Además de criticar ¿Qué hacen los que no hacen?
Por Miguel Longarini (*)
Son miles los mails “enlazados” que envían- los No hacedores- vaticinando, denunciando, apoyando con o sin conciente a una porción de la disimulada derecha que “paternalmente” busca encontrar tierra fértil para “en nombre de la patria y la libertad” seguir vendiendo banderas del archiconocido partido de los anti- negros , anti-peronistas, anti- pueblo. Esto es hartamente una reproducción de lo que tantas veces vimos los que asistimos a las tantas corrientes (alianzas, coaliciones cívico- militareligiosas, uniones democráticas, etc) oportunistas e inventadas sobre la debilidad de las mentiras y concretos intereses sectoriales.
Algunas izquierdas y derechas se trasvierten de progresistas postergados y se potencian en las críticas a un gobierno débil, plagado de corrupción y “ultra izquierda” de peligrosa historia… Así más o menos son los cargos que se le imputan a una mujer que por primera vez en la historia institucional argentina, el voto popular le concede dirigir los destinos de nuestra patria.
Es evidente que el precio de pertenecer al sexo No varón y además lúcida, se paga caro a la hora de evaluar resultados y si es por el mismo género mucho peor. Ahora cuando se trata de medir con la vara del mediocre, pues, es casi demencial o definitivamente patológico la pobreza de argumentos con los que se quiere o pretenden mostrar una realidad basada en difamaciones, lucubraciones o simple desprecio.
Así van las cosas dentro de un contexto neo-colonial venido a menos y en peligrosa retirada: Derecha por centro e izquierda de la derecha. Cada quién sabe por haber estado vivo qué representan cada uno de los virtuosos y “políticamente correctos” candidatos a todo en TODOS los frentes. Nadie que tenga algo más de cuatro décadas podrá decir que no sabe quién es quién y para que lado patea.
Los “sensatos” oportunistas de esta nueva hora salvadora de “pellejos de pobres argentinos” que promocionan e indican con algún disimulo para que no se note demasiado, pregunto: ¿Dónde viven? ¿Son nuevos en el arte de rosquear? Fundamentalmente: ¿Son mejores y porqué? ¿A cuánto cotiza la moral de cada uno? ¿A quién se le hace el juego? Es hora de fijar posiciones auténticas y quién acompaña por “acompañador nomás” que levante la cabeza y observe que es un traje de cordero, lo que lleva puesto el lobo.
Quién escribe este simple pensamiento, harto de recibir, ver y escuchar todo tipo de lamentables argumentos, ya ha pagado el precio de parecer peronista o justicialista u oficialista por escribir con la memoria libre de contaminación química y/o adictiva partidaria. Pero deben saber quienes me conocen o no, que escribir para el aplauso siempre fue fácil, y hoy también lo es. Solo bastaría utilizar el femenino de caballo o brujo, o…todo lo ordinario y vulgar que identifica a los opositores para dirigirse a nuestra presidenta, modo que detesto utilizar y escuchar, mucho más si la alusión es para una mujer.
Desde hace mucho ya no me interesa quedar bien con nadie que no sea mi conciencia, aunque a decir verdad, las veces que no la quise oír – a mi conciencia- y sí al ruido…vacío, me fue muy mal; Diría que tristemente no recordable, por lo que advierto: Todo el que desee sumarme otra etiqueta que lo haga, pero que la coloque junto a los seres humanos libres de opinión.
Es penoso saber que casi nadie de los que trabajan de políticos resiste un archivo y, aunque hay excepciones, pareciera que la sequía también nos dejó con osamentas… y no de vacas.
Sería altamente útil que se pudiera mejorar como nación en serio con Cristina o sin ella y su pingüino y, que alguna vez dejaran de echar culpas hasta con la posibilidad de manejos espurios con la lluvia y con el altísimo (dándole la espalda al clero local)
¡Qué acto noble! Y para destacar si lograran armaran un proyecto de gobierno superador, con nuevos dirigentes y que con-tenga al ser humano como único y verdadero protagonista. Claro que para que eso suceda, habría que hacer limpieza; barrer el patio y juntar la basura, pensar en serio y actuar en consecuencia… Ah, algo fundamental para tener en cuenta: re-conquistar a los sectores desclasados que son mayoría absoluta por obra y gracia de quienes pretenden ser hoy sus salvadores.
Con Cristina o sin ella, siempre se necesitan las mejores ideas, que no son las que se plantean para mejorar sectorialmente a los que tienen y que fueron los más beneficiados del modelo, sino a los claros perdedores y verdaderos motores del trabajo y consumo que son los trabajadores en pleno empleo o simples changas en negro. La única mejora debe venir desde abajo hacia arriba si se pretende decir la verdad sin eufemismos.
(*) Poeta y librepensador argentino.
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