SU HERMANO LA MATÓ Y LUEGO SE SUICIDÓ
A 10 años de su asesinato: las predicciones y la vida de Lily Sullos antes de su muerte
En 2013, su hermano Luis la asesinó de un disparo en la cabeza y después se suicidó. Así dejó abiertas múltiples teorías alrededor de su trágica decisión. La ahijada de la querida mujer expresó que “la mirada de él era perspicaz, a mí me intimidaba”, dijo.
El 15 de septiembre de 2013, Lenke Süllős, más conocida como Lily Süllos, fue encontrada muerta con un tiro en la cabeza arriba de la oreja, en medio de una dantesca escena en su casa de La Lucila. A los 84 años y convaleciente aún tras haber sufrido un segundo ACV, su muerte, al igual que lo había sido su vida, fue singular. Es que la famosa astróloga entendía que, como todos, se iba a morir. Solo que ella predijo cómo y cuándo sería.
En ese trágico final que supo anticipar Süllos, su hermano Ludwig, - registrado en Migraciones como Luis -, cumplió un rol fundamental. De acuerdo a la investigación, fue el hombre de 75 años quien fusiló a Lily y, después de matarla, fue hasta una habitación contigua y se quitó la vida de un disparo en la sien.
Las especulaciones alrededor de la muerte de los hermanos fueron muchas y de lo más variadas. En la letra fría de un expediente, se trató de un homicidio seguido de suicidio, pero la mirada estaba puesta sobre la relación de los Süllos, que habían llegado desde Hungría a la Argentina en 1948 y vivieron juntos, en la misma casa, hasta ese último día.
Escapar de la guerra
Lily había nacido en Budapest el 27 de septiembre de 1928, pero no fue sino hasta que cumplió seis años cuando se dio cuenta de que era diferente a los demás. Ella tenía un don que la hacía especial, y lo descubrió cuando sus padres la llevaron al cine a ver Cleopatra.
Mientras miraba la película, en una escena en la que se veían de fondo las pirámides, tuvo la certeza de que se habían construido con ladrillos y así se lo hizo saber a sus padres. “Yo las conozco porque estuve ahí y no son como la pared de casa”, explicó con la inocencia de la edad.
Para Lily, Luis era como el hijo que no tuvo.
Ese fue su primer acercamiento a las vidas pasadas. Con el correr de los años, Lily empezó a estudiar la carrera de medicina, pero nunca olvidó aquella sensación que había experimentado. Ese fue el motivo por el que también se dedicó a la astrología, y con el tiempo fue esta última la que se volvió su medio de vida, incluso cuando se fue de su país en busca de paz y se instaló en Buenos Aires.
“Ellos venían de una guerra, solos los dos”, explicó en diálogo con TN Liliana Chelli, ahijada espiritual de Lily Süllos, sobre el fuerte vínculo que unía a la astróloga y a Luis Süllos. Y subrayó: “Para Lily, Luis era como el hijo que no tuvo. Lo super protegía a su hermano, y él se dejaba proteger”.
Las teorías de la muerte
No había ningún tipo de rastro de terceras personas que pudieran haber entrado al domicilio de los Süllos, y tampoco presentaban, ni Lily ni Luis, signos de haberse defendido de un ataque.
Pactos hace la mafia, ellos tenían un trato.
Ludwig Süllos tenía el arma y restos de la deflagración en su mano derecha, con la que ejecutó los disparos. En ambos casos, se hicieron sobre la sien y a muy corta distancia, establecieron los forenses.
Así fue como surgió la teoría de un pacto o un acuerdo criminal entre los hermanos, incluso entre las voces oficiales. Fabián Perroni, jefe de la Departamental Conurbano norte, fue uno de los que avaló esta hipótesis y ante los medios señaló: “No querían separarse. Ya lo habían hablado. Hicieron un pacto en el que si a alguno de ellos le pasaba algo, el otro lo iba a resolver de esta manera”.
Sin embargo, esta explicación, que a muchos convenció, no cayó bien entre quienes conocían a los Süllos. “Se habló de una relación simbiótica, pero no había nada raro”, afirmó a TN Chelli, la ahijada Lily. Y remarcó: “Lo que pasó tampoco fue un pacto, como dijeron. Pactos hace la mafia, ellos tenían un trato. Una lealtad”.
“La muerte no existe”
Instalada en la Argentina, Lily empezó a dar sus primeros pasos como astróloga haciendo colaboraciones en distintas revistas, pero la fama llegó cuando escribió el “Libro astrológico del amor”.
Tras el envión que tuvo su carrera con la publicación de este libro, Süllos consiguió trabajo en la editorial Perfil, donde empezó a publicar los horóscopos, y a mediados de los ‘80 la televisión le abrió sus puertas.
