En 1985, Sylvester Stallone llevó a la pantalla grande "Rocky IV", una de las películas más recordadas y controvertidas sobre el púgil nacido en Filadelfia. La mujer del ruso, su nuevo rival, cautivó al mundo.La muerte de Apollo Creed, la aparición memorable de James Brown, el invencible Iván Drago, el entrenamiento a pulmón que hizo en la helada Siberia. Todos condimentos que, juntos, dieron vida a una saga que parecía exhausta.Claro que, además de esos puntos épicos, también contó con una excesiva cuota de nacionalismo. La guerra fría había llegado hasta el séptimo arte. Sin ir más lejos, la intro de la película puso el foco en dos guantes: uno con la bandera estadounidense, otro con los colores soviéticos.Sin embargo, un personaje secundario quedó en el recuerdo de todos. Hablamos de Ludmilla Vobet-Drago, la mujer del campeón olímpico de boxeo que estuvo a su lado aún cuando perdió después de un furioso intercambio de golpes.Hoy, a 30 años de aquel entonces, luce algo diferente. Con ustedes... ¡Brigitte Nielsen!
