaychú, actualmente hay 170 integrantes del Colegio de Psicólogos/as activos, alrededor de uno cada 557 habitantes.
Una de sus referentes, la Lic. en Psicología Soledad Terradas (Mat. 1410) comentó que hace unos años había muchos profesionales para la demanda que había, mientras que ahora no dan abasto. Esto se debe a que cada vez menos se ve al psicólogo como alguien a quien se recurre cuando se está “loco” y se lo ve como lo que realmente es: un espacio sumamente necesario para uno mismo, para ser escuchado y escucharse así mismo, para ver las cosas desde una perspectiva diferente e incorporar herramientas para transitar el difícil camino que es la vida en esta sociedad actual, con una cotidianeidad tan hostil y exigente.
La especialista comentó que, de su charla con colegas, se desprende la siguiente realidad: la demanda ha aumentado y cada vez son más los vecinos que concurren a terapia. Sin embargo, también se ha dado el fenómeno de espaciar los tratamientos semanales para reemplazarlos por encuentros cada 15 días o una vez por mes, para no abandonarlos totalmente.
Terradas también señaló que “hay adultos que hace años se psicoanalizan y deciden hacer cada 15 días o un mes porque ya se han apropiado de herramientas, ya pueden resolver ciertas cosas”.
Sobre los efectos de la recesión, opinó que “históricamente estamos atravesados por crisis políticas y económicas y las familias se organizan, ven el efecto en sus hijos y eso pone a trabajar a toda la familia….También estamos con un síntoma social que es que nadie se conforma con lo que tiene, siempre se intenta trabajar más para tener más, para conseguir logros económicos, y estamos llenos de adultos desbordados para cumplir con trabajos para sostener actividades y terminan en un burnout, en una falta de deseo total por la vida”.
En su campo de especialización, que son los niños y adolescentes, Terradas marcó que “por lo general vienen con una meta y empezamos a trabajar con ese objetivo y, a veces, lleva más tiempo, como por ejemplo cuando están atravesando un duelo”.
Acerca de los principales problemas de salud mental de la actualidad, que son la depresión y la ansiedad, explicó que “están vinculadas, ya que la ansiedad es el modo de poder sobrellevarlo porque no pueden poner en palabras lo que les pasa, y no aparece la angustia. Son los síntomas de la época”, sentenció, y acotó que “vemos mucha dificultad para manejar la ansiedad”.
La psicóloga explicó que la ansiedad “paraliza, ni siquiera te das cuenta, pero o no podés hacer algo o no podés parar de hacer cosas que no tienen mucho sentido; hay mamás que consultan por que sus hijos no quieren quedarse en el jardín cuando antes lo hacían sin problemas, o no quieren hacer la tarea y no hay dificultad cognitiva, la ansiedad va dejando huellas en lo cotidiano, y te va poniendo trabas para poder socializar de manera cotidiana, y en muchos adolescentes se manifiesta de manera violenta, también con lo que se dicen y con los excesos”.
¿Qué provoca la depresión o la ansiedad?: Vínculos, adicciones y estereotipos culturales
Sobre los factores que motivan a estas enfermedades, reveló que ”en términos generales se observa mucho en los vínculos de los niños y los adolescentes, en la manera de vincularse, en las relaciones que se generan, tóxicas, de dependencia del otro, y las especulaciones, que nos pasa a los adultos, pero en los niños y en los adolescentes y, sobre todo, en estos últimos que están generando su identidad pasa mucho que dependen de la mirada del otro, se generan fantasías en torno a lo que creo que el otro cree o ve de mí, y en función de eso reaccionan; y hay que trabajar para que se puedan correr de ese lugar. El otro es así. No es así porque piensa que soy de una manera, es un juego enroscado, pero de hecho la adolescencia actual está siendo cruel en algún punto, y está canalizando en el consumo de sustancias también esto de no poder hablar o comunicarse entre pares de una manera sana lleva a (cuando no aparece la violencia hacia otros o hacia uno mismo) el consumo, que después termina generando identidad cuando lo ve alguien de afuera: el grupo que consume tal cosa, el que se animó a probar. Es difícil moverse en esos espacios de la adolescencia”, argumentó Terradas.
Consultada por el papel de la tecnología, marcó que “complicó más”, ya que “si las redes están buenísimas para un montón de cosas, no sólo conectan sino que también enredan, generan cosas que no son reales o se atreven a cosas que no en persona, en ese punto si complica las cosas”.
“Hay mucho filtro en las redes sociales, pero no hay filtro a la hora de las agresiones”, resumió y puntualizó que ”no saben cómo tratarse bien a la hora de vincularse o no les interesa, se miran mucho físicamente. De hecho, ahora volvió la elección de la reina de carrozas, socialmente esas cosas siguen pasando y a mí se me pone la piel de gallina. Fui reina del carnaval exclusivamente porque me daban un trabajo en Bueno Aires cuando me fui a estudiar. La imagen del cuerpo se construye desde otro lugar, y en adolescentes es sumamente importante. Y Gualeguaychú sigue teniendo estas cosas, se celebran los cumpleaños de 15 como si se acabara el mundo y hay una exigencia tremenda de hacerlo, los carteles de “se busca” son muy violentos, siempre hablan de la imagen de la cumpleañera, es muy peligroso”, alertó.
Igualmente, destacó en este sentido que “hay un grupo de jóvenes que está intentando plantear algo distinto, que expone a la sociedad, que haya muchos adolescentes en análisis me parece grandioso, ver los logros y los cambios es muy positivo”.
El suicidio y las alertas para prevenirlo
Los últimos números de intentos de suicidios en la ciudad son alarmantes (1 cada 3 días) y gran parte de ellos corresponden a adolescentes. Para intentar entender este flagelo social Terradas marcó que “estamos frente a adolescentes que están muy solos, hay muchos que se están arreglando solos para todo y pierden el deseo por vivir, también hay noviazgos violentos que llevan a eso, se ve mucho hoy. El suicidio adolescente es algo que nos preocupa mucho… todos tenemos pulsión de vida y pulsión de muerte, cuando hablamos de suicidio o de acciones de consumo. Uno habla de pulsión de muerte cuando no hay deseo, sólo se quiere desaparecer, no hay objetivos, no se ve un mañana. Eso se puede trabajar y prevenir, uno va viendo la pulsión de muerte, hay signos, hay alarmas, tanto en los adolescentes como en los adultos”, expresó.
Acerca de cuáles son esas alertas que se presenten, comentó que “se manifiestan de diferentes formas, por ejemplo cuando pasan mucho tiempo en los casinos online o cuando consumen drogas y empiezan a poner en riesgo su vida”.