Lily Süllos se convirtió así en un referente en asuntos de astrología. Por esa época también fue cuando, los intereses en común que compartían, pusieron en su camino a Liliana, con quien construyó una relación de amistad a lo largo de los años que la llevó a elegirla como su ahijada “espiritual”.
“En el bautismo católico no creíamos, el bautismo nuestro era como el sello de una amistad eterna”, explicó Chelli, y añadió: “Ella era mi guía, mi maestra en todo. Lily es una parte muy importante mía”.
Liliana Chelli junto a su madrina, Lily Süllos. (Foto: gentileza Liliana Chelli).
En 1999, durante una entrevista con los medios, Lily Süllos indicó: “La muerte no existe”. Sobre esa frase, su ahijada precisó: “Ella creía en la reencarnación, dejar el cuerpo y que la energía quede”. Lo cierto es que la salud de la astróloga recién empezó a debilitarse en agosto de 2013, cuando sufrió un pequeño ACV.
La última predicción de Lily
A partir de entonces, se fue deteriorando sin prisa pero sin pausa. Sus piernas y manos ya no le respondían como antes, pero estaba lúcida y consciente. Por eso, los primeros días de septiembre, cuando su grupo de amigas empezó a hablar sobre el festejo de su cumpleaños (27 de septiembre), la famosa astróloga hizo una última predicción y les anticipó que no organizaran nada.
“No voy a llegar”, sostuvo Lily Süllos, tajante. Apenas unos días después, el domingo 15 de septiembre, ella sufrió un segundo ACV y su hermano Luis le descerrajó un tiro en la cabeza. Después, se suicidó de la misma manera con un arma casera que él mismo había fabricado.
Luis Süllos siguió un plan y un mensaje escrito en húngaro que le envió a una amiga que él y su hermana tenían en común, dio cuenta de esta planificación.
Un mensaje en húngaro
“Me parece que Lenke (N de la R: Lily Süllos) tuvo un derrame cerebral serio. Se cayó en la bañera y ya no pudo pararse ni hablar. Pasó alrededor de las 23.30. Estoy esperando que vuelva en sí. Caso contrario voy a cumplir con su deseo, que no sufra con un cerebro maltrecho, paralítica y con dolores, impotente. La solución es rápida y ruidosa (...)”
“(...) Llamé al médico; la sacaron de la bañera y la pusieron en la cama; dijo que había que llevarla a un geriátrico, a donde mantienen con vida y torturan. Son pasadas las 9 de la mañana. La presión es normal, el pulso también, pero no puede caminar, no puede hablar, no puede ir al baño, no puede beber ni comer. Nos despedimos. Les deseamos mucha suerte; Luis”.
La destinataria de ese mensaje fue Aniko Szabó, quien sin poder creer lo que leía se comunicó con la policía y ella misma fue también al domicilio de Díaz Vélez al 1300, en La Lucila. Todo estaba cerrado. Los efectivos tuvieron que violentar el portón para entrar y allí estaban los cuerpos: Lily en un sillón en su cuarto, en medio de un charco de su propia sangre; y su hermano tirado en la habitación de al lado, con el revólver en la mano.
Un trato para dejar el cuerpo
Lily y Luis Süllos vivían juntos en esa casa del partido bonaerense de Vicente López. Eran muy unidos y se acompañaban constantemente, al punto de que en su entorno afirmaban que uno no podía vivir sin el otro. Liliana conoció así al hermano de su madrina, porque siempre estaba con ella cuando iba a visitarla.
“Todo lo que estaba en la casa lo había hecho Luis”, contó la mujer sobre el perfil de Ludwig Süllos, y enumeró: “Desde la caldera, la cámara que tenía afuera... Él tenía un laboratorio en una habitación, eso sí daba como miedo”.
“La mirada de Luis era perspicaz, a mí me intimidaba inclusive... y ella se reía tanto cuando se lo decía”, recordó la ahijada de la famosa astróloga. No obstante, no duda en afirmar: “La relación entre ellos era muy linda, eran como una mamá y un nene”.
Lamentablemente, apuntó Liliana, cuando la salud de Lily empezó a deteriorarse “se sabía lo que iba a pasar”. “Ella no quería seguir en un cuerpo enfermo”, aseguró su ahijada, y reveló: “Luis también estaba enfermo, tenía cáncer de próstata y nadie lo sabía”. “Sin ella él no iba a seguir”, remarcó.
“Cuando Lily tuvo el segundo ACV y se cae en la bañera, no puede hablar ni caminar. Es entonces cuando señala que ese trato había que cumplirlo”, apuntó Liliana. Luis Süllos lo cumplió tal cual, al parecer, lo habían planeado. “Le dio un tiro justo como para que ella no sufriera”, destacó.