A 40 años del retorno a la democracia, Gualeguaychú conoce la historia de un nuevo detenido-desaparecido

Por Luciano Peralta 

La memoria se construye, tanto como el futuro. 

Durante muchos años las personas detenidas-desaparecidas por la última dictadura cívico-militar, gualeguaychuenses de origen o pertenencia, fueron consideradas 21. El trabajo del Museo de la Memoria Popular y la Asociación Madres de Plaza de Mayo de Gualeguaychú empezó a mostrar otras realidades, desconocidas hasta entonces. 

Es así que, en 2019, se dio a conocer la vida de Edgardo "Guecho" Guerra y un año más tarde la de Eduardo "Lalo" Rey. A partir de ello, desde el Museo de la Memoria Popular se comenzó a indagar con mayor profundidad en este aspecto, hasta que se llegó a incorporar a 13 personas más a la lista de desaparecidos. 

Así fue que, en 2022, a la inicial placa, dispuesta en el Concejo Deliberante de la Municipalidad, de 21 personas, le fue agregada una segunda, de 15. Totalizando 36 historias de vida que, pese a la desaparición física, resisten al olvido. 

Ahora, en el marco del cumplimiento de 40 años ininterrumpidos de democracia, el mayor período sin golpes militares de la historia argentina, se vuelve a echar luz sobre otra nueva historia, la de Humberto Antonio Rébori Maldonado.

Tiene sentido aclarar que, si bien nació en la ciudad de Córdoba, el 12 de junio de 1926, desde Madres de Plaza de Mayo se considera la pertenencia con criterios que van mucho más allá del lugar circunstancial del nacimiento, como sucede con otros casos, tanto localmente como en muchas otras ciudades del país. 

Humberto y toda su familia tuvieron un vínculo muy fuerte con Gualeguaychú, más allá de que también vivieron en otros lugares del país.  Hijo de Héctor Adriano Rébori y Estela Maldonado Ortiz, y nieto de Orazio Rébori, un farmacéutico de origen italiano que llegó a la ciudad en 1871 e instaló su farmacia en la esquina de 25 de Mayo y Pellegrini. Con el paso de los años se convertiría en una de las más importantes y tradicionales a nivel local.

De niño, Humberto vivió un breve tiempo en Gualeguaychú, arriba de la farmacia, con su padre, su madre y su hermano Jorge Lucio Rébori, también desaparecido por las fuerzas del terror. Luego, por razones laborales, la familia se mudó a Capital Federal. 

Al finalizar la escuela secundaria estudió agrimensura en la Universidad Nacional de La Plata. “En junio de 1947, ingresó a trabajar como personal transitorio a la Dirección de Catastro de la entonces Municipalidad de Buenos Aires, logrando sucesivos ascensos: en 1951 fue efectivizado como Ayudante Topógrafo y al año siguiente fue designado como Agrimensor Oficial Principal”, describe la reseña del Museo de la Memoria Popular a a que accedió Ahora ElDía. 

En Buenos Aires, se casó con María Elizabeth Vidal Butty, con quién tuvo tres hijos: Horacio, Claudia Alejandra y María José. Años después, luego de divorciarse contrajo matrimonio con Encarnación Sofía Rodríguez y Rodríguez, con quién tuvo mellizos: Humberto Adrián y Cristina Estela, en 1969.

“También desempeñó funciones de agrimensura en Paraná, donde vivió varios años con su familia. De regreso a Capital Federal, ya afiliado al Partido Demócrata Progresista, se instaló en el barrio de Congreso, en la Avenida Entre Ríos, en un departamento cercano al estudio jurídico de su hermano Jorge”, cuentan los responsables de la investigación histórica. Al tiempo que remarcan su “estrecho vínculo” con la familia y las amistades de Gualeguaychú, lugar al que siempre volvió y tuvo presente.

El 1 de febrero de 1977, en plena dictadura, un comando de alrededor de diez hombres fuertemente armados secuestró a su hermano Jorge y a su cuñada, Celia Sara Machado, en un operativo que, por lo que se sabe, estaba destinado a secuestrar a su hija, María Victoria Rébori. Al no encontrarla, se los llevaron a ellos. 

Al día siguiente, el 2 de febrero, Humberto presentó un recurso de hábeas corpus, pero cuando regresó a su casa esa misma noche el comando “policial” lo estaba esperando. Fue secuestrado y aún hoy, 46 años después, permanece desaparecido.