SEGÚN UN INFORME DE LA CEPAL
Argentina fue reconocida por fomentar el uso de la Inteligencia Artificial en América Latina
Lo arrojó el índice que analiza las capacidades de los países de América Latina para adoptar y utilizar inteligencia artificial.
El informe se presentó el viernes 11 de agosto en la sede de CEPAL, en Santiago de Chile. De acuerdo al análisis cuantitativo liderado por el Centro de Estudios Nacional de Inteligencia Artificial indicó que la Argentina ocupa la principal posición en variables vinculadas al fomento público de la IA, la gobernanza del proceso y la conformación de una nueva institucionalidad frente a los cambios que impone la irrupción de esta nueva revolución tecnológica.
El índice compara la reacción de los gobiernos de América Latina y el Caribe para crear buenas condiciones tanto en el ámbito público y privado para el uso y la producción de aplicaciones que hagan de la Inteligencia Artificial una herramienta que favorezca al desarrollo y evite incrementar las brechas sociales y económicas.
El resultado junto a la Argentina, hay tres países más que lideran la región en capacidades en inteligencia artificial: Chile, Brasil y Uruguay.
Asimismo, la lectura de la ficha específica sobre Argentina muestra que el país se ubica en el primer puesto en la categoría de fomento público a la inteligencia artificial como reconocimiento a las políticas públicas que se están aplicando en el país para orientar la adopción de la inteligencia artificial y para producir aportes significativos desde su sector público y privado.
Actualmente, las políticas públicas de la Argentina tienen entre sus elementos más destacados al nuevo Programa de Promoción de Inteligencia Artificial y Ciencia de Datos, impulsado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, el Ministerio de Economía y la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i). El programa cuenta con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Se propone invertir 35 millones de dólares para apuntalar a los equipos de investigación a partir de proyectos de trabajo en red, a los desarrollos de aplicaciones con perspectivas de impacto en el comercio internacional y la sustitución de importaciones por medio de nuevos consorcios públicos privados, el sostenimiento de las capacidades universitarias a partir de subvenciones y aportes económicos para desarrollar extensión, comprar equipamiento y formar nuevos docentes en el ámbito de las cátedras de informática, una iniciativa piloto que también procura retener a los profesores de informática.