LA DESCONEXIÓN ENTRE LA POLÍTICA Y LA SOCIEDAD
¿A quién le habla el poder Ejecutivo en la apertura de sesiones ordinarias?
Cuando uno escucha los discursos, pareciera que le hablan a su propio público y no a los concejales, legisladores, o a quienes realmente se le debería hablar, que es la sociedad toda.
Por Juan Pablo Castillo*
Entonces ¿Por qué se da de esta manera? ¿Por una cuestión de tradición, porque hay que hacerlo sí o sí de esa manera, o por qué?
En mi opinión, creo firmemente que se trata de un devenir propio de las tradiciones de “tener que hacerlo así”, con discursos cargados de frases grandilocuentes que no le interesan a nadie ya que son prácticamente incomprobables la mayoría de las afirmaciones, las promesas o los números que se enuncian allí.
Si vos en tu casa no tenés presión de agua o no tenés asfaltada tu calle, no te interesa que te hablen de otro tema que no sea ese, o lo mismo sucede con las cloacas. ¿Por qué? Porque es tu metro cuadrado lo que realmente te interesa a vos. Tu realidad inmediata.
Por otra parte, está comprobado que la atención de las personas no supera los 20 minutos ¿Por qué hacer discursos tan largos? Y cargados con cifras que, insisto, son incomprobables. Al menos al momento en que son enunciadas.
Estamos entonces hablando claramente de un microclima y del desacople que tiene la política con la sociedad ya que finalmente se termina hablándole sólo a los que ya están convencidos
¿Por qué no hablar de manera corta, concisa e interpelando las problemáticas de las personas? Eso, sin olvidar el deber de rendir cuentas frente a una asamblea para la cual pueda haber sido convocado, pero que tampoco es ese el lugar ni el momento.
Por eso hay un desinterés cada vez más grande principalmente por parte de las juventudes en relación no solamente con la democracia, sino también con las instituciones que las deberían de representar.
Mucho ha costado recuperar la democracia en estos últimos 40 años como para subestimar la posibilidad de elegir cada día la mejor forma de gobernarnos ya que, de lo contrario, corremos el riesgo de tener gobiernos autoritarios o dictatoriales.
Por eso es fundamental contar con poder legislativo y concejales fuertes justamente para hacer de contrapeso al poder ejecutivo. Esto es la base del sistema republicano.
La única forma de control es ésta con representantes elegidos sabiendo porqué están ahí y no como relleno de la militancia ya que un concejal no es un militante, es un representante del pueblo.
*Sociólogo y consultor político