Ataque xenófobo a los comercios chinos

Fue el otro lado miserable de los saqueos a comercios: el ataque a negocios de la comunidad china, fogoneado por una prédica que desde las redes sociales se ensañó expresamente con ellos.En el marco de los desbordes sociales producidos en el marco de una protesta policial, los supermercados chinos de distintas partes del país fueron especialmente hostigados. Una situación que ha puesto en alerta a la comunidad asiática."Esto ocurre porque los autoservicios orientales son los que están, en muchos casos, ubicados en las zonas de mayor pobreza", explicó Miguel Calvete, titular de la Federación de Supermercados y Asociaciones Chinas."Otro de los disparadores para este tipo de ataques encuentra basamentos xenófobos contra la comunidad china en la Argentina", sostuvo esa entidad, preocupada porque hubo bandas que llamaron a saquear esos locales, algunas con consignas ofensivas al grupo étnico.Lian Jang Wuan era un ciudadano chino dueño de un supermercado en la localidad bonaerense de Glew. Murió a golpes y por inhalación de monóxido de carbono cuando incendiaron su negocio."De tanto que le pegaron, quedó inconsciente. Pero eso murió ahogado por el fuego", comentó un testigo. Según se supo, en el caso de Wuan la policía detuvo luego a seis sospechosos, tres de ellos menores de edad.El mismo día de este asesinato se conoció una convocatoria a través de las redes sociales para saquear supermercados asiáticos el viernes 20 de diciembre. "Saquear a los chinos para pasarla bien el 24" es el título de uno de estos grupos."Hay un ensañamiento con los súper chinos. Ya suman más de 50 los comercios perjudicados por estos hechos en diferentes provincias del país. En 28 hubo saqueos y en 30 hubo tentativas de saqueos, sofocados en la mayoría de los casos por los propios vecinos", expresó Calvete el 11 de diciembre.La china es la corriente inmigratoria no latinoamericana más importante de Argentina durante la última década. Entre góndolas de supermercados "argenchinos", se ha instalado entre nosotros una cultura milenaria. Se estima que en total viven unos 120.000 chinos en el país.Hay razones para creer -y los saqueos de los últimos días lo confirman- que hay discriminación hacia esta comunidad. Como ocurre en estos casos, aquí entran a jugar los estereotipos.Por ejemplo, la idea de que los chinos nos están invadiendo, que maniobran para enriquecerse a costa de los argentinos, que en sus negocios desenchufan las heladeras por la noche para ahorrar dinero, que no pagan a los empleados un sueldo digno, que no abonan impuestos o que el gobierno chino les reembolsa para los impuestos.Representantes de la Asociación de Comerciantes Chinos han negado estas afirmaciones con vehemencia y dicen que tienen precios bajos porque su modelo de negocio es diferente al de los supermercados argentinos.Los estereotipos son definiciones arbitrarias de la realidad, percepciones simplificadas o sesgadas de determinados grupos humanos. Y suelen alimentar la xenofobia, que es el odio u hostilidad hacia el extranjero.Pero la intolerancia es hija de la ignorancia. La violencia ejercida hacia otro se basa en su desconocimiento, en la incapacidad por comprenderlo, en la negativa a ponerse en su lugar.¿Qué saben de los chinos aquellos que los atacan? ¿Qué conocen de su cultura y de su modo de ser? ¿Qué esfuerzo están dispuestos a hacer para, superando la barrera de la ignorancia, empezar a aceptarlos y a generar una corriente de empatía hacia ellos?